Análisis de Back to the Future Ep. 1: It's About Time (PC, PS3)
Si Telltale Games ya puso a prueba la nostalgia de los jugadores más veteranos recuperando dos clásicos de la aventura como Sam & Max -con tres temporadas- y Monkey Island -con una-, ahora quiere atraer a los amantes del cine de los 80 con Regreso al Futuro, gracias a su acuerdo con Universal, que también permitirá un juego basado en Jurassic Park que llegará en los próximos meses. La forma de ofrecernos el producto vuelve a ser la misma que en sus anteriores juegos, una serie de episodios -cinco- que van llegando con una diferencia de uno o dos meses, y que están unidos por un arco narrativo cuyo desenlace se resuelve en el último de ellos.
Con las temporadas de Sam & Max, Tales of Monkey Island e incluso el que ha pasado más desapercibido pero no por ello menos bueno, Wallace & Gromit, Telltale ha demostrado dominar el género de las aventuras gráficas y estar más en forma que nadie en este tipo de juegos, y es que el hecho de ser una compañía formada por antiguos miembros de LucasArts se nota y de qué manera. Por tanto quien haya podido disfrutar de sus últimos títulos no tendrá muchas dudas de su capacidad para trasladar con acierto dos franquicias cinematográficas de tanto renombre, y mientras esperamos los primeros detalles sobre sus juegos basados en los dinosaurios de Spielberg, ya podemos disfrutar del primer capítulo de Regreso al Futuro.
La película Back to the Future -conocida como Regreso al Futuro en España y como Volver al Futuro en Hispanoamérica- dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd, fue un éxito en 1985, siendo el film más taquillero del año y reconocida con cuatro nominaciones a los Oscar -incluida mejor guión original- de los que ganó uno -mejores efectos de sonido-. Contó con otras dos secuelas -1989 y 1990-, formando una trilogía de aventuras muy divertida y mitificada con el paso del tiempo, como demuestran las ventas de las reediciones en DVD y Blu-ray. Visto el éxito de estos packs con las tres películas y la moda por lo retro, es comprensible que se hayan animado a realizar una nueva serie de juegos, apoyada por algunos de los implicados de los films, como Christopher Lloyd -que vuelve a poner voz a su personaje-, y Bob Gale -guionista de la trilogía original y que aquí continua la historia y asesora el desarrollo del juego-.
Ayuda a Marty en la búsqueda de Doc
La trama de este primer episodio se sitúa seis meses después del final de la tercera película -que transcurría en 1885 en el Salvaje Oeste-, Marty McFly acude al laboratorio de Doc ya que el banco está subastando sus pertenencias debido a unas deudas no saldadas ya que lleva desaparecido varios meses. Una vez allí y tras descubrir su cuaderno de notas escondido, el DeLorean hace aparición con una grabación en la que Doc nos pide ayuda, y tras realizar una serie de averiguaciones descubrimos por un periódico que Doc será asesinado un día de 1931 en el mismo Hill Valley, por lo que deberemos viajar al día antes de que esto ocurra para evitarlo. Un contexto histórico en el que la protagonista es la famosa ley seca, sobre la que giran varios de los elementos de la trama.
Se recupera el control usado en la última temporada de Sam & Max, manejando directamente a nuestro personaje, ya sea con el teclado o con el ratón dejando pulsado el botón izquierdo y eligiendo la dirección hacia la que deseamos andar, corriendo si pulsamos el botón derecho. Con el puntero exploraremos el escenario, interactuando con él al pinchar sobre las distintas partes o al usar los objetos de nuestro inventario, que es bastante sencillo y no podremos más que coger y observar sus elementos, sin opción a interactuar entre ellos. Por tanto un control sencillo y efectivo, aunque los jugadores más clasicistas seguro echan de menos el control de toda la vida de pinchar a donde te quieres dirigir, ya que mover el personaje realmente no aporta nada a la jugabilidad y resulta menos cómodo, pareciendo que se ha optado por esta opción para hacer más accesible el título en consolas -está prevista su salida en la Store de PlayStation 3-.
La mecánica es muy simple; hablando, recogiendo y usando objetos superaremos todos los problemas, y solo nos encontramos con un puzle que destaca y se sale de la norma, pero tampoco resulta muy brillante y nos sabe a poco. Además del sencillo planteamiento, contamos con numerosas ayudas, en un juego de por sí bastante fácil, por lo que parece que se ha hecho pensando en un gran público no tan habituado a este tipos de títulos, lo que no dejará muy satisfecho a los aficionados de aventuras gráficas de toda la vida. No solo se nos dice en todo momento de que tarea debemos ocuparnos -algo absurdo ya que el desarrollo es lineal y no se nos da la posibilidad de cambiar el orden en el que cumplimos los objetivos- sino que además podemos recurrir al uso de tres pistas para solventar una misma situación. Es obvio que los más expertos deberán desactivar todo tipo de ayudas, pero ni esto consigue complicarnos demasiado la existencia.
Pero pese a que es demasiado fácil y no cuenta con puzles brillantes, el juego resulta muy ameno y la historia está bien desarrollada y contada, siendo las soluciones de los problemas muy intuitivas y naturales, por lo que se juega con placer. Derrocha carisma, desde sus protagonistas -repiten algunos de las films y aparecen otros nuevos-, la preciosa banda sonora recuperada de las películas, los guiños a estas que tiene y el simple hecho de continuar la historia de la trilogía, por lo que compensa sus carencias jugables con mucho encanto, y como ha pasado en otros primeros episodios de temporadas de Telltale, estos sirven de introducción y no muestran todas sus cartas, siendo siempre de los peores de todos los que aparecen, y mejorando la cosa según avanza la temporada.
Por tanto aunque nos deje un cierto regusto amargo -solo dura unas dos horas y media, tres como mucho- la temporada promete, con un final que nos deja con ganas de más, y tiene potencial para crecer, pero deberían reconsiderar el que sea tan sencillo y accesible para todos los públicos, dejando de lado a los hardcore de las aventuras -que al fin y al cabo son los que han estado dando de comer a Telltale estos últimos años-, y creemos que el sistema de pistas -que te dice casi literalmente lo que tienes que hacer- es más que suficiente para un jugador novato, y no hacía falta hacer el desarrollo de la aventura tan sencillo.
Los gráficos son muy vistosos y desenfadados, y como habéis podido ver tiran por un lado caricaturesco en vez de realista, lo que le sienta muy bien al tono del juego, que cuenta con un humor blanco para todos los públicos. Su mayor virtud son los personajes, sobre todo las expresiones faciales, que reflejan de una manera clara y simpática los sentimientos, además de unos escenarios bonitos y coloridos, aunque bastante escasos de elementos y no muy numerosos, y por el avance del siguiente episodio que vemos al final del juego parece que en gran parte se reciclarán en la segunda entrega, algo a lo que nos tiene acostumbrados Telltale en sus títulos.
En los estrictamente técnico arrastra el motor de la tercera temporada de Sam & Max, que empieza a mostrar ciertos síntomas de agotamiento. Es importante que no tenga unos requisitos muy altos -para que así lo pueda disfrutar la mayor parte del público-, y en cualquier caso hasta en la configuración mínima el juego se muestra bonito, para también deberían pensar en quien tiene un equipo más o menos potente -que no tenga más de tres años- y quiere disfrutar de al menos unas texturas a la altura. Estas son algunas ocasiones un poco pobres, de una resolución demasiado baja y más propias de un juego antiguo, y contrastan demasiado con el buen trabajo realizado en el diseño artístico y los rostros de los personajes, aunque no consiguen ensuciar demasiado un conjunto que es de notable.
La música es excelente gracias a que se recupera el tema principal de la saga, en distintas variaciones que no nos cansamos de escuchar, siendo uno de los puntos donde la nostalgia del título pega con más fuerza, aunque el resto de melodías pasan demasiado desapercibidas. Además contamos con la voz original de Christopher Lloyd, lo que le da un empaque tremendo a su personaje, funcionando muy bien también el resto de voces, que como nos tiene acostumbrados está compañía están en inglés -algo comprensible y perdonable- al igual que los subtítulos -mucho menos perdonable-. Este episodio uno se ha traducido a idiomas como el alemán o el francés, se basa en una franquicia de películas conocida mundialmente y con gran tirón, cuenta con poco texto -de hecho un único aficionado en apenas unos días ha sido capaz de traducirlo completamente- y sobre todo estamos hablando del castellano, un idioma hablado por más de 450 millones de personas en todo el mundo, así que creemos que merecía la pena un esfuerzo por ser lanzado con subtítulos en español, un política que esperamos Telltale cambie en el futuro.
Un correcto inicio de temporada que debe ir a más
Se trata de una buena aventura eso es innegable, que continua de manera muy digna una serie de películas con tanto nombre y carisma, pero creemos y sabemos que Telltale lo puede hacer mejor, como ha demostrado en sus anteriores trabajos. Para una persona no muy habituada a este tipo de género -o incluso a los videojuegos en general- puede resultar un gran descubrimiento, ya que con el reclamo de las películas puede acercarse a una forma de jugar diferente, en este caso concreto muy amable y con suficientes indicaciones y pistas para no quedarnos atascados. Pero en cambio el amante y seguidor acérrimo de las aventuras gráficas se sentirá un tanto desilusionado, ya que el juego cumple en su ambientación y argumento al continuar la clásica trilogía, pero por desgracia no supone ningún reto, y se queda en una anécdota y un rato agradable, algo que esperamos se solucione en los siguientes episodios, siendo más ambiciosos y dando un salto de calidad, ya que cuentan con mimbres suficientes para lograrlo.