Análisis de Dracula Undead Awakening DSiW (NDS)
El Conde Drácula ha sido, desde hace unos cuántos años ya, de gran inspiración para muchos: artistas, novelistas, cineastas y, cómo no, creadores de videojuegos. Sin ir más lejos, la saga Castlevania (por nombrar la más representativa dentro del género de videojuegos vampíricos) gira, fundamentalmente, en torno a la figura de Drácula y de aquellos pobres mortales que osan hacerle frente, pese a que siempre, por una razón u otra, aquél vuelva a cobrar vida para, valga la redundancia, cobrarse la vida de sus perseguidores, haciéndoles así la vida imposible a unos cuantos...
Pues bien, una de las últimas apuestas de acción desenfrenada y sin límites de la plataforma de descarga portátil de Nintendo DSiWare basa todo su concepto jugable en combatir contra Drácula y su inacabable ejército de no muertos. Pero olvidad los ingentes mapeados de las aventuras de la saga Castlevania... De hecho, olvidad cualquier atisbo de complejidad, ya que nos encontramos ante un título cuyo sistema de juego es harto simple, tanto que cualquier actividad cerebral a la hora de enfrascarnos en la matanza vampírica será absolutamente innecesaria. Simplemente deberemos de estimular nuestras ansias destructivas y ponernos a matar zombies, esqueletos, vampiros y otros seres de la oscuridad a balazo limpio. Nada más que eso.
En la estela de grandes clásicos de la acción como Robotron: 2084 o Smash TV (o dentro de un margen un poco más actual, la excelente propuesta de acción mata-marcianos Geometry Wars: Galaxies), el control del personaje se asigna a la cruceta de control, mientras disparamos en las diferentes direcciones del mapa pulsando los botones frontales de la consola. También podremos utilizar el lápiz táctil para indicar al personaje en qué dirección disparar, lo que, a todas luces, se nos antoja como mucho más práctico, intuitivo y, en definitiva, efectivo.
Los diferentes escenarios del juego (los cuales no abundan, todo hay que decirlo...) se desarrollan en todas direcciones, con una vista general cenital, lo que hace que nuestro personaje sea el centro de la atención, mientras vemos cómo lo rodean hordas de engendros sedientos de sangre. La verdad es que nuestro héroe tiene cierto estilo, reciclado seguramente del cinematográfico y caricaturizado Van Helsin, pero estilo, al fin y al cabo. Los gráficos del juego, pese a que nos encontramos ante una versión más sencilla de un juego salido previamente para PSP, con una versión para Wii que ha visto la luz simultáneamente junto a la edición que hoy nos ocupa, no están nada mal, aunque pecan de ser un poco repetitivos.
Pero bueno, al fin y al cabo nos encontramos ante un juego en el que, fundamentalmente, hay que matar a centenares de enemigos sin descanso y en el que la partida acaba cuando nuestro héroe pierde toda su salud, a causa de los múltiples ataques enemigos, o cuando nos cansemos y nos dé por apagar la consola. La dificultad crece constantemente en todos los modos de juego y, ciertamente, llegará un punto que será imposible incluso para los jugadores más experimentados. Aún así, superar nuestras propias marcas es un reto interesante por sí solo, y puede hacer que nos enganchemos durante unas cuantas horas al jueguecillo de marras...
A medida que avancemos en cada nivel (entre los que encontraremos un paisaje nevado, un parque tenebroso y uno de los salones del castillo del mismísimo Conde Drácula), irán apareciendo más y más enemigos de diferente condición, cada uno con una forma y un patrón de ataque ligeramente diferentes, aunque todos con el mismo objetivo: llegar hasta nuestra posición para acabar con nuestra vida. Por ello, deberemos de impedírselo con las armas que iremos encontrando en el juego que, ciertamente, son muchas y variadas: pistolas, escopetas, ametralladoras, lanzallamas, lanzagranadas o lanzamisiles poblarán nuestro armamento, entre otros ingenios de destrucción masiva, y cada uno de ellos tendrá sus virtudes y sus deficiencias contra los diferentes enemigos que nos encontremos.
Nos enfrentaremos a licántropos, fantasmas, esqueletos, zombis y toda una caterva inagotable de no muertos, aunque en ocasiones también aparecerá Drácula ante nosotros para acabar de amenizarnos la fiesta. Eso sí, no será excesivamente difícil acabar con él, aunque requerirá de algunos disparos más que el resto de enemigos para caer y desaparecer de nuestra vista. Lamentablemente, no podemos esperar mucho más del afamado Conde, ya que es considerablemente más lento que el resto de nuestros enemigos y sólo cuenta con un ataque en forma de rayo que molesta un poco, aunque no es excesivamente peligroso.
En ocasiones el pequeño tamaño de los personajes y de los objetos puede hacer que los confundamos con el fondo de los escenarios, sobre todo en determinadas zonas más sobrecargadas de colorido, donde las texturas de éstos últimos se prestan a confundir al jugador. Eso puede dificultarnos un poco las cosas, sobre todo cuando estamos en el curso de una aniquilación vampírica especialmente cruenta, rodeados de decenas de enemigos y buscando desesperandamente más munición para nuestro armamento más poderoso entre las texturas del escenario y los restos de nuestros enemigos.
Pero bueno, aún así el juego no nos complica excesivamente las cosas... al principio. A medida que avancemos en el juego, la cosa se irá haciendo cada vez más insoportable, hasta que no podamos más y perezcamos bajo los mordiscos de los licántropos o los incorpóreos golpes de un ejército fantasmal. O hasta que nos aburramos, definitivamente, del juego, ya que, desgraciadamente, la acción se convierte en tedio quizás demasiado pronto, dado que el juego no ofrece demasiadas variaciones sobre un concepto que, de por sí, no goza de demasiada complejidad.
Eso sí: tendremos algunos modos de juego que podremos ir combinando con los diferentes escenarios que nos ofrece el juego. No es que sean muchas combinaciones las que se nos ofrezcan, pero algo es algo. Los modos de juego son Survival, Super Survival, Rush y Wave Attack. El juego, por supuesto, está en perfecto inglés, aunque la verdad es que poco importa, porque apenas hay historia que explicar, y los textos que aparecen en el juego y en los menús son sencillos de entender, incluso para los que el idioma anglosajón les sea desconocido.
El modo Survival nos enfrentará a una oleada continua de enemigos de diferentes condiciones que, por supuesto, deberemos de eliminar a la vez que evitamos, ya que el contacto prolongado con varios de esos seres durante un lapso prolongado de tiempo implicará, inevitablemente, nuestra muerte. Eso sí, a medida que superemos las diferentes hordas de enemigos, iremos mejorando nuestro armamento con nuevas armas, consiguiendo munición y bonificaciones de salud de entre los restos de nuestros adversarios. Periódicamente, podremos activar diferentes mejoras y ayudas, como velocidad extra, mayor potencia de fuego o un aumento significativo en la aparición de objetos e ítems. El modo Super Survival, a efectos prácticos, es lo mismo que el modo Survival, aunque en esta ocasión las ayudas se sustituyen por un limitado número de potenciadores que aparecerán, de vez en cuando, en pantalla.
El modo Rush nos dará la opción de elegir únicamente tres armas para sobrevivir el mayor tiempo posible entre vampiros y no muertos, aunque con munición infinita, eso sí. No obstante, el concepto es exactamente el mismo que en los modos Survival y Super Survival: matar a todo lo que deambule por la pantalla mientras nos queden fuerzas (y munición) para ello.
Seguramente, dentro de todas las modalidades que ofrece el juego, la más interesante sea Wave Attack. En ella, los enemigos irán saliendo de forma más o menos ordenada en diferentes oleadas, cada uno de mayor dificultad que la anterior, aunque con una diferencia fundamental respecto a los otros modos de juego: entre oleada y oleada, podremos adquirir más munición, nuevas armas y bonificaciones de salud en la tienda que surgirá del centro de la pantalla.
Para comprar estos objetos, deberemos de recoger los montoncitos de oro que dejarán caer nuestros enemigos a medida que nos deshagamos de ellos. Esto, claro está, nos hará plantearnos la necesidad de ahorrar en recursos para comprar armas de mayor calibre, así como el hecho de gestionar nuestras ganancias para poder comprar la munición necesaria, o un poco de salud si las últimas oleadas han sido especialmente intensas... Todo ello, de alguna manera, hace de este modo el más interesante del juego y el que, seguramente, más horas nos mantenga enganchados a la consola.
Conclusiones
Dracula: Undead Awakening es un intenso y frenético juego de acción y disparos, pero que poco más nos puede ofrecer. Si bien es interesante para pasar un buen rato sin preocuparse por poco más que aniquilar zombis y engendros del averno, acabará por aburrir pronto al jugador, dado que las opciones que nos ofrece son pocas y, a la larga, faltas de interés. Eso sí, en caso de que nos guste la acción per se, podremos disfrutar del juego sin más reparos, especialmente del modo Wave Attack, sin duda la opción más interesante del título.