Análisis de Nintendo Touch Golf: Birdie Challenge (NDS)
Siempre repetimos que la pantalla táctil de Nintendo DS tiene grandes posibilidades para jugar de forma diferente a juegos que hasta ahora se jugaban con un pad, y Nintendo lleva un año demostrando que así es, con todo tipo de juegos que han usado la pantalla táctil no como añadido curioso, sino como centro de toda la jugabilidad. En esta ocasión la pantalla táctil cambia la forma de jugar a un tipo de juego poco habitual en consola pero con su legión de seguidores: el Golf. Se acabó medir la potencia con pads analógicos, ahora tendremos que hacerlo con nuestro pulso, trazando la línea de nuestro swing con firmeza para hacer hoyo en el menor número de golpes posible.
Touch Golf: Birdie Challenge se trata de un juego muy divertido donde, usando la pantalla táctil para golpear la pelota, jugaremos en multitud de campos con sus correspondientes 18 hoyos, realizados en tres dimensiones.
Al contrario de lo habitual, el juego no está protagonizado por Mario ni cuenta con gráficos desproporcionados, sino que nos ofrece varias opciones para configurar a nuestro jugador –no solo a nivel físico, sino también de "comportamiento", y cuenta con un apartado gráfico completamente tridimensional y realista. El motivo es que Nintendo únicamente distribuye el juego en Europa, ya que ha sido desarrollado por otro estudio, no asociado a Nintendo, en Japón.
Pocas cosas pueden decirse sobre la jugabilidad, aparte de comentar sus opciones de juego –modos variados, tanto con rivales como sin ellos, campeonatos, etc...- y sus opciones multijugador, de las que hablaremos más adelante. Más allá del uso del stylus, sigue tratándose de un juego de golf, deporte de mecánicas ya conocidas. Sin embargo, Touch Golf se hace extraordinariamente divertido gracias al uso del Stylus. A la hora de planear nuestro tiro el juego, como de costumbre, elegirá un punto de objetivo predefinido y un palo para llegar a esa cota, pero nosotros podremos indicar el objetivo del tiro usando el stylus, y también cambiar de palo; ése es el primer paso, tras el cual pasaremos a la pantalla de Swing.
En esta pantalla, clave del juego, se nos muestra la bola y el palo, con una línea indicándonos hasta donde deberíamos apartar el palo antes de golpear la bola para que nuestro golpe llegue al objetivo óptimo. La mecánica de golpear la bola es extremadamente sencilla pero también compleja. Deberemos hacer un "drag and drop", es decir, tocar la zona de golpeo del palo con nuestro stylus, moverla hacia abajo, y luego volver a moverla hacia arriba. La firmeza y precisión con la que lo hagamos determinará nuestro disparo, es decir, la fuerza, la precisión y el efecto que tendrá. Pues no es lo mismo golpear la bola con una trayectoria de Swing completamente recta, que hacerlo de forma arqueada. En este sentido el juego es todo un reto a la habilidad y, sobre todo, al pulso.
Esta dinámica es sencilla en su concepción y compleja a la hora de dominarla, como también es el resto del juego en general. La decisión de hacia dónde dirigir nuestros golpes es muy importante, teniendo que considerar el tipo de bote que va a tener la bola, y más tratándose del green, dividido en pequeñas zonas de inclinación que podremos examinar haciendo zoom. De este modo, en la típica aproximación al green podremos planear hacia dónde lanzar la pelota para que su bote y su trayectoria posterior nos beneficien lo máximo posible. Esto hace que el juego sea un simulador bastante interesante, ya que no solo basta con ser hábil manejando el palo (en este caso, el stylus), sino también examinando el terreno.
Aparte de los modos de juego para un solo jugador, Touch Golf cuenta con un interesantísimo modo multijugador en el que hasta cuatro jugadores podrán participar. Lo interesante realmente no es el juego –que ya de por sí es divertido-, sino la integración del Pictochat dentro del multijugador, de forma que podremos comunicarnos con los otros jugadores haciendo dibujos, un detalle muy original que nos preguntamos por qué no se integra en otros juegos, ya que resulta muy divertido. Nada mejor que un dibujo perturbador en la pantalla superior para romper la concentración de nuestro rival.
A nivel gráfico Touch Golf no es ninguna maravilla pero cumple bien, mostrando unos escenarios algo sosos en lo que a nivel de detalle se refiere pero que representan lo justo todo lo que necesitamos ver, ya sean obstáculos, agua, arena o la inclinación. Una lástima lo repetitivo de las texturas. El sonido tampoco es tremendamente variado, con varios efectos para los diferentes tipos de golpes y botes, mientras que la música es meramente ambiental y nada memorable. Como hemos dicho, lo verdaderamente destacable es la excepcional jugabilidad.
Esta jugabilidad de la que hablamos es tremendamente adictiva, porque dada la ausencia de tiempos de carga y la facilidad con la que se juega (usando únicamente el stylus, y pudiendo acelerar las visualizaciones de los tiros moviéndolo por la pantalla), es prácticamente imposible despegarse de la consola. Algo que contribuye mucho en este sentido es la ajustada curva de dificultad con la que cuenta; olvidaos de hacer birdies a las primeras de cambio, porque Touch Golf exige no solo habilidad con el stylus sino también inteligencia a la hora de saber cómo moverlo.
Nintendo Touch Golf: Birdie Challenge es uno de los juegos más originales que han salido recientemente para Nintendo DS, y sin duda el juego de golf más "diferente" que se puede encontrar en el mercado. Quizás con algunos modos de juego más habría ganado más duración. Ante la falta de competencia y la ausencia de un Mario Golf a corto plazo, es la compra más recomendada para los que pretendan emular a Tiger Woods. Además, su facilidad de uso y su deliciosa curva de dificultad harán muy amenos los momentos en los que apetezca jugar nueve hoyos para pasar el rato.