Análisis de Bakugan: Battle Trainer (NDS)
La franquicia juguetera responsable de los coleccionables Bakugan ha vuelto a hacer de las suyas. Unos meses después de que analizáramos el primer videojuego basado en la serie de animación (que, a su vez, está basada en la colección de los dichosos juguetes), aparece ante nuestros ojos una nueva entrega de la serie de reciente éxito (sobre todo entre el público más joven). La pronta salida a la luz de un nuevo título basado en la saga Bakugan nos hace mirar con cautela la propuesta, ya que pocos meses de diferencia lo separan de aquél título que viéramos durante el otoño del año pasado. Y, como podremos comprobar, toda cautela será poca, porque el título que hoy nos ocupa no sólo no tiene nada que ver con el primer Bakugan, sino que poco comparte con el universo del juego, en general, aparte de algunos elementos nimios que sirven para darle el nombre al título, y poco más...
¿Dónde estará mi Bakugan...?
El poco argumento que el juego decide ofrecernos nos mete, de buenas a primeras, en una historia insulsa y sin apenas motor narrativo, en la que controlaremos a Dan, líder de los combatientes Bakugan en la serie de animación, aunque en esta ocasión, por causas explicadas en el juego, falto de toda memoria y de toda habilidad que le permita controlar y dominar a los mostruos y sus múltiples poderes y técnicas. Eso sí, inexplicablemente sólo ha perdido la memoria en lo concerniente a utilizar a los Bakugan, aunque recuerda perfectamente a todos sus amigos e, incluso, el monstruo que le sirviera de inseparable compañero hasta el momento: Drago. Esta pérdida selectiva de memoria hará que tengamos que entrenar de cero todas las habilidades de cada Bakugan, lo que, de alguna manera, servirá de hilo conductor durante el resto del título.
Pero como la narrativa era, seguramente, demasiado frágil, los desarrolladores decidieron añadir un elemento de fatalidad a todo el asunto: un malo malísimo ha raptado a casi todos los Bakugan y los ha encerrado en su nave espacial, por lo que deberemos de tele-transportarnos a su interior cuando hayamos entrenado convenientemente a nuestros compañeros de armas (los que tengamos en nuestra haber, vaya), para combatir contra él e ir liberando, poco a poco, a todos los prisioneros. Una vez hayamos liberado a todos ellos, el juego se acabó. Y no contaremos con un modo multijugador o algún nivel adicional de dificultad para alargar la rejugabilidad o la vida del juego: se acabó, y punto.
¿Sistema de juego?
La verdad es que la presente entrega de la saga parece haber sido sacada al mercado aprovechando el tirón de la serie de animación y de los juguetes, aunque no se ha respetado en absoluto el funcionamiento ni el sistema de juego original, que, de hecho, es el que daría sentido a una nueva entrega de la saga de videojuegos. En este caso, se ha optado por dar una visión de lo que sucede antes de cada combate, aunque el resultado es, definitivamente, poco interesante y bastante insulso en su conjunto.
Comenzaremos la partida con un solo personaje en nuestra sala de entrenamiento, dividida en diferentes espacios, en cada uno de los cuales podemos situar a nuestros Bakugan, según su clase y sus atributos. Para comenzar el entrenamiento de un determinado personaje, deberemos de rellenar por completo su barra de poder mental, para lo cual podremos moverlo con el lápiz táctil por la sala de entrenamiento e ir recogiendo las baterías que aparecerán en nuestro camino. O podremos llevarlo al lugar que le corresponde (según su clase, marcada por el símbolo característico de cada especie Bakugan) y esperar a que su poder mental se recargue automáticamente, opción más que aconsejable cuando empecemos a tener en nuestras manos un buen número de monstruos. Aunque, tranquilos: el juego sólo nos ofrece treinta monstruos coleccionables para recuperar, con lo que no sufriremos falta de espacio ni superpoblación alguna.
Para recuperar el poder mental de un Bakugan, también podremos cuidar de él, conversando con el mismo y respondiendo correctamente a una serie de preguntas sobre el universo Bakugan o jugando a algunos minijuegos. Estos, lamentablemente, perderán todo su interés la segunda o tercera vez que los repitamos, ya que únicamente nos exigirán soplar al micrófono de nuestra consola, pulsar sobre la pantalla táctil con un ritmo determinado o acariciar a nuestro personaje seleccionado con el stylus, siempre de la misma manera, para acariciarlo, hacerlo rodar o botar, debiendo rellenar una barra de energía hasta cierto punto para conseguir el poder mental deseado.
Cuando un Bakugan tenga todo su poder mental al máximo, podremos entrenar con él las habilidades específicas de defensa, combate, destreza, etcétera. Esto lo haremos a través de una serie de minijuegos un poco más interesantes que los más arriba mencionados, aunque tampoco sean una gran maravilla en sí mismos. Deberemos de enfrentarnos a laberintos repletos de trampas, juegos de pulsar rápidamente ítems de un color determinado, así como un minijuego tipo Asteroids en el que deberemos de bloquear las bolas que vengan hacia nosotros con nuestro escudo, e incluso puzle clásico de aquéllos de encontrar tres fichas del mismo color en un tablero repleto de piezas de colores. En fin, una serie de minijuegos manidos que pueden llegar a entretenernos un rato, pero que no justifican, ni mucho menos, la compra del juego. Eso sí, tampoco nos dará mucho tiempo a aburrirnos, ya que el juego dura apenas unas pocas horas, y más de uno podrá acabárselo en una tarde o, a lo sumo, en un par de días.
Por último, una vez que hayamos entrenado a nuestros Bakugan y elegido a los que queremos que entren en combate, podremos ir a la nave espacial y darnos de tortas contra los Bakugan prisioneros, dominados por los poderes y el carisma (inexistente) de nuestro némesis. Cada vez que superemos un minijuego, conseguiremos un ítem que mejorará nuestros atributos y que, ahora en combate, podremos utilizar, aunque sólo podremos utilizar dos en cada enfrentamiento. Para combatir, podremos seleccionar tres Bakugan diferentes, cada uno con una puntuación determinada de Poder-G. A partir de aquí, olvidad lo de lanzar a los Bakugan en un tablero recogiendo ítems y mejoras, porque eso no se corresponde en absoluto con el sistema de juego que veremos.
Todo aquí resulta mucho más sencillo: nuestros Bakugan tienen un determinado número de puntos que deberemos de conseguir que superen a los del enemigo, si queremos vencerle. Si vencemos al Bakugan que tenga una flecha apuntando hacia arriba a su lado, subiremos de nivel. Elegiremos el orden de los Bakugan en el enfrentamiento, y los monstruos irán enfrentándose uno a uno. Si nuestro personaje supera los puntos de su adversario, a base de meterle puntos de mejora (conseguidos en los entrenamientos) y gracias a las ventajas de unos Bakugan sobre otros (según su género y sus atributos), vencerá a éste, aunque los puntos del perdedor se descontarán del Bakugan ganador. Después, otro monstruo entrará en combate, sustituyendo al vencido.
Casi todo sucederá automáticamente durante los combates, hasta el final de los mismos, excepto cuando queramos elegir qué mejoras queremos añadirle a nuestro Bakugan. Alguna que otra animación adornará el combate, aunque al final acabarán por repetirse una y otra vez las mismas escenas (muy parecidas, por cierto, a las vistas en la primera entrega), por lo que preferiremos pasar de ellas para completar los combates más rápidamente.
Apartado técnico
El juego cumple las expectativas a nivel gráfico, aunque se parece peligrosamente a la primera entrega de la saga en la mayoría de los elementos del juego: sin duda, donde más destaca es en el apartado de diseños y animaciones tridimensionales, dado que cada Bakugan cuenta con alguna que otra animación notable y digna de ver, aunque sólo sea una vez (ya que, a partir de ahí, se repetirán con asiduidad). Los grafismos en dos dimensiones del juego no son nada del otro mundo, aunque a buen seguro satisfarán a los seguidores de la saga de animación, ya que representarán fielmente a los personajes más importantes de la misma.
La banda sonora del juego pasa por nuestros oídos sin pena ni gloria, dando un pobre acompañamiento a la acción del juego y sin aportar prácticamente nada más que un cojín sonoro al transcurso de la aventura. Los efectos de sonido no están tan mal, e incluso algunos personajes cuentan con algunas líneas de diálogo hablado, aunque pronto veremos que se repiten una y otra vez a lo largo del combate.
El juego se controla bien prácticamente en su totalidad a través del lápiz táctil, aunque no cuenta con excesiva variedad de opciones y acaba por hacerse excesivamente corto y repetitivo. Por otra parte, el presente título no respeta para nada el sistema de juego original de la franquicia juguetera Bakugan, convirtiéndose en una opción poco recomendable tanto para los seguidores acérrimos de la saga como para los que quieran conocer y darle una primera oportunidad al juego Bakugan.
Conclusiones
Con Bakugan: Battle Trainer os encontramos ante un juego insulso, repetitivo y carente de toda profundidad narrativa o jugable, cosa que ya echaría para atrás a cualquier jugador medio. Pero, además, el juego no respeta en absoluto el sistema original de juego de la franquicia jugable, cosa que sí hacía la primera entrega de la saga. Nos encontramos, por otra parte, con un juego cortísimo, sin multijugador y sin apenas alicientes que potencien no ya su rejugabilidad, sino el hecho de completar la aventura. En definitiva, una propuesta muy poco recomendable, aunque seas un seguidor fanático de la serie.