Análisis de Worms World Party (Dreamcast)

Hace ya unos años que Team 17 se sacó de la manga un juego divertidísimo, lleno de humor, repleto de jugabilidad y muy original llamado Worms. En este juego de estrategia por utrnos controlábamos a unas graciosas lombrices que, con un arsenal bastante importante, tenían que acabar con el otro equipo, llevándose al escenario por delante si hacía falta. Ahora, tras disfrutar hace ya un año en nuestras Dreamcast de Worms Armageddon, primera secuela de Worms, llega Worms World Party, que más que un nuevo juego es una nueva versión de Worms Armageddon, con un importante añadido: El juego online. Worms World Party tiene un apartado gráfico muy parecido a Worms Armageddon, prácticamente el mismo, al igual que las armas, el sonido y muchas cosas más. El concepto del juego sigue intacto: Dos o más equipos de lombrices se enfrentarán, pudiendo actuar una lombriz cada turno, y ganará el equipo que quede vivo. Cada turno tiene un límite de tiempo, en el que podréis mover a la lombriz, arrastrándose, saltando o utilizando algunos items -cuerda ninja, cuerda de puenting, etc...-, y por último utilizar un arma para poder atinar a otra u otras lombrices, preferiblemente de un equipo contrario. Este concepto, que sigue intacto desde el primer Worms para PC, es lo que hace grande a la saga. Una jugabilidad simple pero divertida, y difícil de dominar. Dejando al lado la jugabilidad, sobre la que hablaremos más adelante, Worms World Party ofrece un montón de modos de juego. Si estás solo, podrás jugar una partida rápida contra la máquina, una serie de partidas "deathmatch" de cada vez mayor dificultad, jugar en el modo entrenamiento o en el modo escenario, y por último jugar en el modo de Misiones, que es el modo principal de un jugador, en el que tendremos que cumplir unos objetivos en cada nivel, cada vez de mayor dificultad.

Ahí acaban las opciones de un sólo jugador, que son muchas y variadas, pero el modo más importante de Worms World Party es el Multijugador, y es este modo lo que ha mantenido viva, vigente y divertida a la saga durante todos estos años, porque muy pocos juegos alcanzan la diversión que la saga Worms llega a proporcionar en esta modalidad. En el modo multijugador, tenemos dos opciones: jugar "en casa" o jugar online. La configuración de ambas modalidades es la misma, y la forma de jugarlas es similar; Elegiremos equipos, terreno donde se lidiará la batalla, reglas que regirán la contienda, y a jugar.

Pueden participar hasta 8 jugadores en las partidas, e incluso pueden utilizar el mismo mando, ya que el juego es por turnos como hemos dicho (y como seguro sabréis). Al ser Worms World Party por turnos, os podéis imaginar lo genial que resulta el modo online, ya que el lag no existe, y es exactamente igual que una partida con tus amiguetes, con la excepción de que no podrás verles la cara ni darles collejas. El modo multijugador es divertidísimo, pero lamentablemente no se ha incluido la opción de chat durante el juego, sino solo en la sala donde se organizan las partidas. En lo que se refiere a los modos y las opciones de juego, sólo queda hablar de las posibilidades de configuración que WWP ofrece. La cantidad de escenarios es ilimitada, pues se generan aleatoriamente las veces que lo desees. Puedes crear los equipos de Worms que quieras, con los nombres que quieras y elegir el arma especial o la lápida que dejan, por ejemplo. El humor también sigue presente en todos los rincones de Worms World Party, "nos alegramos de haber conocido a Petit" o "DiscJocker pasó a mejor vida" son algunos de los eufemismos que utiliza Team 17 para anunciar la defunción de una lombriz. Otra de las cosas que ha hecho triunfar a la saga Worms es el armamento con que cuenta nuestro pequeño ejército de lombrices. El arma estandar es el bazooka, pero también son clásicas la escopeta, la uzi, la pistola, el mortero, el misil teledirigido, el ataque aéreo, la granada normal y la granada cluster, la bola de dragón, el puño del dragón, el empujón, el bate de beisbol, el hacha de guerra o el kamikaze. Como armas más especiales o variopintas, tendremos la bomba oveja y la bomba topo, la mofeta, el suicidio (la hormiga hace explosión, gritando "tora, tora, tora") o la bomba sagrada. Y me dejo muchas en el tintero. Los gráficos de Worms World Party son, como ya hemos dicho, los mismos que los de Worms Armageddon, con muy pocos añadidos. Siguen siendo unas 2D muy buenas, con un aspecto caricaturesco genial, muy buenas animaciones y escenarios bonitos y detallados (y completamente destruibles). La música de Worms World Party procede directamente del CD, y tiene buenas melodías, aunque tendrás que bajar el volumen de la música si quieres apreciar bien el resto de sonidos del juego. Los sonidos FX siguen estando a un buen nivel, y las voces, dobladas al español y "apitufadas", son muy divertidas. Un control muy sencillo, como ya dijimos, pero difícil de dominar especialmente en las armas de lanzar o con trayectoria, como las granadas, misiles o el bazoka. ¿Por qué? Por tener que controlar la potencia del lanzamiento y estar pendientes del viento. Aún así, eso le da mucho más reto al juego, y da lugar a situaciones muy divertidas como muertes accidentales de una lombriz de tu equipo, o muertes en masa de las demás sin haberlo deseado. Con el mando analógico nos moveremos por todo el escanario, mientras que controlaremos el movimiento y las acciones con tres botones y con el pad digital. Un control muy bueno, y una jugabilidad que no ha cambiado en absoluto desde el primer juego pero que sigue siendo excelente. Worms World Party es un muy buen juego, pero bien podría haberse llamado Worms Armageddon Online. Las novedades que incluye respecto a la anterior entrega de la saga para Dreamcast son escasas, y se traducen en más modos de juego, más misiones y la inclusión del ansiado modo multijugador por internet. Aún así, si no tienes el Worms Armageddon, Worms World Party es una buena compra, y si lo tienes pero te encantaría jugar online, comprar Worms World Party es una decisión muy acertada.