Análisis de Animal Crossing: Pocket Camp (Android, iPhone)
Guía Animal Crossing: Pocket Camp, trucos y consejos
Nintendo está evolucionando en el mercado de móviles con una estrategia cuidada que desarrolla con gran precisión pero apostando fuerte. En dos años ha lanzado ya juegos de sus franquicias más conocidas con Miitomo, Pokémon GO (que despertó una verdadera fiebre de pokémon el año pasado), Super Mario Run y, ahora Animal Crossing: Pocket Camp, sin olvidar Fire Emblem Heroes.
Esta política de la empresa está dando unos resultados excelentes: en las primeras horas tras el lanzamiento Animal Crossing: Pocket Camp se descargó 15 millones de veces y se convirtió en el segundo juego de móviles con mejores cifras iniciales de Nintendo en móviles, sólo por detrás de Super Mario Run. Además, la empresa ha aprendido rápido de los errores del pasado; a la saturación que experimentaron los servidores tras el lanzamiento ha respondido con compensaciones por los problemas causados, y para mantener a los jugadores activos en breve llegarán nuevos contenidos y habrá eventos temporales en cada estación.
Unos micropagos discretos que ahorran tiempo
Nintendo ha implementado los micropagos con mucho cuidado para que no molesten ni sean agresivos. Se puede jugar sin ellos sin problema, pero quienes quieran ahorrar tiempo podrán compra billetes hoja (la moneda virtual del juego) sin que sientan que están comprando ventajas para jugar. Son más bien atajos que ayudas. Incluso cuando el juego te va dando billetes hoja poco a poco lo hace con elegancia, para que veas lo que te facilita la vida tenerlos.
El éxito de Animal Crossing: Pocket Camp parece seguro ya que el juego se centra en uno de los aspectos más apreciados por los jugadores de la serie: el coleccionismo de mobiliario y complementos de decoración. Se mantienen actividades como la pesca, la recolección de fruta o la caza de insectos, pero mucho más aligeradas y siempre con una finalidad y, aunque el mismo juego informa de que más adelante será posible diseñar ropa, de momento no está disponible esa posibilidad.
Estas limitaciones no quieren decir que el juego sea corto de contenidos o soso, en absoluto, siempre tenemos algo que hacer y hay tal cantidad de objetos que siempre sentimos que estás avanzando. Pocket Camp tiene muy bien marcado el ritmo de progreso del jugador y le recompensa con gran asiduidad. Su diseño como juego de móvil es impecable. Se trata, simplemente, de que todas esas alteraciones le cambian la personalidad como Animal Crossing y lo acercan más al spin off Animal Crossing: Happy Home Designer.
Cumpliendo recados crece el afecto con los campistas y subimos de nivel
El mundo de juego está dividido en diversas áreas, una es la parcela del jugador, otras son de recolección de fruta, caza y pesca y unas terceras son para comprar o conseguir recursos extras. Recogemos aquello que nos piden los campistas y se lo entregamos cumpliendo los recados y así va subiendo el nivel de afecto entre el campista y el jugador lo que, a su vez, consigue que el jugador vaya subiendo de nivel y desbloqueando nuevos objetos y campistas.
Este proceso circular es sencillo y la experiencia demuestra que, en cuestión de móviles, las ideas más simples funcionan muy bien. También hay otras actividades como comprar ropa o muebles (distintos a los que se pueden fabricar), un minijuego -bastante soso- de encontrar mineralesampliar la autocaravana.
Los aldeanos pierden carisma al convertirse en campistas
Pocket Camp tiene el aspecto de los demás juegos de la serie, sus animales son tan encantadores como siempre y mantienen sus personalidades, pero dejar de ser aldeanos para convertirse en campistas les ha quitado algo de carisma. Es curioso que cuando los personajes dejan el pueblo para irse de vacaciones pierden la libertad de movimientos que tenían y acaban rigiéndose por el reloj como nunca.
Uno de los placeres de jugar a Animal Crossing era deambular por el pueblo, encontrarse en cualquier lugar a uno de sus habitantes y establecer una conversación nimia por el mero placer de hacerlo, y, mientras, cogíamos unas manzanas o pasábamos un rato junto al río.
Pero en Pocket Camp el reloj marca los movimientos de los animales y del jugador que puede realizar una serie limitada de recados con los que fomentar el afecto de los campistas y las charlas ligeras se dejan a un lado para ir directamente al grano: "Tengo un recado", "toma los objetos que quieres" y a por el siguiente encargo. Encaja en lo que son la mayoría de los juegos exitosos en móvil, pero ha perdido la inocencia y la sencillez de la tranquila vida en la aldea. Son más campistas obsesionados con las obligaciones que los relajados aldeanos..
Subir el nivel de afecto con los campistas
El juego no propone simplemente realizar un recado tras otro, se trata de hacerlo para conseguir los recursos necesarios para cumplir los requisitos de cada campista y tener el nivel suficiente de afecto con él para convencerlo de que venga a nuestra parcela y podamos interactuar con él siempre que queramos,ya que los animales rotan en las distntas áreas recreativas y no siempre están disponibles. Cuanto más te relacionas con los campistas más materiales y muebles consigues y estos sirven para poder relacionarte con más animales, con lo que el juego establece un círculo que funciona muy bien.
Pocket Camp ha dado un objetivo a un juego que se caracterizaba por no tener un objetivo, y el cambio no funciona del todo bien. Los aldeanos eran libres de ir y venir a su antojo, pero los campistas pasan de un escenario a otro cada cierto tiempo, y en cada escenario permanecen estáticos esperando que el jugador se acerque a ellos, ya no van paseando por los escenarios, que son muy pequeños. Únicamente parecen tener más libertad de movimiento cuando van a la parcela del jugador y ahí hemos visto algunas de las escenas más divertidas y con personalidad del juego.
Un multijugador que no es tal realmente
Aunque pueda parecer que hay un multijugador, no es así realmente, y se trata más de una red social con pequeñas interacciones. En las zonas recreativas (de recolección de recursos) hay siempre un campista y el personaje de un jugador real que puede estar en nuestra lista de amigos o ser un jugador aleatorio. Si hablamos con él podemos ver su rastrillo y comprarle recursos, podemos pedirle amistad o visitar su parcela. Esta última opción nos permitirá ver cómo tiene decorado su terreno, los campistas que tiene alojados en ese momento y hasta visitar el interior de la autocaravana.
Es una experiencia de mirón curiosa ya que no podemos interactuar con los campistas ajenos, y podemos felicitar al jugador, lo que supone beneficios para los dos jugadores. También podemos recurrir a los amigos para pasar a la cantera sin pagar billetes hoja, pero toda la experiencia multijugador se antoja insuficiente.
Animal Crossing se ve muy bien en la pantalla del móvil
Los gráficos se benefician del paso de la consola portátil (donde la serie ha tenido mayor número de juegos) a las pantallas de los móviles y los personajes y escenarios se ven realmente bonitos. Cada una de las áreas del juego tiene carácter diferenciador y están llenas de detalles que las ambientan muy bien.
La música es tan adecuada como siempre y se mantienen las melodías de los animales, aunque el constante sonido de las monedas o las recompensas llega a ser molesto y recuerda demasiado a una tragaperras. La traducción de los textos es correcta, pero no nos ha parecido tan brillante como suelen ser los juegos de Nintendo.
Conclusiones
Animal Crossing: Pocket Camp ha comenzado su recorrido con buen pie y una mejor acogida. La apuesta por la decoración es firme y atractiva y el ritmo de las misiones es adecuado, pero hay que tener claro que no es un Animal Crossing tradicional sino un juego pensado para sesiones cortas con objetivos claros y repetitivos. Ahora queda ver cómo crece y evoluciona.
Hemos realizado este análisis en su versión de Android descargando el juego gratuitamente desde Google Play.