Análisis de Battle Chef Brigade (PC, PS4, Switch)
Corría el año 2014 cuando la empresa Trinket Studio se aventuraba en presentar una campaña de micromecenazgo de uno de los juegos más sorprendentes, sobre el papel, que hemos visto en un tiempo. Tras dos curiosos y estéticamente muy apreciables juegos de móvil, Color Sheep y Orion's Forge, esta vez se adentraban en el mundo de los juegos para consola y ordenador, sector de los videojuegos que ya controlaban pues habían trabajado anteriormente en proyectos de Wideload Games.
Lo cierto es que la premisa de Battle Chef Brigade es, cuanto menos, sorprendente. De manera parecida a lo que ofrecen otros títulos, como el patrio Moonlighter, es un juego dividido en partes donde tenemos un espacio en el que generamos ítems y otro donde recogemos partes de esos ítems. Pero, a diferencia de todos, en esta ocasión esos ítems que generamos son comida, la manera de recoger esas partes es a golpes, y la manera en la que cocinamos es gracias a un juego de puzles que vendría a recordarnos a un Columns o Puyo Puyo.
Al principio controlamos a Mina, una chef que entrena para ser una más de la brigada de los chefs que defienden las tierras de Victusia, y de paso mantienen a raya el exceso de monstruos usándolos como ingredientes para los diferentes platos que preparan.
Cada año se celebra un torneo en el que los ganadores son aceptados como miembros de la brigada, y para ello tienen que demostrar sus habilidades tanto derrotando enemigos como cocinando sus partes posteriormente.
Y es que además de huevos o vegetales, nuestros platos estarán compuestos por ingredientes como partes de dragón o de otras bestias, y para conseguir estos ingredientes deberemos salir al campo y enfrentarnos a los monstruos, o incluso, en determinadas ocasiones, realizar actos un poco peculiares como tener que perseguir a uno de estos monstruos que han decidido llevarse otro ingrediente, o esperar a que un ave ponga huevos para poder añadirlos al plato.
Este apartado del juego se compone de una especie de hack'n slash horizontal muy simplificado, pues a pesar de que el juego está bien surtido de combos, habilidades o posibilidades jugables, los enemigos suelen ser muy fáciles de derrotar, de manera que un enemigo grande nos puede resultar muy amenazador, pero a la hora de la verdad básicamente derrotarlos es casi igual de sencillo que a enemigos mucho más pequeños, aunque eso sí, aguantan más golpes.
Una vez tengamos nuestros ingredientes (o ya no podamos cargar más) podemos adentrarnos en la cocina, y allí ponerlos en la despensa. Cuando consideremos que ya tenemos suficientes ingredientes, nos podemos poner a cocinar. El sistema de cocinar, como hemos dicho antes, es parecido a otros juegos de puzles de juntar tres elementos del mismo color, pero en esta ocasión hay una serie de diferencias. Nosotros podemos elegir que elementos metemos en el plato, y en que orden. Una vez ya los tengamos dentro del plato podemos rotar dichos elementos, y si juntamos tres piezas del mismo color subirán de nivel, lo que implica que nos darán más puntos por nuestro plato. Cuando lo consideremos podemos dejar de cocinar y llevar nuestro plato al juez de turno, momento en el que nos dirán el veredicto de nuestro plato.
El manjar que acabemos sirviendo a nuestros jueces tiene ciertas reglas que debemos cumplir para que la puntuación sea lo más alta posible. Por ejemplo, que tenga un ingrediente en concreto, o que predomine un color en particular. Al principio del juego cocinamos sólos, pero posteriormente se tratará en su mayoría de duelos contra otros cocineros, así que tendremos que conseguir una puntuación más alta que ellos.
El nexo en unión durante la partida es una historia que se narra de forma bastante natural, en la que al principio Mina tiene que conseguir ser parte de la brigada, y posteriormente entre ella y una especie de ogro verde llamado Trash tienen que descubrir cierto misterio que asola las tierras de Victusia. Para poder movernos durante la partida el juego se maneja de manera parecida a una videoaventura clásica, esto es, desplazamiento lateral, posibilidad de saltar (e incluso de hacer cierto movimiento de carga), y diferentes tipos de interacción con otros personajes o elementos que nos encontremos en pantalla.
La gracia es que los tres sistemas se mezclan sin interrupción alguna, de manera que podemos pasar de estar hablando con algunos personajes a pelear con bestias en busca de comida tan sólo desplazándonos hacia la zona donde están dichos monstruos, y lo mismo acontece con la mecánica de cocinar. Eso sí, en los momentos donde no tengamos tanta acción (porque en muchas ocasiones tendremos que realizar las acciones contra reloj) podemos entretenernos en realizar misiones o comprar elementos que nos permitan cocinar más fácilmente, lo que siempre es de agradecer.
Uno de los motivos por los que Battle Chef Brigade puede atraernos fácilmente es por su gran atractivo visual. Es innegable que entra por los ojos, y lo hace por una mezcla de factores que podemos decir que es poco común, especialmente si nos circunscribimos al segmento de los juegos de desplazamiento lateral de presupuesto no demasiado elevado. Por un lado cuenta con un diseño especialmente bonito en todos sus aspectos, especialmente en el de los personajes, muy simpáticos, estilizados y llenos de personalidad. El uso del color en los decorados, especialmente en las ciudades, es excelente, con un toque a tebeo europeo moderno o canadiense especialmente notorio. Y finalmente en la animación, donde encontramos el primer defecto, y es que tal vez no vaya sobrado de cuadros para cada animación, pero a la vez podemos considerar que el número de animaciones es bastante elevado.
En cuanto al sonido, lo cierto es que hablamos de otro producto de gran nivel, con melodías muy épicas que elevan la importancia de nuestra misión, y voces en inglés que se ven apoyadas por unos textos perfectamente traducidos al español (y otros idiomas), lo que implica que este juego pueda ser disfrutado por mucha más gente de lo que suele pasar en el sector de los juegos más o menos independientes.
Además, por si fuera poco, el juego cuenta con varios extras, como la posibilidad de participar en el reto diario, o dos tipos de desafíos en forma de las diferentes partes del hecho de cocinar.
Conclusiones
Tiene mérito el hecho de haber sido capaces de hacer bien este juego, pues mezclar géneros tan diferentes como la lucha y los rompecabezas es algo que suele provocar que el público que lo disfrute sea un conjunto menor aún que el que componen el relacionado con las diferentes partes del juego. Pero han sido capaces de hacer un juego con mucha personalidad propia, con un gran nivel artístico, que se deja jugar sin ningún tipo de problema, y que además tiene detalles muy interesantes. Posiblemente una de las últimas sorpresas del año.
El juego se ha podido analizar gracias a un código de PC que nos ha proporcionado Trinket Studios.