Análisis de Tom Clancy's Rainbow Six: Shadow Vanguard (iPhone)
La plataforma de descarga de Apple ha demostrado ser una fuente de inspiración para los desarrolladores más avispados. Multitud de títulos nuevos y originales han aparecido en la App Store, nutriendo de esta manera el catálogo del dispositivo y otorgándole al jugador -tanto ocasional como frecuente- multitud de horas de diversión. A primera vista, puede parecer que los dispositivos con iOS están diseñados para videojuegos originales, pero la realidad es que todo tipo de géneros tiene cabida en la plataforma, y si algún escéptico piensa lo contrario sólo tiene que descargarse el videojuego que hoy nos ocupa: Tom Clancy’s Rainbow Six: Shadow Vanguard, o cómo hacer un videojuego de acción en tercera persona divertido para un dispositivo táctil.
La serie no es desconocida para nadie, pero nunca viene mal recordar que la historia siempre se centra en un grupo de agentes que debe realizar misiones por todo el globo terráqueo para evitar que los terroristas se salgan con la suya.
Nada nuevo bajo el sol, y, de hecho, la historia -el modo para un jugador- nos llevará a lo largo de 11 misiones donde tendremos que rescatar personas, aniquilar enemigos, volar dispositivos peligrosos y un largo etcétera que ya hemos visto en las videoconsolas de sobremesa.
El hecho de que el videojuego haya salido en la plataforma de Apple hace que los más clasicistas y acérrimos al mando de control miren con ojos de desconfianza el control táctil de la obra, y es normal, puesto que el control, pese a ser bueno, puede dar algún quebradero de cabeza si no lo dominamos bien y sabemos dónde está cada botón de la interfaz. Para evitar cualquier tipo de complicación, los chicos de Gameloft -encargados de la entrega- nos llevarán de la mano en las primeras misiones a modo de tutorial para familiarizarnos con el control, que, dicho sea de paso, es complejo y divertido de dominar.
Tom Clancy’s Rainbow Six: Shadow Vanguard presenta una interfaz con multitud de opciones. Además de disparar, podremos ordenar a nuestros dos compañeros de equipo que se coloquen en posiciones estratégicas, que limpien zonas determinadas o que nos protejan en los momentos de alta intensidad. Para ello, durante la partida aparecerán diversas opciones que, mediante un simple toque con el dedo, decidirán el transcurso de la misión. Nosotros, por nuestra parte, podremos hacer lo propio: disparar a nuestros enemigos, visualizar qué ocurre detrás de una puerta mediante un dispositivo óptico, marcar enemigos con un sistema similar al de Splinter Cell: Conviction, cubrirnos detrás de paredes, y un largo etcétera.
El control, como decimos, es bastante preciso, pero hay que tener en cuenta que si jugamos en un iPhone o iPod, la visión se reduce por culpa de nuestros dedos, por lo que es frecuente que nos equivoquemos a la hora de realizar una opción. Esto no hace más que acentuar el hecho de que si queremos jugar perfectamente a este tipo de videojuegos deberíamos hacernos con un dispositivo de mayor tamaño, como por ejemplo, un iPad. Como punto flaco del videojuego, hay que destacar que la inteligencia artificial de los enemigos es más bien escasa, y no será raro ver como los propios enemigos esperan su muerte mientras observan cómo nos movemos libremente por el escenario. Las situaciones se repiten bastante y tampoco aportan demasiado a un género que, quizá, le haga falta una vuelta de tuerca para hacerlo fresco y dinámico para el jugador experimentado.
Eso sí, el juego cumple con su prometido, y, por si fuera poco, permite la conexión cooperativa con dos amigos más para realizar misiones codo con codo, un detalle de agradecer y que, sin duda, aumenta el grado de diversión en este apartado. Además, también podremos jugar en partidas competitivas con hasta 10 jugadores, demostrando las habilidades adquiridas en el modo solitario y demostrando quién es el mejor. El problema es que el sistema no se ha optimizado para el juego online, por lo que el lag es una constante pese a contar con una conexión potente, y si a eso se le suma que algún oponente está jugando con una conexión 3G, el videojuego se vuelve inestable y poco divertido.
En definitiva, Tom Clancy’s Rainbow Six: Shadow Vanguard es una buena entrega de la serie, y se ha optimizado bastante bien para los dispositivos de Apple. Los gráficos están a la altura -aunque son ridículos si los comparamos con videojuegos de consolas de sobremesa, evidentemente-, y el sonido gana enteros si jugamos con unos buenos cascos. Lamentablemente las situaciones son bastante repetitivas, y más allá del modo para un jugador no disfrutaremos demasiado si no contamos con una conexión potente y estable. Pese a todo, el conjunto global de la obra es bueno, siempre y cuando aceptemos que el control nunca será tan preciso como el de un mando convencional.