Análisis de Shantae: Risky's Revenge DSiW (NDS)
El Shantae original es un título prácticamente desconocido, pero más que sobresaliente, que llegó a Game Boy Color en el año 2002 al mercado estadounidense, y jamás fue distribuido en Europa, posiblemente porque Game Boy Advance ya estaba acaparando el mercado y ninguna distribuidora decidió apostar por él. El proyecto era una de esas apuestas unipersonales, firmadas por Matt Bozon, algo que hoy en día apenas podemos ver algunas apuestas independientes.
Se habló mucho de una entrega para, justamente, Game Boy Advance, pero el proyecto cayó en el olvido, y ha sido ahora, gracias a DSiWare, cuando nos llega este juego. Una de las cosas que nos llamará la atención es su precio: 1.200 puntos (12 euros), por encima de los más caros que habíamos visto hasta ahora.
Pero hay una buena razón para ello: se trata de un juego con vocación de ser título "completo", de distribución tradicional, que iba a distribuirse en tres entregas descargables, pero que finalmente ha llegado en una única entrega. Y algo más: es sublime.
En DSiWare tenemos algunos puzles magníficos, algunos plataformas muy interesantes, y, en general, propuestas realmente atractivas, pero lo cierto es que Shantae: Risky's Revenge está, simplemente, a otra escala. Como juego descargable está mucho más allá de lo que se encuentra en el catálogo digital de la portátil, y como título de Nintendo DS, en términos absolutos, está a la cabeza, y es uno de los grandes de la plataforma.
Puede parecer que estamos exagerando en su calidad, pero lo cierto es que todo aficionado a las plataformas quedará embelesado con lo que se le ofrece en el título. Siguiendo la línea del original, nos encontramos con un juego de plataformas que no teme añadir otros elementos, como la exploración y la acción, en una fórmula que muchas veces nos recuerda a la saga Metroid, y eso siempre es bueno. Además, esta continuación depura mucho más la fórmula, con una excelente progresión en la exploración, y unos controles refinados y precisos que van más allá de lo que ofrecía la veterana portátil de 8 bits. Eso sí, la combinación de géneros se inclina algo más en esta ocasión hacia la exploración y la aventura, incluyendo diálogos con personajes secundarios, aunque, por desgracia, el juego no está en castellano.
Hay un componente de progresión del personaje a través de mejoras para sus ataques y habilidades, pudiendo comprar esas mejoras según avanzamos en la aventura. Del mismo modo, se pueden adquirir objetos, incluyendo recursos mágicos e ítems de recuperación, que nos serán muy útiles para progresar con éxito en las partes más avanzadas y complicadas de la aventura. Además, Shantae puede transformarse en diversos animales a través de la magia sus danzas del vientre, lo que le concede habilidades específicas.
Así, si se convierte en un mono, es posible que alcance sitios de otra manera inaccesibles. Otras son más ofensivas, pero en general todas se orientan a la exploración mediante la adquisición de habilidades que nos permiten, claro, llegar a zonas antes inalcanzables, sino también volver sobre nuestros pasos para descubrir secciones nuevas. Se da un notable equilibrio entre habilidades mágicas y de combate, mostrando una refinada jugabilidad, muy bien trazada, en la que acción, exploración y plataformas se retroalimentan.
En el campo visual se ha apostado por un estilo bidimensional de sprites clásicos, opuesto a lo hecho en New Super Mario Bros., por ejemplo, que nos lleva a la época dorada de las 16 bits. Algunos pasajes, de hecho, nos han recordado muy especialmente a juegos tan preciosistas como Aladdin, y eso que hay una notable limitación de la memoria disponible para almacenar el juego en este formato de distribución digital. Y, sin embargo, no da sensación alguna de haberse visto capado en su alcance: bonitos y coloridos gráficos, buen surtido de personajes, animaciones muy cuidadas, múltiples planos de scroll… pasaría perfectamente por un juego de distribución tradicional. El buen resultado técnico se ve respaldado, asimismo, por un cuidado trabajo artístico, que encuentra su inspiración en los elementos de fantasía oriental, como si fuera un viaje al mundo de Aladino o Alí Babá, con sus palacios, desiertos, genios, y mucho más.
Se podría pensar que, por tanto, la música ha sido la perjudicada… pero no es así. De hecho, estamos ante una estupenda banda sonora de estilo también arábigo, atractiva y absorbente, capaz de crear diferentes atmósferas en función de los escenarios y situaciones. Los efectos sonoros, en la misma línea, son variados, contundentes y conforman un apartado sonoro que nos muestra qué puede dar de sí la consola en este terreno, estando a la par de las producciones más cuidadas.
Conclusiones
De vez en cuando sale un juego que hace que se deban reevaluar los planteamientos y límites de una plataforma o consola. Son juegos que destacan por su calidad jugable, sí, pero también por los logros que alcanzan en lo técnico. Shantae: Risky's Revenge es ese juego en DSiWare. Sí, Nintendo DS es capaz de más si los programadores cuentan con muchos más megas, pero lo cierto es que este juego está a su altura y, desde luego, le saca varios cuerpos de ventaja al resto del catálogo digital de la portátil. Añadamos a esto sus refinados controles, excelente progreso, acertada combinación de géneros, y encanto en todos y cada uno de sus aspectos. El resultado final es encomiable.