Análisis de Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo (NDS)
Coincidiendo con el estreno de la tercera entrega de Piratas del Caribe, Disney Interactive Studios y el equipo de desarrollo Amaze Entertainmet nos ofrecen la adaptación de la película a Nintendo DS con un buen resultado, pese a lo que en principio cabría esperar dado el nefasto historial de adaptaciones cinematográficas con la que nos hemos encontrado durantes todos estos años. Sin embargo, como decimos, el equipo encargado de dar forma a este juego para la portátil de Nintendo DS ha sabido aprovechar al máximo las cualidades de la consola, ofreciendo un divertido plataformas que nos permitirá recorrer algunos de los parajes más importantes del taquillero film.
Tras un intenso inicio a modo de tutorial en el que se nos desvelará todo el final de Piratas del Caribe 2, nuestra aventura dará comienzo a bordo de un barco capitaneado por Barbossa. Nuestra primera misión será la de hacernos con los fragmentos de mapa que nos permitan viajar al reino de Dave Jones, para lo cual tendremos que explorar concienzudamente cada escenario hasta dar con el cofre que esconda dichos fragmentos.
Antes de adentrarnos en las batallas, no obstante, podremos pasear por el barco para practicar nuestras dotes como espadachín, cambiar de personaje, revisar los fragmentos de mapa acumulados hasta el momento y montarlos usando la pantalla táctil llegado el momento, e incluso jugar al mentiroso, el curioso juego de dados que parece copar todas las fiestas de los piratas, y que se nos presentó en la segunda película de esta trilogía.
En lo referente al sistema de control, en Piratas del Caribe 3 usaremos la pantalla táctil únicamente para superar una serie de minijuegos como los que nos encontraremos al intentar forzar la cerradura de los cofres (deberemos trazar una línea antes de que el mecanismo de cierre la corte), o al abrir puertas mediante un sistema de poleas. También deberemos batirnos en duelos de espada usando la pantalla táctil, destacando en este caso el control que resulta de lo más intuitivo. Y es que en estos casos, únicamente deberemos trazar sobre la pantalla el tipo de estocada que vamos a realizar (conforme avancemos en la aventura descubriremos nuevos golpes), y cubrirnos los ataques del contrario bien con la cruceta, o con los botones principales de la portátil. Cuando el nivel de salud del contrario esté bajo mínimos en pantalla aparecerá un indicador que nos marcará el movimiento que deberemos realizar para desarmar al contrario, muy del estilo a lo visto en Castlevania: Dawn of Sorrow también para Nintendo DS.
Fuera de estas opciones, deberemos avanzar por los escenarios usando la cruceta y los botones de la portátil, destacando también en este caso lo intuitivo del sistema de control. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de determinadas acciones. Y es que como comentábamos al inicio de este artículo, Piratas del Caribe 3 se trata de un juego centrado casi exclusivamente en las plataformas, por lo que constantemente saltaremos de un lugar a otro intentando no caer en las mortales trampas, treparemos por muros, usaremos cuerdas para llegar a otras zonas, y por supuesto sufriremos las clásicas plataformas móviles con obstáculos de por medio.
Y será en este tipo de situaciones donde más problemas encontraremos ya que en el juego resulta muy difícil saber en qué posición se encuentra la plataforma en cuestión con respecto a nuestro personaje. Al estar ante un título en dos dimensiones con profundidad (la superficie sobre la que nos movemos no es una línea recta sino que nos permite desplazarnos tanto de manera horizontal como vertical), en ocasiones podemos saltar pensando que caeremos sobre una plataforma para después descubrir que la plataforma en cuestión se encontraba unos centímetros más abajo de nuestra posición. En este sentido, la posición de la cámara en determinados puntos nos puede jugar muy malas pasadas, por lo que en más de una ocasión saltaremos a ciegas rezando para caer en el lugar adecuado.
Otro aspecto negativo a destacar lo encontramos en la simplicidad de los combates, ya que todos se resolverán de forma similar: machando los botones. Nuestros protagonistas contarán con un arma principal que usarán constantemente para terminar con la vida de los rivales, pudiendo romper los bloqueos con potentes patadas, o haciendo uso también de una serie de armas secundarias que recogeremos a lo largo de nuestra aventura (solo podemos llevar una a la vez) y que consumirán energía, lo que lógicamente nos obligará a racionalizar su uso. El problema, como decimos, radica en la extremada simplicidad con la que nos encontraremos, ya que a prácticamente todos los enemigos los derrotaremos pulsando sin parar el mismo botón. Y aunque estemos ante un juego de plataformas, el hecho de que haya tantos enemigos entre medio lo único que consigue es volver algo tedioso el desarrollo de la acción, ya que al final terminaremos hartos de pulsar una y otra vez el botón de ataque sin cesar. Todo cambia cuando nos batimos a duelo contra los jefes del juego, que sin resultar tampoco combates demasiado complejos, sí serán enfrentamientos mucho más entretenidos e interesantes.
También resulta muy notable la forma de plantear cada uno de los escenarios del juego ya que en Amaze han optado por presentarnos unos niveles muy lineales, lo que no resulta tan positivo, en los que habrá una serie de objetos ocultos que solamente podremos conseguir si hemos logrado antes hacernos con las armas o ítems necesarios para sortear los obstáculos que se nos presentarán. De este modo, podemos recorrer en un primer momento un escenario y completarlo sin problemas, aunque por el camino nos habremos encontrado con una serie de cofres fuera de nuestro alcance protegidos por obstáculos insalvables. Para superar estos desafíos deberemos usar los ítems que obtendremos en nuestra aventura y que quedarán guardados en el inventario. Así pues, una vez nos hayamos hecho con la antorcha, por ejemplo, podremos usarla siempre que queramos para prender fuego a los obstáculos que nos bloqueen el paso, o para activar nuevos mecanismos encendiendo determinados puntos de luz. Este hecho, lógicamente, dota al juego de un elevado nivel de rejugabilidad siempre que estemos dispuestos a recorrer más de una vez cada escenario del juego, ya que en este caso los premios serán lagrimas de Calipso, con las que podremos mejorar nuestro nivel de vida y energía, o nuevos fragmentos de mapas que nos permitirán visitar más zonas de juego.
Además en cada escenario nos encontraremos con algún que otro puzle que deberemos resolver explorando concienzudamente el entorno, lo que sin duda dota al juego de una mayor variedad. El problema, como explicábamos, radica en que los combates llegan a resultar extremadamente pesados, a pesar de la destacable cantidad de objetos que podremos usar en las batallas (dagas venenosas, látigos, bombas, etc.), y algunas fases de plataformas desesperarán a más de uno por los citados errores a la hora de situar a nuestro protagonista en la misma posición que la plataforma en cuestión (y son problemas derivados en la mayoría de casos por el juego de cámaras).
Otro aspecto poco trabajado en el juego lo encontramos en la inteligencia artificial de los enemigos, lo que de nuevo viene a resaltar todavía más ese tono de monotonía que caracterizará a los combates. Y es que no será nada raro encontrarse con enemigos que nos darán la espalda inexplicablemente, lo que lógicamente nos permitirá atacarles y vencerles sin problemas, u otros que se limitarán simplemente a acercarse muy lentamente a nuestra posición mientras nosotros les destrozados con nuestras armas. Por lo tanto, ya que los desarrolladores han querido dotar a los combates de un gran protagonismo en la aventura, podrían haber trabajado mucho más este aspecto, ya que a la larga las batallas se tornarán de lo más tediosas, lo que puede echar a más de uno para atrás a la hora de rejugar algunas de las fases del juego.
A nivel gráfico, sin embargo, Piratas del Caribe 3 sí ofrece un acabado más notable; al menos en lo que a los entornos se refiere. Y es que los escenarios por los que nos moveremos destacarán por poseer un elevado nivel de detalles, así como por su variedad (recorreremos una gran cantidad de parajes ambientados en la película). La parte menos vistosa la encontraremos en el modelado de los personajes del juego, que no poseen un nivel de detalle tan elevado, pero que al menos sí mostrarán unas buenas animaciones que nos harán olvidar su horrendo aspecto en algunos casos. Además, todo se mostrará con una gran suavidad, por lo que en general nos encontramos ante un título notable a nivel gráfico. No así en lo referente al apartado sonoro, ya que los desarrolladores han prescindido de la banda sonora de las películas (se usan un par de temas) para ofrecernos unas melodías de lo más repetitivas y genéricas a lo largo de toda la aventura. Lo peor es que incluso en las secuencias cinemáticas en las que se nos narra la historia la música seguirá sonando como si estuviéramos en medio de la partida, lo que llega a ser incluso molesto. También cabe resaltar que no habrá voces en el juego, salvo pequeñas frases en inglés que los protagonistas o villanos lanzarán en medio de las batallas. Por último, los efectos sonoros para representar el entrechocar de espadas o las explosiones mostrarán un acabado más que correcto, lo que en definitiva nos deja con un apartado sonoro muy mediocre en lo referente al acompañamiento musical, pero bastante aceptable en el resto de aspectos.
En definitiva, Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo se trata de un buen plataformas que sin duda gustará a los aficionados a esta saga cinematográfica. El desarrollo de la acción, pese a que puede llegar a ser muy repetitivo en determinados momentos, resulta bastante entretenido dado los desafíos que se nos irán presentando y al interesante uso que se le ha dado a la pantalla táctil. Sin embargo, los aburridos combates y el resto de fallos citados con anterioridad lo alejan de los grandes del género, aunque sí cabe destacar que se trata de una buena adaptación al mundo del videojuego de una película, algo a lo que estamos poco acostumbrados. También, por último, cabe resaltar que esta creación de Amaze ofrece opción de juego multijugador, lo que nos permitirá disfrutar de duelos contra otros usuarios a través de la conexión inalámbrica de la portátil, o jugarnos nuestros ahorros en el citado Mentiroso. Por lo tanto, su duración puede verse alargada considerablemente dependiendo de lo que disfrutemos con estas opciones.