Son muchas las compañías que trabajaron solamente para ordenadores personales en los años 90 y es siempre una tarea complicada hablar de su música, que en la mayoría de los casos nunca fue publicada y además cambiaba de sonido en función de las tarjetas de sonido empleadas. Entre esas empresas hay una que sigue siendo muy importante en la actualidad y de la que no habíamos hablado hasta ahora.
Nos referimos a Epic MegaGames —ahora renombrada a Epic Games—, una veterana de los juegos de PC que dejó algunas bandas sonoras para el recuerdo. Esta semana hablaremos de los títulos y los compositores que trabajaron para la compañía norcarolina hasta 1999, tanto en los desarrollos propios como en los que publicaban a otras desarrolladoras, pues solían compartir a los mismos músicos.
De la demoscene
Los comienzos de Epic MegaGames se remontan a principios de los años noventa, coincidiendo con los primeros pasos de Tim Sweeney en el desarrollo —cuando publicaban como shareware o en bulletin board system—, marcados por su proyecto ZZT. Sweeney fundó la compañía en 1992 y juntó un equipo de cuatro personas para desarrollar su siguiente juego, Jill of the Jungle. En ese equipo ya estaba el que sería el primer compositor de Epic, el multi-instrumentista americano Dan Froelich.
Dan Froelich seguiría como el único compositor durante esos años iniciales, dejando su música y sus efectos de sonido en juegos como Brix o Kiloblaster, ambos lanzados en 1992. También fue el encargado de continuar las bandas sonoras hasta completar la trilogía Jill of the Jungle y colaboró en otros juegos relacionados con Epic, como Onesimus: A Quest for Freedom. En 1993 puso música al plataformas Xargon: The Mystery of the Blue Builders y los shooters espaciales de Stone Interactive conocidos como Solar Winds: The Escape y Solar Winds: Galaxy, todos exclusivos de MS-DOS.
En 1993 se une a la compañía Robert A. Allen, que sería otro de los importantes compositores de Epic en aquellos años, tomando un poco el relevo de Froelich. Uno de sus primeros juegos fue el exitoso Epic Pinball de Digital Extremes, que salió ese mismo año y tuvo varios packs de expansión. Silverball fue otro juego que firmó Robert A. Allen ese año 1993, junto a la primera parte de Dare to Dream.
Al año siguiente llegaría uno de los juegos más importantes de la historia de Epic, el plataformas Jazz Jackrabbit, la famosa liebre verde fuertemente inspirada en Bucky O’Hare. Robert A. Allen fue aquí principal compositor, con la ayuda de Joshua Jensen para la integración del audio interactivo con el llamado Cybersound Music System, un sistema de desarrollo interno. La banda sonora es recordada por sus brillantes líneas de bajo en pistas como «Tubelectric», «Scraparap», «Turtemple» o el gran tema principal, que a pesar del personaje se acerca más al funk que al jazz.
1994 fue también el año de otro absoluto clásico musical de PC como es One Must Fall: 2097, un juego de lucha inspirado por el éxito del género en arcades. El músico esta vez fue Kenny Chou, que había contactado con Tim Sweeney tras componer Zone 66, otro juego publicado por Epic. Kenny Chou era un compositor de la demoscene a través de un grupo conocido como Renaissance, y fue aquí donde dejó su mejor banda sonora, un auténtico hito de la electrónica que se recuerda en especial por el sonido de la tarjeta Gravis UltraSound. Destacan temas de estilo trance como «Power Plant», «The Desert», «Stadium», «Danger Room», así como el ending y su espectacular tema principal, que es otra de las indiscutibles piezas estrella de la trayectoria de Epic MegaGames en los años 90.
Robert A. Allen siguió sus contribuciones musicales con Traffic Department 2192 en 1994 y con Extreme Pinball en 1995. Fue ahí cuando entraría otro compositor más en juego, un todavía joven Alexander Brandon que hizo la banda sonora del scrolling shooter Tyrian ese mismo 1995. Después hubo varios juegos en los que estuvo implicada Epic MegaGames pero no sus compositores, como el caso del juego 7th Legion publicado por MicroProse en 1997, en el que el encargado de la música sería Blair Zuppicich, el entonces músico de Vision Software, la otra compañía implicada en el título.
El siguiente gran desarrollo de Epic MegaGames fue Jazz Jackrabbit 2, donde ahora el rol musical cambiaría para colocar a Alexander Brandon como compositor principal, con música adicional de Robert A. Allen. El resultado fue otra banda sonora estelar que recuperaba el tema principal y seguía con un estilo muy similar a la primera parte. Aquí destacan temas como «Jazz Castle», «Jazz Be Damned», «Laboratory Level», «Medivo» o «Medieval Jam», entre otras. La banda sonora tampoco fue distribuida en aquella época, pero en 2013 fue añadida en digital junto a la del primero con el Game Music Bundle bajo el título Jazz Jackrabbit 1 & 2. Más tarde fue reeditada por Joypac Records.
El éxito definitivo de Epic MegaGames llegó en 1998 con Unreal, el FPS que iba a revolucionar el género y a crear el exitoso motor de la compañía. Aquí veríamos ya reunidos a los compositores Alexander Brandon, Michel van den Bos, Andrew Sega y Dan Gardopée, los cuatro miembros de Straylight Productions que serían también conocidos después por Unreal Tournament y Deus Ex. La banda sonora se Unreal se hizo empleando las mismas técnicas de sampleo PCM y trackers MOD que en los anteriores juegos de Epic. Fue la primera banda sonora de Epic en ser lanzada en CD, titulada Unreal: Original Soundtrack from the Hit Game. El álbum recopilatorio definitivo de Epic llegaría en 2012, un repaso a su historia bajo el título Epic Games 20th Anniversary Original Soundtrack.