Análisis de Super Crate Box (iPhone)
En la diversidad y la variedad, está el gusto. Y si se nos permite una valoración extra al famoso dicho, diríamos que también está el éxito. Solo debéis mirar la cantidad de títulos y aplicaciones que se atesoran en la App Store en los últimos tiempos, y el enorme éxito que cosechan proyectos y juegos, que de otra manera, quizás no habrían visto la luz en ninguna de las otras plataformas actuales. Cualquier usuario de iOS puede adquirir una cantidad de buenos juegos y producciones de calidad de la más diversa índole y género, prácticamente, sin temor a equivocarse. Quizás el único problema de la presente aglomeración de aplicaciones, es que es muy difícil decidirse por una cuando nos planteamos comprarnos alguna de las destacadas.
En la vorágine de apps de renombre, destacan algunos proyectos "indies" que se salen de las habituales adaptaciones o secuelas de juegos de renombre. Estas apps, que van más allá de las sagas o entregas de las principales editoras o desarrolladoras, guardan un encanto especial. Super Crate Box es una de ellas.
La aplicación, que ha recibido numerosos premios y galardones (IGN o EDGE se han rendido a sus pies), así como más de un centenar de nominaciones, es, por así decirlo, una de las joyas que brillan por méritos propios en la App Store. Tras su paso por Mac y PC, iOS recibe Super Crate Box, una aplicación clásica y de marcado sentido retro con una gran dosis de adicción.
Uno contra todos
Super Crate Box es un juego de mecánicas sencillas. Desde el primer minuto, nos sentiremos absolutamente atrapados por su modo de juego, tan simple como adictivo y directo. Aquí no hay complicados tutoriales, maniobras imposibles o líneas y líneas de texto para explicarnos cómo movernos. Simplemente, lo haremos. Y es que nuestro valiente héroe, deberá permanecer muy activo, siempre de aquí para allá, saltando y moviéndose por las diferentes plataformas que componen la pantalla de juego. Nuestros enemigos, una especie de criaturas de aspecto cadavérico y fantasmagórico, irán desfilando de manera lineal y ordenada por estas plataformas, siguiendo un recorrido formal y mecánico, hasta llegar a una especie de pozo en llamas en el límite de la parte inferior de la pantalla. Nuestro objetivo será sencillo, ya que, de la manera que podamos, deberemos evitar que estas criaturas lleguen a quemarse, pues de hacerlo, volverán en mayor número, incandescentes (su color verde se transforma en rojo fuego) y con una velocidad mucho más elevada.
Al principio podremos cometer algún error y dejar escapar a algún que otro bicho en dirección al fuego, pero cuando tengamos que hacer frente a la acumulación de estas endiabladas y furiosas monstruosidades, nos daremos cuenta del fallo. Para hacerles frentes, tendremos unas cuantas armas a nuestra disposición. Por el escenario, irán apareciendo cajas constantemente, donde encontraremos un arsenal de armas variado y extremadamente divertido, que irán desde las habituales metralletas a los lanzacohetes o revólveres. Habrá algunas especialmente curiosas, como la lanzadora de discos (que ojo, podrá volverse en nuestra contra al rebotar contra las paredes y matarnos de un plumazo) o el lanzallamas, que creará una cortina de fuego con la que impedir que avancen nuestros enemigos. Usar unas u otras será cuestión aleatoria, ya que nunca tendremos constancia de que caja guarda cada una de ellas, pero en gran medida, esa es una de las bases del juego.
Al principio, la jugabilidad de Super Crate Box estará basada en ellas, ya que conforme mayor sea el número que recopilamos de ellas, más armas desbloquearemos y más rápido descubriremos los otros dos escenarios que nos aguardan. Luego, la dificultad irá tornándose en algo más dura, proponiéndole otros objetivos y recompensas extra al jugador, que irán desde trajes para nuestro protagonista a nuevos modos de juego.
Jugablemente, y a nivel de control, no tiene pega alguna. Es muy difícil no sentirse atraído por su jugabilidad pura y directa en base a sus dos dimensiones, con un botón de salto, otro de disparo y las dos direcciones. Quizás, y aquí si podemos ser más críticos, destacar que la versión para iPhone o iPod touch, es mucho más cómoda de jugar y controlar dada la cercanía de los botones digitales. La del iPad, aunque mantiene las mismas credenciales y el mismo timing de respuesta que su versión para iPhone, cuesta más de controlar debido a la separación y a la postura algo incómoda.
No es un hándicap, y al poco tiempo acabas acostumbrándote, pero hay que destacar que en un juego donde los reflejos son muy necesarios, y donde cualquier fallo acaba con tu muerte (y por consiguiente con la pérdida de una partida al completo), cualquier problema de este tipo puede lastrar la experiencia al jugador. En cuanto a los gráficos o el aspecto técnico, Super Crate Box sigue una línea muy marcada alrededor del denominado "pixel art" donde el píxel es la herramienta a utilizar para crear un simpático, colorido y bien dirigido apartado artístico de notable sentido retro. Sin lugar a dudas, los más nostálgicos se sentirán atrapados por este estilo. La banda sonora, muy pegadiza, también acompañará el viaje al pasado, con sonidos y canciones en base a la época.
Conclusiones finales
Super Crate Box es uno de esos juegos que debes probar e instalar en tu iPhone, iPad o iPod touch. Casi de forma obligatoria. Su jugabilidad es única y simple, muy exigente si no sabemos adaptarnos, pero terriblemente adictiva si sabemos capear el temporal de los primeros minutos y enfrentarnos a las legiones incansables de monstruitos con nuestras armas. Saltar, disparar o esquivar será algo esencial de dominar, y conforme más tiempo pasemos delante del juego, más nos consumirá y nos invitará a jugar o perfeccionar nuestra técnica. Super Crate Box es en ese sentido, un juego clásico, donde es el usuario o jugador el que pone el límite y el que se invita a sí mismo a superarse poco a poco gracias a la experiencia acumulada. Dada que es una aplicación universal, con un simple desembolso (1,59€) tendrás todas las versiones posibles en tus dispositivos iOS, y eso es un detalle digno de agradecer.