Análisis de Viva Piñata: Pocket Paradise (NDS)

Los responsables de clásicos como la trilogía Donkey Kong Country o la serie Banjo Kazooie, Rare, sorprendieron a propios y extraños con el lanzamiento de Viva Piñata para Xbox 360 –con un adaptación posterior para compatibles-, un divertido título de gestión de jardines que ofrecía una experiencia de juego totalmente distinta a la que este estudio británico nos tenía acostumbrados. No en vano, disfrutamos de un juego en el que nuestra máxima consistía en atraer a un variado grupo de piñatas, que en este caso tenían forma de entrañables animales, para lo cual debíamos diseñar un entorno idílico que lograra que estos simpáticos seres se establecieran en el mismo.

Con un desarrollo de la acción por norma pausado, aunque en ocasiones podía llegar a ser estresante, y un sistema de juego más complejo de lo que podría parecer a simple vista, la llegada de este título a Nintendo DS parecía toda una utopía; al menos respetando al máximo sus bases jugables. Sin embargo, Rare ha demostrado con este Pocket Paradise que la fórmula de Viva Piñata puede funcionar a la perfección en la portátil de doble pantalla de Nintendo. Veamos por qué.

Mismas opciones

Si hace unas semanas ya os comentamos que Rare pretendía trasladar a Nintendo DS Viva Piñata con todas sus opciones jugables intactas, con el juego en nuestras manos hay que decir que han cumplido su objetivo con creces. Principalmente, porque al margen de las lógicas diferencias técnicas, la mecánica de juego es idéntica a la del título de Xbox 360, aunque con un sistema de control realmente atractivo que gana muchos enteros gracias al empleo de la pantalla táctil de la portátil. Y decimos esto porque a la hora de diseñar nuestro particular paraíso, tanto la disposición de las herramientas de trabajo como el empleo de las mismas resultan opciones realmente intuitivas y sencillas de poner en práctica lo que logra, como os podéis imaginar, que desde el primer momento disfrutemos del planteamiento jugable que ofrece Viva Piñata sin necesidad de pelearnos con un sistema de controles complicado.

Así pues, de nuevo disfrutaremos de un divertido título de estrategia y gestión en el que tendremos que hacer uso de varias herramientas, objetos y semillas para diseñar un pequeño paraíso en el que acoger a todas las piñatas que se acerquen al mismo. Para ello, como recordarán los aficionados al original, tendremos que cumplir determinadas tareas que se irán complicando más y más progresivamente, dependiendo claro está de las exigencias de las piñatas. De este modo, las habrá que con una pequeña parcela de césped o agua se establecerán en nuestro paraíso, y otras que necesitarán comerse antes a otras piñatas o determinados frutos y flores para hacerlo. Por otro lado, si atraer a estos simpáticos seres a nuestro entorno y lograr que se queden a vivir en el mismo no será una tarea sencilla, conseguir que también se enamoren entre sí y tengan descendencia será otro gran reto.

En este sentido, una vez hayamos logrado que dos piñatas se enamoren, algo que conseguiremos realizando determinados retos similares a los comentados anteriormente, pasaremos a disfrutar de las ya clásicas danzas del amor, extraídas directamente del título original –se nos muestran en forma de vídeo- sin necesidad de pasar antes por los sencillos minijuegos vistos en Xbox 360, que a la larga se tornaban extremadamente repetitivos. Eso sí, debido a esto, perderemos una de las fuentes de ingresos más importantes del título original, algo que ralentiza en cierto modo nuestros progresos en Pocket Paradise. En este punto hay que remarcar que llevaremos a cabo la mayoría de nuestras acciones invirtiendo una determinada cantidad de monedas de chocolate que obtendremos ocultas tras los desperdicios que eliminaremos a golpe de pala, o vendiendo piñatas, flores o alimentos –también cumpliendo desafíos especiales, como enviar a algunas de nuestras piñatas a la gran ciudad-.

Acudiendo a las tiendas de varios de los habitantes de este divertido universo, podremos adquirir mejores herramientas con las que trabajar, comprar un importante repertorio de semillas para plantar todo tipo de árboles frutales, hortalizas o plantas con las que adornar nuestro paraíso, e incluso ordenar la caza de determinadas piñatas para así obtenerlas de una forma más rápida –aunque antes tendremos que haber atraído a una de su especie por los métodos tradicionales-. Por supuesto, el comprar los hogares para estos entrañables animales también nos saldrá caro, lo que deja clara la importancia del dinero en Viva Piñata y la necesidad de gestionar bien nuestros recursos. No en vano, un mal planteamiento puede lograr que las piñatas que se odian se peleen constantemente poniendo en peligro la estabilidad de nuestro paraíso, ya que este tipo de enfrentamientos dará pie a que las piñatas malas –que podremos transformar con el tiempo-, y el temible Pester, que aniquilará a las piñatas enfermas y destrozará nuestro paraíso, campen a sus anchas por el jardín.

Por lo tanto, como podéis comprobar, todo lo visto en Xbox 360 se mantiene intacto en Pocket Paradise, aunque con ligeros matices que por un lado logran que el juego sea más directo en determinados aspectos, y otros que en cierto modo ralentizan algo nuestros avances.

Directo y sencillo

Obviando el apartado técnico y el nuevo sistema de control, que son los aspectos que más han variado con respecto al original, y de los que hablaremos a continuación, Pocket Paradise incorpora leves novedades destinadas a mejorar la experiencia de juego haciendo que el desarrollo de la acción sea más directo. De este modo, por ejemplo, cada vez que acudamos a una tienda las opciones de compra y venta aparecerán inmediatamente sin necesidad de escuchar a los dependientes contándonos su vida, lo que al final ralentizaba innecesariamente la acción. Por otro lado, también se ha modificado el sistema de fertilizantes, con los que logramos mejorar la calidad de nuestras plantas, árboles y hortalizas, y simplificado la enciclopedia para que, aún mostrándosenos todos los detalles básicos de cada piñata (las tareas a cumplir para lograr que se instalen en nuestro jardín o se enamoren, el tipo de piñata, etc.), sea lo más sencilla posible y lo tengamos todo a la vista.

Todos estos aspectos, unidos al sencillo sistema de control de Pocket Paradise, logran que disfrutar de este Viva Piñata sea una experiencia realmente agradable y sencilla ya que los únicos obstáculos con los que nos encontraremos serán aspectos puramente jugables, y no derivados de un mal sistema de control o un mal planteamiento jugable. Sin embargo, sí es cierto que el desarrollo de la acción se torna en muchos casos excesivamente lento, sobre todo al inicio de la partida, donde pasaremos un buen rato con las piñatas básicas esperando a conseguir los recursos necesarios para ampliar el jardín con nuevas construcciones o plantas. En este sentido, se ha perdido en cierto modo ese aspecto de constante descubrimiento que vimos en el título original de Xbox 360, ya que mientras en el original no dejábamos de ver como nuevas piñatas se acercaban a nuestro jardín, y nosotros no dejábamos de construir y diseñar para lograr que se asentaran o enamoraran, en esta ocasión, todo parece desarrollarse de forma más lenta, algo que tal vez no case tanto con la filosofía de las portátiles. Eso sí, es algo que sin duda beneficiará a los usuarios nóveles, que no se sentirán abrumados ante los problemas derivados de recibir de golpe a un gran número de piñatas distintas.

Pero el mayor logro de este Pocket Paradise, por encima incluso de haber trasladado a Nintendo DS de forma totalmente fiel el juego visto en Xbox 360, es el nuevo sistema de control con el que nos encontraremos. Gracias a la pantalla táctil de la portátil, podremos realizar todas las acciones del juego con una sencillez pasmosa, algo que como decíamos anteriormente nos va a permitir dedicarnos en cuerpo y alma a lo que de verdad importa, que es el diseñar un jardín perfecto. De este modo, gracias a unos sencillos menús desplegables, a los que accederemos pulsando sobre el icono correspondiente en la parte superior de la pantalla –cada uno representa un tipo de herramienta concreta, con las opciones de cada una de las mismas, o de ayudantes-, podremos realizar cualquier acción en cuestión de segundos sin pasar por tediosos menús o realizar complicadas combinaciones de botones.

Al respecto, hay que remarcar que todas las acciones las podremos realizar haciendo uso únicamente del lápiz y la pantalla táctil, si bien es cierto también podremos usar la cruceta para controlar la cámara, y los botones de la portátil para acceder a determinadas opciones de forma rápida como son la enciclopedia, por ejemplo. Dicho esto, también hay que destacar lo bien empleadas que están las dos pantallas de la portátil, ya que mientras controlamos toda la acción en la pantalla táctil, en la superior se nos mostrarán todos los detalles referidos a las piñatas u objetos que hayamos seleccionado. De este modo, sabremos en todo momento qué requisitos debemos cumplir para que la piñata seleccionada se establezca en nuestro jardín o se enamore, y los progresos alcanzados con las mismas -si se han comido ya a otras piñatas o frutas, etc.-. Por otro lado, podemos además intercambiar su posición en la pantalla para poder interactuar con esta interfaz accediendo, por ejemplo, a la enciclopedia, en la que se nos darán detalles de todos los personajes, piñatas, y opciones que ofrece este Viva Piñata: Pocket Paradise.

Al final, gracias a este sistema de control, que se asemeja muchísimo al que veríamos en cualquier juego de estrategia en compatibles, podremos diseñar nuestro particular paraíso sin ningún problema realizando acciones tremendamente intuitivas. De este modo, si lo que deseamos es crear un estanque, simplemente tendremos que seleccionar la pala adecuada –el puntero se transformará entonces en dicha herramienta- y comenzar a golpear levemente sobre la táctil, mientras que para cubrir el suelo fértil con un tupido césped deberemos deslizar el lápiz sobre la pantalla. Eso sí, en ocasiones, cuando queremos seleccionar un objeto o piñata que se encuentra cerca de otros elementos, es posible que nos encontremos con ciertas dificultades para seleccionarlo correctamente, si bien es cierto se trata de un mal menor dentro de todas las posibilidades de acción que se nos brindan con una interfaz tan sencilla y completa.

El jardín de tus sueños

Aparte de todo lo comentado anteriormente, Viva Piñata: Pocket Paradise incluye más novedades. Por un lado, aprenderemos los conceptos básicos del juego completando una serie de doce episodios en los que varias piñatas nos propondrán superar determinados retos. Los cuatro primeros episodios serán obligatorios para todo el mundo, mientras que los restantes se nos presentarán a lo largo de la partida dentro del modo Jardín, pudiendo o no aceptar los desafíos –básicamente nos proponen superar retos a los que nos enfrentaremos a partir de ese momento, como el convertir a una piñata mala en un entrañable animalito-. También, el modo Terreno de pruebas se alza como otro de los principales atractivos del juego.

Iniciaremos nuestras andanzas en esta modalidad de juego indicando el tipo de terreno sobre el que queremos crear nuestro jardín, pudiendo convertirlo en un lugar con predominancia de agua, con pocas zonas verdes y muchos árboles, etc. Hecho esto, y ya dentro del propio jardín, tendremos libertad absoluta para diseñar el entorno que prefiramos sin los problemas monetarios, y con la posibilidad de usar todas las piñatas, construcciones, y objetos desbloqueados en el modo Jardín. Por lo tanto, ésta es una forma más de poder disfrutar de este fantástico título sin el estrés que genera en muchos casos la falta de recursos para sacar adelante el jardín. Además, es otra forma más de apreciar el magnífico trabajo llevado a cabo por Rare a nivel técnico.

Si ya en Xbox 360 Viva Piñata se trata de uno de los títulos más punteros a nivel gráfico, en Nintendo DS Rare ha vuelto a realizar un trabajo brillante. Por un lado, destaca el nivel de detalle alcanzado en todos los elementos del juego: desde los bonitos entornos en dos dimensiones sobre los que trabajaremos, a las piñatas, pasando por las construcciones que levantaremos o el variado repertorio de plantas y árboles que podremos repartir por el jardín. Pasear por nuestros jardines resulta una experiencia francamente fascinante gracias a la vida que se respirará en los mismos. No por nada, montones de piñatas se moverán de un lado a otro de forma natural mientras disfrutamos de días soleados en los que los colores vivos que impregnan todo el juego brillan con luz propia, o vivimos la serenidad de la noche con nuestras piñatas durmiendo en sus casas mientras los grillos nos deleitan con su particular música.

Efectos como la niebla en los amaneceres, o el ver como todas nuestras acciones tienen una respuesta inmediata en el entorno son también otros de los aspectos más llamativos del juego. También, se han incluido varios vídeos extraídos directamente de la serie de televisión para presentar los diversos episodios que tendremos que superar, y las citadas danzas del amor que se mostrarán igual que en Xbox 360. Elementos que se combinan a la perfección con las fantásticas melodías del músico Grant Kirkhope, que de nuevo vuelve a deleitarnos con una serie de piezas que se adaptarán al momento del día en el que nos encontremos, y que nos animarán a seguir perfeccionando nuestro jardín.

Aún así, lógicamente, vivir todo esto en Xbox 360 continúa siendo más satisfactorio que en Nintendo DS ya que una de las virtudes del juego original radica en representar de una forma tan creíble, dentro de lo que cabe, la vida de estas piñatas con forma de animales –no resulta nada raro sonreír ante el comportamiento de estos seres-. Pese a ello, como decimos, Pocket Paradise se trata de un título sorprendente a nivel técnico que sorprenderá a más de uno por el nivel de detalles alcanzado. No en vano, ver un jardín prácticamente terminado con varias casas, muchas piñatas moviéndose por la zona, y un variado repertorio de flores y árboles es algo fantástico.

Un juego especial

Como en Xbox 360, Viva Piñata: Pocket Paradise se trata de un gran juego de estrategia y gestión que sin duda gustará a los aficionados al género. Sin embargo, como ya ocurría con el título original, estamos ante un juego que puede no casar con los gustos de determinados usuarios. En este caso, esta obra de Rare no plantea un objetivo final más allá de crear un gran jardín, aumentar nuestro nivel como jardinero, y atraer a todas las piñatas posibles –con nuevas incorporaciones con respecto al original-. Por lo tanto, habrá jugadores que se sientan perdidos ante esta falta de objetivos claros.

También, ese arranque tan lento que presenta el juego puede echar para atrás a más de uno ya que como decíamos, podremos pasarnos un buen rato controlando a las mismas piñatas sin visos a ampliar nuestro pequeño paraíso. Eso sí, superado este tramo, disfrutaremos de un constante período de descubrimientos y nuevos desafíos que nos mantendrán pegados a la portátil mientras tratamos de solventar situaciones críticas, que de nuevo desatarán el caos en el jardín, o nos relajamos observando cómo nuestras piñatas viven su propia vida. En definitiva, estamos ante un título imprescindible para cualquier aficionado a la estrategia que sin duda disfrutarán de lo lindo con esta propuesta de Rare para la portátil de Nintendo.