Análisis de Dementium: The Ward (NDS)
El género de los juegos de terror no ha sido demasiado cosechado en la portátil de doble pantalla de Nintendo. Aparte de la notable reedición del primer Resident Evil que se realizara para la misma y el sorprendente Dead N Furious, el catálogo de Nintendo DS no poseía más títulos de estas características, pertinentes para hacer pasar un mal rato (eso sí, divertido) a los jugadores que se atrevieran con ellos.
Pero la situación ha cambiado: se ha añadido a la lista Dementium: The Ward, un excelente juego de acción en primera persona con tintes terroríficos muy en el estilo de otros clásicos del género, como Silent Hill. No obstante, ofrece un aporte importante de originalidad al género al que pertenece, además de disponer de un apartado técnico de una calidad sin precedentes en la portátil de Nintendo, hechos que le convierten en una apuesta segura dentro de la miríada de títulos del catálogo de la portátil. Y os aseguramos, sin duda alguna, que no encontraréis otro como él.
Argumento y manejo del juego.
En Dementium: The Ward nos meteremos en la piel de un amnésico, ingresado en un centro psiquiátrico, según parece, en muy extrañas circunstancias. Comenzaremos el juego levantándonos de nuestra cama asustados por una serie de extrañas pesadillas que, en forma de animaciones previas a la acción del juego, servirán como introducción a la aventura. Miraremos a un lado y otro desesperadamente, sorprendidos por el lugar en que nos encontramos, repleto de artilugios médicos y máquinas chirriantes, así como por el ambiente tétrico que nos rodea, acentuado por la aterradora tormenta que se despliega en el exterior y que podemos escuchar a través de las ventanas de la estancia en la que nos encontramos.
Inmediatamente nos percataremos de que el edificio al completo ha quedado a oscuras, probablemente a causa de un fallo general en la instalación eléctrica, razón por la que no podremos ver nada más allá de tres pasos por delante de nosotros. Antes de salir de la habitación en la que nos encontramos, veremos un bloc de notas (que deberemos de recoger para su posterior utilización, como veremos más adelante) con casi todas las páginas arrancadas y una frase muy enigmática apuntada en una de las restantes:
A pesar de la oscuridad reinante, nos será posible percatarnos rápidamente de la gravedad de la situación: las paredes repletas de huellas ensangrentadas, los rastros y charcos de sangre, los restos humanos esparcidos por doquier y el caos imperante, con todo el mobiliario destrozado y apilado de cualquier manera por todas partes, nos dan evidencias muy claras de que algo horrible acaba de suceder. Y pronto veremos algo que hará que sintamos un estremecimiento de pavor: a pesar de la oscuridad reinante, vislumbraremos cómo un enorme y horrible ser sale por una de las puertas del fondo del pasillo en el que nos encontramos, arrastrando a la que parece ser su última víctima, la cual, con el rostro bañado en sangre, nos lanza una mirada agónica, suplicante y horrorizada antes de desaparecer en la profunda oscuridad de la estancia contigua.
Afortunadamente, pronto encontraremos una linterna y una porra pertenecientes a un par de guardas asesinados, tendidos en el suelo y horriblemente mutilados por quién sabe qué ente siniestro. La linterna permitirá que veamos a cierta distancia por delante nuestra, dentro de los límites marcados por el haz luminoso que emite, eso sí. La porra, por el momento, nos permitirá defendernos de los horrores que encontremos a lo largo de nuestra aventura, aunque pronto encontraremos otras armas que nos permitirán atacar a nuestros enemigos desde la distancia, como un revólver y una escopeta, las primeras (pero no las únicas) armas de fuego que encontraremos en nuestro recorrido por el hospital.
El principal problema que se nos plantea durante la acción del juego es que no podremos utilizar la linterna y las armas simultáneamente, debiendo en todo momento elegir entre ampliar nuestro campo de visión o defendernos de los horribles monstruos con los que nos encontraremos en nuestro camino. Este factor no es un descuido de los desarrolladores del título, ni mucho menos: es uno de los elementos que más tensión y nerviosismo producirá durante la partida, ya que en todo momento deberemos de mantener la atención en lo que suceda en pantalla, dispuestos a alternar rápidamente entre la linterna y el arma que deseemos utilizar al menor indicio de presencia enemiga.
Veremos la acción del juego en la pantalla superior de la consola, mientras la pantalla inferior está destinada al manejo de la visión de nuestro personaje mediante el stylus, así como también mostrará nuestro estado de salud, y nos permitirá acceder a algunas opciones dentro del juego, como la de visualizar los diferentes mapas de cada zona del edificio- los cuales se encuentran repartidos en cada una de las zonas correspondientes- o abrir las puertas que se nos permita, así como recoger y examinar los diferentes objetos que encontremos.
Por otra parte, dispondremos de un pequeño cuaderno de notas, del cual hemos ya hablado al comienzo del análisis, en el que podremos apuntar las pistas y los datos que creamos que puedan ayudarnos a resolver los pequeños puzles que nos plantea el título. Estos puzles no serán demasiado complicados, basándose, fundamentalmente, en la exploración de los escenarios en busca de los códigos o llaves necesarias para acceder a estancias que, de otra manera, nos resultarían inaccesibles.
Finalmente, contaremos con un apartado de opciones de configuración que nos permitirá modificar el volumen de la música y de los efectos de sonido del juego, así como los controles del mismo, contando con opciones de manejo tanto para jugadores diestros como para zurdos.
Apartado técnico.
Desde el primer instante de juego, Dementium: The Ward sorprende muy gratamente al jugador por la elevada calidad de sus gráficos, por sus espectaculares animaciones y, sobretodo, por su magnífica ambientación, terrorífica y opresiva a un tiempo. En este sentido, parece mentira que nos encontremos ante un título de Nintendo DS. Los geniales movimientos de cámara durante las secuencias de animación y los espectaculares juegos de luces destacan por encima de todo ello, si bien algunos detalles como la calidad de las texturas a corta distancia o la repetición hasta la saciedad de algunos escenarios y enemigos durante el juego podrían haberse tratado con mayor cuidado. Mención aparte requieren los jefes finales a los que nos enfrentaremos, los cuales han sido realizados con esmero, formando parte de las mejores escenas del juego, con un diseño y una puesta en escena muy notables.
La banda sonora del juego es otro de sus puntos fuertes: nos encontramos ante una serie de composiciones que, además de presentarse como excelentes acompañantes a la tensión inherente a toda la acción del título, son muy notables por sí mismas, y merecen escucharse con atención. La instrumentación de la banda sonora, muy dentro de los cánones de la música del cine de
Por otra parte, contamos con un amplio elenco de efectos de sonido, tanto resultantes de la ambientación sonora propia de cada escenario como producidos por los diferentes personajes del juego, incluyendo al protagonista. Escucharemos gemidos, gruñidos y alaridos por parte de los diferentes monstruos del juego, además de los ruidos y explosiones provenientes de las diferentes armas que utilizaremos durante el juego y el sempiterno latido de nuestro corazón, presente durante toda la aventura, que irá acelerándose a medida que vayamos recibiendo daño de nuestros oponentes. La ambientación sonora, por otro lado, cuenta tanto con sonidos ambientales- como los producidos por la lluvia, los truenos o el viento- como con sonidos creados directamente para ponernos nerviosos, entre los que escucharemos, entre otros, voces, susurros y llantos infantiles bastante inquietantes.
El apartado de la jugabilidad de Dementium: The Ward no podía quedarse a la zaga en la valoración del apartado técnico del título. La implementación del uso de la pantalla táctil con la utilización de los botones y la cruceta de control de la consola es excelente, muy similar a otros títulos de acción en primera persona para la portátil de doble pantalla, como, por ejemplo, el excelente Metroid Prime Hunters. El sistema de menús dentro del juego, por otra parte, es simple y accesible, y, realmente, no crea ninguna molestia al jugador durante la experiencia de juego. El hecho de deber elegir entre usar un arma de nuestro inventario o utilizar nuestra linterna para mejorar nuestra visibilidad puede ser un incordio para algunos jugadores, aunque realmente resulta un elemento muy interesante dentro de la acción del mismo, aumentando exponencialmente la tensión durante las escenas de enfrentamiento contra los diferentes enemigos del juego.
Es una lástima que no se haya añadido ningún tipo de opción multijugador al título, lo que hubiera aumentado significativamente la duración y rejugabilidad del título. Por otro lado, el pobre sistema de guardado durante la partida podrá provocar alguna que otra rabieta de frustración en los jugadores, ya que, pese a que la partida se guardará automáticamente cada vez que salgamos de una estancia y nos metamos en otra, en caso de ser eliminados por algún enemigo se nos obligará a recomenzar el episodio que estuviéramos jugando en ese momento, perdiendo todos nuestros progresos realizados en el mismo hasta el momento.
Conclusiones
Dementium: The Ward es un título muy a tener en cuenta dentro del catálogo de Nintendo DS, no sólo por ser un juego de calidad notable dentro del género de acción en primera persona- género que, por otra parte, no ha sido demasiado explotado aún en la portátil-, sino por su interesante argumento y una ambientación digna del mejor cine de terror y suspense, con situaciones inquietantes, escenas repletas de tensión y algún que otro pavoroso susto que nos hará dar más de un respingo a lo largo de la aventura.