Análisis de The Legend of Zelda: Four Swords (GameCube)

A la espera del lanzamiento de la próxima gran aventura de Link en la consola de sobremesa de Nintendo, ésta nos ofrece esta entrega centrada muy especialmente en la experiencia multijugador, y con un toque "retro" más que patente. Sería un error considerar a este juego como un título menor, alejado del universo Zelda, pero no cabe duda de que, cuando menos, tiene grandes peculiaridades.

El disco de este Zelda incluye dos juegos diferentes… algunos notarán que se ha caído uno con respecto a la entrega japonesa. El ausente es el poco afortunado Tetra’s Trackers, un juego cuyo principal aliciente era el uso de la voz, que indicaba verbalmente a los jugadores hacia dónde dirigirse para encontrar los tesoros escondidos.

El sistema de juego no podía ser más simple, orientado a un público de escasa edad a tenor de su jugabilidad limitada y planteamiento general. Es, por supuesto, una lástima que no se haya convertido a la edición europea o americana, convirtiéndose en una de esas rarezas niponas, pero lo cierto es que la experiencia de juego que proporcionaba no era especialmente gratificante, y parecía orientado más bien a atraer a los más pequeños de la casa hacia el universo Zelda. Por lo tanto, como decíamos, este disco ofrece dos juegos: Batalla y Aventura en Hyrule; este segundo juego, además, puede disfrutarse de dos maneras bien diferenciadas: para un jugador o con varios. La aventura para un jugador es el único modo de jugar sin precisar de una consola GBA conectada a nuestra GameCube, puesto que si jugamos con un mando estándar, en los casos necesarios emulará una pantalla de GBA (obviamente, más grande) que se "sobreimpresionará" en la pantalla de acción del juego.

Pero, ¿para qué sirve jugar con una GBA? Básicamente, cuando entramos en una casa, una cueva, o en zonas determinadas, podremos separarnos del grupo (recordemos que, gracias a la espada cuádruple, habrá cuatro Links) y esto es especialmente en el modo multijugador… y, de hecho, obligatorio. Al usar las GBAs, toda la información sobre nuestro Link (medidor de vida, objeto que llevamos y número de gemas) se mostrará en la pantalla de la portátil, permaneciendo oculta a los demás jugadores, pues no sólo deberemos colaborar para superar los puzzles y derrotar a los enemigos, sino que habrá que competir por conseguir la mayor cantidad posible de gemas.

Aunque el juego está diseñado para ser disfrutado por, al menos, dos jugadores, el modo para un jugador se ha implementado de manera más que satisfactoria, ofreciendo una alternativa de control muy sencilla: podremos escoger cuatro formaciones diferentes para nuestros Links. Esto, que en principio puede parecer sencillo en extremo, se traduce en una buena cantidad de posibilidades ofensivas y defensivas. Las formaciones que se nos ofrecen son en cruz, con lo que podremos atacar en las cuatro direcciones básicas; a lo ancho, ideal para empujar bloques y cortar hierba; en vertical, como variante de la anterior; y en cuadrado, ideal para concentrar el ataque y cerrar la defensa.

Para acceder a estas formaciones bastará con pulsar L o Y en el mando de nuestra GCN, o bien usar los atajos que proporciona el stick C; en una GBA habrá que pulsar L. Además, siempre que lo deseemos, podremos deshacer la formación (por defecto, los Links van uno detrás del otro, aunque no en formación de fila) pulsando X (botón Select en GBA), de manera que podremos usar un único Link de manera alterna, rotando del primero al último en función de las veces que pulsemos el botón. Esto nos será muy útil en situaciones en las que tengamos que usar un Link de un color determinado, realizar acciones simultáneas (como pulsar un resorte) a distancia, etc.

A la hora de competir en el modo Aventura, no habrá que prestar atención únicamente a las gemas que consigamos, pues también se nos clasificará como "héroe de la luz" o "héroe de la oscuridad", en función de si hemos sido el jugador que ha proporcionado mayor ayuda a los demás o, por el contrario, el que ha causado más problemas… sólo que esta clasificación se decidirá por la votación (secreta, a través de la GBA) de nuestros compañeros, de manera que el "de la luz" recibirá una bonificación, y el "de la oscuridad" será penalizado. Otro aspecto exclusivo para el modo multijugador es la Torre de Tingle, un conjunto de ocho mini-juegos desbloqueables en los que, por ejemplo, deberemos tanto correr a caballo como cazar gallinas. Con respecto al modo Batalla, poco se puede decir, exceptuando que es tremendamente adictivo, competitivo hasta el extremo, y con la posibilidad de disfrutar de él en diez escenarios de batalla diferentes.

La Aventura en Hyrule nos ofrece 24 fases en 8 entornos bien diferenciados que nos recordarán a zonas clásicas de A link to the past en buena medida, aunque, claro está, muchos escenarios son recurrentes en toda la saga. De igual modo, veremos cómo regresan varios de los objetos clásicos de Zelda (el cetro de fuego, el arco, la pluma de Roc, las botas de Pegaso…), personajes (Malon, por ejemplo), e incluso enemigos, rescatados tanto de las aventuras 2D y 3D. Vale la pena señalar que el gran enemigo que nos encontraremos llegado a un momento determinado y que fue diseñado en primer momento para una de las entregas tridimensionales ha sido convertido con gran cierto al planteamiento bidimensional, tanto en diseño como en rutinas. Otro gran regreso triunfal será la posibilidad de montar a caballo cuando hayamos avanzado un poco en la aventura, y cabe señalar que también ha sido integrado muy bien dentro del diseño 2D del juego.

The Legend of Zelda: Four Swords Adventure es un juego con un aspecto gráfico bastante sencillo, basado tanto en el ya citado anteriormente clásico de Super Nintendo como en el Four Swords que incluía la reedición para GBA. Puede parecer que para el estándar actual la cosa ésta de volver a los gráficos aparentes de 16 bits (y decimos aparentes porque incluye efectos gráficos, iluminación y una cantidad de sprites en movimiento imposibles en esas ya clásicas consolas) es algo desfasado y caduco, no propio para estos días, y muy posiblemente eche atrás a parte del público.

Sin embargo, según nos adentramos en el juego, descubrimos que el apartado gráfico no es en realidad tan sencillo, aunque sí peca de una resolución que se queda un tanto escasa cuando la cámara se acerca a la acción en extremo. El resultado, con todo, aunque suficiente para el sistema de juego (sin duda alguna, el mejor posible) y en el punto justo para no representar un salto insalvable a la hora de pasar la acción a la GBA, no deja de ser limitado. Se aleja, en definitiva, de lo que puede ofrecer una consola de sobremesa actual, pero no por ello dejan de cumplir su cometido de la mejor manera posible. La música, sin embargo, es una asignatura pendiente, ya que, aunque rescata grandes temas clásicos de esta saga, sigue sustentándose en midis que, pese a ser de una calidad aceptable, no llegan a ofrecer todo lo que podríamos esperar de una producción de este tipo. La música y los efectos, por tanto, son buenos y cumplen con su cometido, pero no son brillantes.

Conclusión

Éste no es un juego que vaya a contentar a todo el mundo, por varias razones. La primera y más notable es que no es un Zelda al uso; la segunda es que para disfrutarlo a tope es recomendable hacerlo en modo multijugador y, para eso, además, se precisa de una GBA por jugador; y la tercera es que su acabado técnico puede ser entendido como mediocre, caduco e insuficiente por cierto sector del público. Pero si conseguimos dejar atrás a los prejuicios referentes a su aspecto técnico o al hecho de que no es un Zelda tradicional, nos encontraremos con un título que nos va ofrecer una experiencia para un solo jugador muy divertida y extensa a través de las 24 fases diferentes que lo componen, centrándose casi siempre en la acción directa y los aspectos que más han definido el tipo de aventura de acción propio de los Zelda.

Los puzzles que presentará serán también apasionantes, sobre todo cuando entramos en la dinámica de alternar entre el mundo real y el mundo de las tinieblas. De esta manera, el juego puede resultar muy atractivo también para todos los que van a jugarlo solos; sí, es cierto, que se perderán todo el modo Batalla y una experiencia de juego realmente excepcional, pero, aun así, es muy probable que este producto les satisfaga.