Análisis Blade Prince Academy, mucha mecánica con poco juego (PC)
"Menos es más". Es un cliché como una casa. Pero los clichés son clichés por algo. Es muy osado pretender hacerlo todo en un videojuego. Los estudios triple A, los grandes RPGs, o estudios independientes como Hello Games han intentado grandes proezas, ese juego que lo abarca todo y no logra convencer en nada. Y aún con menos ambición, es un error muy común querer meterle a tu producto mecánica sobre mecánica sobre mecánica. Las ideas no sirven para nada. La ejecución lo es todo.
Blade Prince Academy no es tremendamente ambicioso: es un RPG táctico en tiempo real con alguna mecánica un poco diferente, retazos de novela visual y un poco de gestión y de mecánicas de RPG. Sobre el papel parece un producto para jóvenes bien enfocado, heredando estética de anime y que puede recordar a Hades. Cuando lo juegas, lamentablemente, te das cuenta de que es un juego que se tropieza consigo mismo, que pretende ser complejo pero que entre tantas mecánicas que han querido meter nada logra convencer. Es una pena porque por el éxito de su campaña en Kickstarter claramente indica que hay demanda para este tipo de producto.
Guerra en Abjectalia
El tutorial del juego te mete en medio de la acción. La academia de los Blade Princes (en castellano, los Príncipes de la Espada) es atacada por sus archienemigos, que han establecido bases en los cuatro distritos del reino de Abjectalia.
El deber de nuestros protagonistas es restaurar el orden en niveles cortos con objetivos demasiado simples, sin mucha variedad (mata a este grupo, encuentra al jefe, abre esta puerta, destroza este enterno...) y entre misión y misión puedes mejorar a tus héroes, sus habilidades, ayudarles a descansar o profundizar en sus relaciones con diálogos muy cortos y algunas elecciones.
Es complicado encontrarle un gancho a la historia y empatizar con los personajes. Demasiados lugares comunes, ningún diálogo que funcione más allá de explicar una trama que ni va ni viene. Giros justos y predecibles. Las relaciones entre ellos, además, se reducen a explicar misiones y a intercambios muy breves como para merecer tiempo de lectura. Casi agradecemos que, además de esto, no hayan añadido páginas de trama innecesaria.
Un RPG Táctico demasiado convulso y poco divertido
La chicha de Blade Prince Academy llega en forma de su mezcla de RPG táctico en tipo real con una mecánica algo novedosa. Podemos parar el tiempo y elegir las acciones que pueden hacer nuestros protagonistas, pero en lugar de elegir una acción a la vez, como en otros Action RPG y juegos tácticos, podemos poner varias acciones en cola y en paralelo para así planificar con calma y mayor profundidad según se dé cada situación.
Podemos manejar a un grupo de hasta 4 personajes. Tienes tanques, magos, francotiradores y generalistas, que hacen de todo un poco. En cada nivel, además de mejorar sus habilidades de forma temporal (con un sistema de mejoras parecido al de muchos roguelikes), vas adquiriendo habilidades permanentes.
Si quieres tener éxito en tus partidas tienes que tener en cuenta los estados alterados que pueden multiplicar el daño que haces, el tiempo de espera entre habilidades, y algunas características del entorno como bidones explosivos, trampas, etcétera. Con esta dinámica de poder decidir con antelación, se vuelve de suma importancia que entendamos cómo los personajes se complementan entre ellos y los efectos que tienen en los distintos tipos de enemigos: algunos son más débiles ante magia, otros ante ataque físico, etcétera.
Sobre el papel es una combinación ganadora. Pero es fácil entender por qué en la práctica no funciona. Para empezar, el ritmo y el tempo de las peleas termina siendo muy torpe. Tienes que parar y planificar con bastante frecuencia, cambiar de personaje constantemente, usar habilidades y volver a empezar. No existen macros que simplifiquen el proceso, que te ayuden a definir estrategias estándar para muchas situaciones que se repiten. Con lo cual, un sistema interesante se vuelve repetitivo al segundo rato.
Por otro lado, la adaptación para jugar con mando falla y la Steam Deck, que se antojaba ideal para un título así, no facilita ni un control ni una interfaz de usuario que haga una buena experiencia portátil. El control con ratón y teclado es mucho más ágil.
Es interesante encontrar combinaciones de personajes y distribuirlos por el entorno para pensar la mejor estrategia en cada situación, pero el juego no fluye. De hecho, está repleto de bugs en la versión de lanzamiento. Esperamos que la desarrolladora los vaya parcheando lo antes posible porque ha generado más de un reinicio y algunos fallos que estropean la experiencia, que ya de por sí peca de ser poco atractiva en su conjunto.
Pa' gestionar esto no gestionemos ná
Entre niveles hay varias cosas que tener en cuenta: las pociones disponibles, el nivel de energía de los personajes (que tienen que descansar para poder seguir usándolos si abusas de ellos), las ya mencionadas relaciones y mejoras básicas de algunas habilidades. Poco que hacer y, de nuevo, muy repetitivo. Las distintas monedas del juego te permiten hacer compras durante los niveles pero también en la academia, y simplemente sirven para que vayas desbloqueando cosas para progresar con tus personajes.
En un RPG táctico se echa de menos más personalización, definición de estrategias concretas que puedan aplicarse en batalla, transferencia de habilidades, etcétera. Sólo podemos eliminar y mejorar habilidades de cada personaje. Por lo demás, se gastan recursos y tiempo en aspectos muy superficiales que tampoco llegan a generar la sensación de estar gestionando nada que acabe siendo realmente importante.
Conclusión
Cuando llegan juegos así, apoyados por el público a través de crowdfunding y que además vienen de estudios independientes, es doblemente doloroso encontrarnos con una idea ejecutada a medias, con demasiadas ambiciones y hasta con errores que imposibilitan jugar cómodamente.
Quizás la desarrolladora pueda arreglar estos problemas más adelante, con parches y el feedback de la comunidad, pero necesitará mucho tiempo para hacer divertida esta idea mal ejecutada. Sólo recomendable para los fans más acérrimos del género.
En resumen
Blade Prince Academy es sobre el papel bastante interesante pero se tropieza con su aparente complejidad mezclando elementos de RTS con dinámicas roguelike, gestión de recursos, y alguna que otra característica con la que quieren innovar pero que, sin embargo, no logran ejecutar de forma que resulte agradable a la hora de jugar.