Análisis de Pokémon Rubí & Zafiro (Game Boy Advance)
Nota: Análisis realizado con la versión Rubí. Diferencias entre ambas explicadas en el texto.
En 1996 (27 de Febrero) y de la mano de su creador Sathosi Tajiri (Game Freaks) aparece Pokémon Rojo y Verde (que no Azul, el cual salió unos pocos meses más tarde) para DMG -la GameBoy gris, la grande- en el territorio nipón, juego que ni su propio diseñador podía imaginar que años más tarde, con su salida en tierras occidentales, rompiera tantos moldes ni que se convirtiera en el juego más famoso del mundo (¿comparable a Super Mario quizás?) e iniciase una pokemania desde el mismo día que salió de Japón. No fue sino hasta finales del 98 cuando salieron Rojo y Azul (no Verde) en EEUU y un año después apareció en el viejo continente. A partir de ahí comenzó la verdadera pokemania, que con la aparición de Rubí y Zafiro (según Nintendo es la segunda mayor inversión realizada en Europa) se espera que resurja en su máximo esplendor tras un año de capa caída, de descanso. Damas y caballeros, en breve las calles bailarán al ritmo de Pikachu y los colegios se volverán a inundar de GBAs amén de la pokemanía. Sí, Pokémon ha vuelto.
En la presentación del juego se tildó el pase de Game Boy a GBA como clara evolución técnica. Bueno, realmente y como es lógico, la evolución existe, pero gráficamente no es que se estaba esperando.
Sencillamente, el juego está pensado para divertir, no impresionar técnicamente. Dígase que se ha limitado a cumplir en este aspecto, al igual que en sus predecesores.
No obstante, aunque el ambiente del juego siga siendo el mismo, si que hay detalles que cuanto menos son dignos de mención. Véase por ejemplo, el reflejo de los personajes en el agua, las huellas que se dejan en la arena y van desapareciendo conforme nos alejamos de nuestras pisadas, mejores animaciones en combate que en anteriores versiones y un largo etcétera que sería imposible escribir aquí. Ahora además, en los combates, se representa la famosa ‘hierba alta’ o el terreno en el que combatamos (en el mar, en cuevas...), con un pequeño círculo debajo de cada Pokémon que lo describe.
Y sobretodo, me he llevado una gran sorpresa con la mejora sonora. Comentar que en los juegos de GB, la música podía llegar a ser tan molesta que daban ganas de quitarla. Ahora, en Pokémon Rubí y Zafiro, si nos ponemos unos auriculares y fijamos el sonido en estéreo, estamos ante más trabajadas melodías y principalmente, mucho menos repetitivas. La calidad es bastante más elevada, aunque siempre podría mejorarse. La melodía de los combates es mucho más animada, lo que añade emoción a la lucha, y por lo general todas las músicas son entretenidas y poco repetitivas. Los sonidos de los Pokémon siguen siendo lo peor de este apartado, pero tampoco es que se prodiguen mucho en el juego.
Para los que nunca han jugado a Pokémon (¿realmente queda alguien?), indicar que estas criaturitas andan salvajes por el mundo, que las podemos capturar gracias a las PokéBall y que una vez capturadas obedecerán nuestras ordenes y podremos entrenarles. A medida que avancen niveles en combate, irán aprendiendo nuevas técnicas, y la mayoría de los Pokémon conseguirán evolucionar llegado a un nivel. La evolución no es sino una versión ‘más poderosa’ del Pokémon en cuestión. Las técnicas mencionadas además pueden ser enseñadas gracias a las MT que nos irán repartiendo a lo largo de la aventura y que solo podrán ser utilizadas una vez. Y por otro lado están las MO, indispensables para continuar jugando llegado un punto y que podrán ser utilizadas infinitas veces siempre en los Pokémon que permitan aprenderlo.
En esta ocasión nos encontramos en el mundo Hoenn, al cual hemos llegado desde Kanto con una mudanza de casa. Enseguida (y como de costumbre) nos haremos amigos de nuestro vecino el Profesor Abedul, el cual nos dará nuestro primer Pokémon tras salvarle de uno salvaje que lo atacaba. También haremos buenas migas con su hija, la cual es entrenadora al igual que nosotros. A partir de ahí, dejamos nuestro pueblo natal y nos adentramos en la aventura Pokémon que todo niño a los 10 años espera vivir. Como primera novedad, y de agradecer, es que al despedirse de nosotros nuestra madre nos regala unas zapatillas, con las cuales al pulsar B podremos ir bastante más deprisa que andando, aunque solo podremos utilizarlas en exteriores. Esto de es grandísima utilidad hasta que un poco más adelante obtenemos la bicicleta. Hablando de la bicicleta, ésta también trae novedades, pues habrá dos diferentes ‘bicis’ a elegir. Podremos optar por la de carreras (una muy veloz) o la de acrobacias, con la que podremos hacer diferentes cosas como saltar. Podremos volver a la tienda a cambiarla en el momento que queramos.
Los combates apenas han cambiado, hay nuevos ataques (lógico) y más objetos a utilizar en ellos, cobrando bastante importancia las bayas (pudiéndose plantar para que salgan más y recoger más). En algunas ocasiones, y como mayor novedad en las luchas, algunos entrenadores nos desafiarán con dos Pokémon, a los cuales nos enfrentaremos con los dos primeros de nuestra lista. Eso le da un componente más estratégico a los combates, ya que aunque cada Pokémon solo pueda atacar a otro y no a los dos sí que puede intentar debilitarle mientras el otro le golpea. La experiencia se reparte entre los que han luchado, a partes iguales.
Otra gran novedad que el juego posee, son los Concursos Pokémon. En ellos se valoran características de cada criatura, como puede ser el carisma o la belleza entre otros. Estos atributos pueden ser modificados gracias a los nuevos PokeCubos, que obtenemos en licuadoras de bayas con la colaboración de otros entrenadores. Para jugar deberemos echar una de las bayas recogidas en la licuadora. Es un minijuego bastante divertido y práctico, ya que según lo bien que lo hagas conseguiremos un Caramelo (lo que contienen los PokeCubos) mejor o peor. El juego consiste simple y llanamente en parar una flechita en nuestro nombre cuando pase por delante, con el botón A. Cuando se lo demos a un Pokémon el caramelo, sus atributos mejorarán y tendrá más posibilidades de ganar en el concurso. El concurso consiste principalmente en elegir un Pokémon para que participe, el cual será votado primero por el público según una primera impresión visual y después expondrá con sus ataques sus cualidades, que también serán votadas tanto por el público como por un Juez. Ahora cada ataque tiene más características, pues cada uno de ellos está asociado a una de esas características en las que se compiten, y darán un mejor o peor resultado dependiendo del concurso en el que estemos. Hacer un ataque asociado a la dureza no vendrá bien en un concurso de belleza, por ejemplo.
Por otra parte, hay cambio de enemigos. El Team Rocket desaparece para dar lugar a dos nuevos equipos, que dependiendo de la versión saldrá uno u otro. En la Edición Rubí nos enfrentaremos al Equipo Magma, que intenta hacer desaparecer el agua del mundo, mientras que en la Edición Zafiro tendremos como rival al Equipo Agua, que trata de inundar el planeta. Principalmente tratarán de llevar a cabo sus planes, los cuales tenemos que anular según nos crucemos con ellos.
Nuestro otro ‘rival’ no será otro que el hijo/a del Profesor Abedul (dependiendo del sexo que elijamos el será el opuesto) que cada X tiempo se encontrará con nosotros a desafiarnos, aunque siempre estará de nuestro lado, ayudando. Como de costumbre, el Pokémon inicial que elija será el del tipo que más daño haga al que nosotros hayamos escogido. Ciertamente, serán los combates más duros del juego.
Como otra novedad está la inclusión de las Bases Secretas. En ellas encontraremos un refugio que tomaremos como casa salvaje por Hoenn. A lo largo de nuestro camino, nos encontraremos con cuevas ocultas en las montañas o árboles a los cuales podemos trepar una vez hayamos conseguido la MT Daño Secreto. Una vez ahí podemos montarnos una casita decorandola como mejor queramos, pues no faltarán lugares donde comprar objetos decorativos.
El juego está totalmente traducido al castellano, y cuenta además con una de las mejores traducciones que haya visto nunca, pues utiliza muchas expresiones de la calle poco vistas en este mundillo.