Que no te vean
El primer Metal Gear para PSX redescubrió el género de la infiltración, surgiendo varios clones. Uno de ellos fue Splinter Cell, realizado por Ubi Soft, y que le daba un toque de mayor simulación al espionaje visto en el título de Konami. N-Gage ha recibido adaptaciones de la mayoría de juegos de esta franquicia en unas perfectas dos dimensiones. Aparte siempre desde un desplazamiento horizontal, lo que hacía un tanto complicada la infiltración y en general el sistema de juego. Chaos Theory es ahora la continuación de la franquicia para las consolas de nueva generación, y también Gameloft ha realizado una conversión para N-Gage esta vez en 3D. Los resultados de ésta los vamos a ver ahora ¿Habrá conseguido Gameloft adaptar la fórmula de Ubi Soft sin ninguna tara jugable?.
Historia
En Chaos Theory la conspiración se traslada al altiplano americano, más concretamente en Perú. Estamos en el 2007, y Sam Fisher es enviado al país citado a rescatar a un conocido ingeniero informático que ha sido capturado por los revolucionarios. Éste tiene información privilegiada sobre algoritmos específicos que pueden ser usados para provocar una crisis económica y política. Como es habitual, Sam deberá rescatar al experto, y de paso boicotear a algunas fuerzas del eje del mal (Corea del Norte específicamente). De este modo ésta es la idea argumental que siguen tanto las versiones para consolas domésticas como la adaptación de N-Gage. En la consola de Nokia el juego se divide en ocho misiones unidas en un modo 1 jugador, las cuales contienen objetivos primarios y secundarios dependiendo de la dificultad. También el juego contiene una opción online, en la que los usuarios pueden colgar los tiempos de finalización de los niveles.
Gameloft ha hecho un muy competente trabajo adaptando los niveles a la consola de Nokia, y la mayoría de acciones están presentes. El tamaño de las fases es bastante grande, y tardan bastante poco en cargarse. El control también ha sido adaptado correctamente a la consola, usando la mayoría de botones/teclas. El desarrollo es prácticamente igual que en las versiones no-portátiles, ofreciendo espionaje e infiltración mediante el conocido radar. Sam Fisher cuenta con casi todo su arsenal de objetos, teniendo la célebre visión térmica o nocturna, aparte de contar con pistolas, ametralladoras y demás armas de fuego. Aunque el juego no tiene voces, la mayoría de diálogos conspirativos de pasadas ediciones sigue presente, y al igual que el resto de Splinter Cell, no llegan ni por asomo al trabajo de guión de Konami en los Metal Gear Solid.
Desarrollo
Sam Fisher comienza prácticamente desarmado en un enorme nivel tridimensional en un faro perdido por la costa latinoamericana. Nada más llegar recibe órdenes de sus superiores que le dan los objetivos a cumplir. El nivel inicial es todo un logro para la consola de Nokia, ya que consigue mover un gran entorno tridimensional con apenas cargas. Las cargas son muy rápidas, y recuerdan a Half-Life en su escasa intromisión en el desarrollo. Los guardias son un poco más tontos que en las versiones más avanzadas, ya que parece que la potencia de N-Gage se ha usado casi y exclusivamente en los gráficos. Así, es muy frecuente pasar delante de un guardia a unos escasos 10 metros y que éste no te vea.
Los sonidos son también secundarios a la hora de ser detectado. No obstante, la colocación de los guardias y el ingenioso diseño de niveles pueden darnos problemas a la hora de realizar la infiltración. En niveles posteriores tendremos que usar elementos como la visión termal o nocturna para detectar enemigos, y también descubrir las clásicas trampas de láser. Por último hay que mencionar la dificultad de confrontación, que convierte a Sam Fisher en un cadáver fácil si es descubierto.
Apartado audiovisual
Los gráficos del juego son muy competentes para lo que es N-Gage, pero tienen una tara irresoluble que incide en la jugabilidad: El número de fotogramas por segundo. El título ronda entre los 10 fotogramas y los 20, lo cual nos parece totalmente insuficiente para que la experiencia de juego no se resienta. Es cierto que no es un juego de acción, pero en ocasiones que requieren una mayor fluidez, como capturar o defenderte de los guardias, Chaos Theory arroja gran parte de su jugabilidad por la borda. Como contrapartida hay que mencionar el buen número de polígonos, y el gran trabajo en texturas, que se desarrolla en niveles de gran tamaño y, como hemos mencionado antes, sin apenas cargas. Aparte, los modelados de la mayoría de elementos son lo suficientemente correctos como para no resultar viejos y de la era PSX.
El sonido también está a un buen nivel, aunque el juego no cuenta con voces, y debemos conformarnos con los textos en los personajes. Los FX son de una gran calidad, y ofrecen el universo sonoro específico de esta saga en la pequeña de Nokia. La música es puramente ambiental, aunque da el punto de misterio necesario para cualquier juego de este estilo. También cambia dependiendo de la situación en la que Sam Fisher se encuentre en cada momento. En definitiva, y si no fuera por el discutible número de fotogramas, el juego es todo un logro tanto sonoro como visual para el hardware de N-Gage.
Desarrollo fácil, control discutible
La reducción de la inteligencia artificial en el juego hace su desarrollo muy fácil, ya que los guardias no nos darán excesivos problemas. A pesar de esta tara, el diseño de los niveles está bien realizado, y te incita a descubrirlos por su variedad de desarrollo. Es en definitiva un juego variado y de diseño retador, pero que ha visto francamente reducida su dificultad por la escasa inteligencia artificial de los guardias. En niveles difíciles amplían un poco su campo de visión, pero no lo necesario para que el juego resulte difícil, y con ello un poco más interesante desde el punto de vista jugable.
Otro elemento sumamente discutible es el control, ya que la cantidad de botones de N-Gage nos pierde a la hora de realizar acciones específicas. La mayoría de teclas de la consola tienen una acción determinada, pero la propia disposición de éstas, y sobre todo la cantidad de acciones que puede realizar Sam Fisher nos obligarán a tener que redefinirlas para una mayor fluidez en el juego. Por lo demás, la cruceta responde bien, aunque se nota mucho el origen analógico del juego en algunas acciones como trepar por los cables o escondernos de los enemigos. En definitiva, Splinter Cell ofrece un control aceptable, y es el desarrollo variado lo que salva al juego de la monotonía habitual de muchos juegos de este tipo.
Por último hay que señalar las capacidades multijugador del juego, que ofrece modos en cooperativo y enfrentamiento de dos a cuatro jugadores mediante Bluetooth. Los mapas son lo suficientemente variados para resultar interesantes en este modo, aunque hay que decir que el sistema de juego no se presta a un título de enfrentamiento. De todos modos, está realmente optimizado y no hay ningún tipo de retardo en el movimiento de los enemigos. Aparte, el juego tiene las opciones N-Gage Arena que os hemos mencionado antes, lo que incluye una clasificación en línea de los mejores tiempos y guías para los distintos niveles del juego.
Conclusión
Chaos Theory es un buen juego lastrado por unos problemas de ralentización bastante molestos. Si Gameloft hubiera optimizado el motor gráfico a unos 30 fotogramas constantes, podríamos hablar de uno de los mejores juegos para la consola de Nokia. Lamentablemente esto no es así, y a pesar del buen diseño de niveles e infinidad de acciones, el juego resulta un tanto molesto de jugar ya que parece estar desarrollado a cámara lenta. Con todo, al ser un juego de espías no es tan necesaria la fluidez, y por ello resulta medianamente jugable. Sin duda es un paso de gigante respecto a las monótonas entregas anteriores, cuyo sistema de juego no se adaptaba nada bien al concepto detrás del Splinter Cell original.