Análisis de Locos por el Surf (NDS)
Las películas de animación, quizás por tener un público tan bien definido dentro de unos límites muy concretos (esto es, un público sobretodo infantil y, por tanto, consumidores masivos de todo producto que tengan algo que ver con sus héroes de la gran pantalla), parecen ser siempre el objetivo de las compañías de videojuegos para crear títulos que, seguramente, se convertirán en éxitos de ventas (al menos durante los primeros meses desde la salida al cine de la película en cuestión). Para ello, cuentan con la misma historia de la película, que en muchas ocasiones sirve como guión al videojuego, el cual (en el mejor de los casos) acaba siendo un calco de la película, pero en versión interactiva…
No es este el caso de Locos por el surf. La apuesta de Ubisoft en esta ocasión ha sido diferente, pero no por ello más acertada. Cuando oímos la palabra "surf" nos vienen a la cabeza grandes hazañas sobre una tabla, surcando olas de gran tamaño y poniendo nuestra vida en peligro… La película, al menos en cuanto a espectacularidad, promete: competiciones de surf, retos entre los grandes campeones del mundo, riesgo y montañas de agua inexpugnables… Al conectar nuestra DS, todas las ilusiones desaparecen: el nuevo juego de Ubisoft no es más que un clon entre tantos otros juegos de carreras de karts, con el gran referente de Super Mario Kart para la veterana Super NIntendo en cabeza, pero esta vez sobre tablas de surf.
Si no sabes qué hacer… haz un juego de karts
El hecho de hacer un juego de carreras de karts sobre la película en cuestión tiene una explicación posible: los juegos de carreras de karts tienen la peculiaridad que pueden unir a diversos personajes de características dispares en un mismo título sin demasiada complicación… Los ponemos todos juntos a competir entre ellos, y ya está: tenemos un videojuego. El problema es que el esquema está un poco demasiado visto, y el hecho de que Locos por el surf no añada nada nuevo al mismo no ayuda a que se convierta en un digno competidor de, entre otros, juegos como el magnífico Mario Kart DS o el Diddy Kong Racing, ambos también para Nintendo DS.
La mecánica del juego es la misma que cualquier juego de estas características: competiremos contra otros siete personajes en un circuito cerrado con nuestras tablas de surf como vehículo, ayudados por una serie de objetos a lo largo del circuito que nos ayudarán a correr más o a entorpecer el camino de nuestros rivales. Tendremos rampas, zonas que aumentarán nuestra velocidad y cajas con armas y artefactos, y nuestro objetivo será, como no, quedar primeros en la carrera.
El funcionamiento de nuestra tabla es simple. Quizás demasiado: una vez hayamos cogido un mínimo de velocidad (cosa que deberemos hacer al principio de la carrera y cada vez que caigamos de la tabla o que nos derriben nuestros contrincantes), nuestra única preocupación será girar a izquierda y derecha esquivando los obstáculos del camino, cogiendo las rampas y las aceleraciones y las cajas de bonificación. Podremos hacer un giro más pronunciado con los botones L y R que, si lo sabemos hacer bien, nos ayudará a coger velocidad en las curvas, o nos hará caer en caso contrario… Y eso es todo en o que respecta al funcionamiento de la tabla: no podremos acelerar ni frenar, estaremos en continuo movimiento mientras permanezcamos encima de la tabla y no deberemos de tener en cuenta el equilibrio ni nada por el estilo. Surfear, por lo visto, nunca fue tan sencillo.
Es cierto que debemos tener en cuenta que, fundamentalmente, Locos por el surf es un título para un público mayormente (si no exclusivamente) infantil. Pero, la verdad, la simplicidad del juego acaba por desagradar al jugador. Veremos olas, lejos en el horizonte y a los lados de la pista, estéticamente muy agradables a la vista, pero sin ninguna utilidad. Las piruetas (uno de los rasgos más espectaculares de la película) se reducen a cuatro posibles, que combinaremos mediante la pantalla táctil al saltar por las rampas que encontraremos en el camino.
A parte de para realizar las piruetas en el aire, la pantalla táctil nos servirá para poco más durante el juego. En medio de los circuitos encontraremos una bonificación que deberemos descubrir para entrar en el llamado modo Armonía, en el que mediante la pantalla táctil deberemos de seguir el mayor número de trazos que se nos planteen en un tiempo determinado. Esto hará que nuestra velocidad aumente y, consecuentemente, también nuestra puntuación en la carrera.
Al principio, contaremos únicamente con cuatro personajes, cada uno con su tabla de surf, con sus características de velocidad, fuerza, giro, etc. y, por tanto, con sus ventajas y sus inconvenientes durante la carrera. Sólo contaremos con una tabla por personaje, pero tanto unos como otros podremos desbloquearlos a medida que vayamos ganando carreras. Tampoco contaremos con demasiados circuitos donde competir al principio, pero también podremos irlos desbloqueando a medida que vayamos avanzando en el juego. Y, puestos a desbloquear, también dispondremos de extras que iremos descubriendo a medida que el juego avance, siendo éstos parte de la galería de imágenes y vídeos sobre la película que el juego nos ofrece.
Modos de juego
Contaremos con dos modos principales de juego: Campeonato y Exhibición. En el primero surfearemos en cinco torneos con varios circuitos cada uno. En total, sumarán más de veinte pistas en todo el juego. Estas competiciones constarán de tres carreras convencionales contra otros siete oponentes y una última carrera en la que se enfrentarán los cuatro finalistas de las anteriores. En ésta última carrera el último corredor de cada vuelta será eliminado hasta que sólo quede uno. Iremos desbloqueando diferentes torneos a medida que vayamos superando los circuitos.
Contaremos con tres grados de dificultad, aunque en un principio sólo podremos jugar en el modo fácil. El modo Campeonato es bastante corto, pero gracias a los grados de dificultad y el resto de elementos desbloqueables la vida del juego aumenta considerablemente.
En el modo Exhibición podremos elegir un circuito al azar entre los que ya hayamos desbloqueado. En éste podremos elegir las características de la carrera que queramos: el número de vueltas para ganar, el número de oponentes contra los que nos enfrentaremos y el estilo de carrera en el que participaremos. Existen varios estilos a elegir: desde la carrera convencional (con las mismas características que en el modo Campeonato) hasta la prueba contrarreloj, sin olvidarnos del Reto al Gran Z, en el que nos enfrentaremos con el mejor surfista del juego (y el más difícil de desbloquear).
Por otra parte, contaremos con un modo multijugador vía wi-fi o mediante la conexión local en el que podremos competir contra hasta ocho jugadores a la vez. El problema es que cada uno de los jugadores deberá tener una copia del juego para poder acceder al modo multijugador, con lo que acceder a dicha experiencia será, sin duda, complicado (sobretodo en el caso de que seamos más de dos o tres jugadores a la vez).
Apartado técnico
El apartado gráfico del juego es digno, los escenarios son bastante detallados y, pese al hecho de que siempre estamos en carreras sobre el agua, los escenarios cambian y son bastante más variados de lo que podría parecer a primera vista: tenemos carreras en zonas portuarias, ríos, playas, etc. En lo que respecta a los personajes, la verdad es que el nivel de detalle se pierde. Hay que tener en cuenta que los personajes del juego son pingüinos, y es difícil diferenciarlos entre sí, sobretodo teniendo en cuenta que durante el juego casi siempre los veremos de espaldas. Además, el nivel de detalle de la pequeña Nintendo DS no es tal como para detallar las sutiles diferencias que existen entre los personajes de la película.
La música, por otra parte, es repetitiva y machacona a más no poder. La banda sonora de la película está repleta de temas marchosos y repletos de buen humor, pero en la adaptación al videojuego la música ha quedado en una sintonía desagradable que acaba repitiéndose demasiado. No es de lo mejor que ha pasado por la DS, desde luego.
En lo que respecta a la jugablidad, es un juego con el que nos haremos desde el primer momento. Pero acabaremos aburridos de su simplicidad, ya que las opciones son escasas y el manejo de las tablas de surf no entraña ningún secreto ni representa ninguna dificultad que debamos superar. Para el jugador experimentado, resultará un juego demasiado fácil y demasiado corto. Realmente, es en la jugabilidad donde más se nota que Locos por el surf es un juego pensado para un público infantil.
Conclusiones
Locos por el surf es un título pensado para un público muy determinado: es un fantástico regalo para los niños a los que les haya gustado la película. No es un mal juego de carreras, pero es demasiado simplón, con muy pocas opciones de juego y, desde luego, no aporta nada nuevo al género. En definitiva, es uno entre tantos videojuegos que aprovechan el filón de una película de estreno para hacerse un hueco entre el público, en este caso, casi exclusivamente infantil.