Hace escasos días Nintendo Switch recibió la edición coleccionista del 25 aniversario de Flashback, uno de los juegos europeos más queridos de principios de los 90. En esta práctica tan de moda por revivir viejas glorias en nuevos sistemas se dan casos en los que, como este, también se rescata la banda sonora. Es por eso que esta semana en VGM tenemos varios motivos para hablar de la música de sus creadores originales.
La parisina Delphine Software fue una destacada compañía en la que militaron genios de esta industria como Paul Cuisset y Éric Chahi, pero también en la que hubo grandes músicos franceses que hicieron su carrera en aquellas oficinas; después de todo, su existencia estuvo ligada a la música desde el principio. Hoy repasaremos los nombres y los productos que nos dejaron desde esos inicios hasta la inevitable liquidación.
Cinématique
Probablemente pocos conozcan el origen de la vieja Delphine Software. La matriz sobre la que se fundó, Delphine Records, era por entonces una de las discográficas francesas de mayor éxito y todavía hoy existe. La casa de discos de Paul de Senneville había abierto sus puertas en 1976 y pronto les empezó a ir viento en popa, por lo que decidieron montar un estudio de videojuegos en 1988 como parte de Delphine Group. De ahí salió Delphine Software International, que centró su actividad en Commodore Amiga.
Jean Baudlot fue el primero de los compositores de la compañía. Baudlot había sido uno de los músicos en el catálogo de Delphine Records desde 1979, trabajando principalmente para Richard Clayderman y Nicolas de Angelis. En 1988 comenzó a hacer conversiones de bandas sonoras a Amiga y Atari ST, como las de Operation Wolf o Bad Dudes, que le hicieron poner un pie en los videojuegos.
Baudlot comenzó entonces a hacer música original para títulos de Delphine, siendo el arcade Bio Challenge su debut. Al año siguiente, en 1989, llegaría el primer gran título del estudio: Future Wars —Les Voyages du Temps: La Menace en su idioma original—, una ambiciosa aventura de ciencia ficción que hizo las delicias de la época. La música, con piezas como la impresionante "Time Travellers", "Alien’s Rock" o "Future Sound", fue recogida por el sello Delphine en un CD de arreglos titulado Les Voyageurs du Temps (1989), seguramante una de las primeras BSO de videojuegos que se publicaron en Europa. Al año siguiente saldría Operation Stealth, otro juego sonorizado por Baudlot que Delphine publicó en el CD Operation Stealth (1990) con otros 12 temas arreglados.
En 1991 llegaría el enorme punto de inflexión en la compañía al lanzar a la venta Another World, la obra maestra que definiría todo el género de los llamados cinematic platformers. En aquella ocasión, el juego de Éric Chahi contó con un nuevo compositor invitado, Jean-François Freitas, que era uno de sus antiguos compañeros del colegio.
La sensación de soledad que quería transmitir Chahi hizo que las versiones originales de Another World solo tuvieran música en la intro y el ending. Una de las inspiraciones fue la banda sonora de Alan Silvestri para Regreso al futuro (1985) , una recomendación que hizo el propio Chahi a su amigo Freitas. Para el final del juego querían un solo de guitarra, pero tras samplear algunas notas al final se decantaron por algo sintetizado.
La banda sonora no fue nunca publicada, pero Black Screen Records la editó en vinilo el año pasado incluyendo los temas que Freitas añadió en las versiones en CD, como "Captive", "Escape", "Fluid Movement" o "Flight". Freitas no colaboraría en ningún otro juego aparte de la secuela de Interplay, aquel exclusivo de Sega CD llamado Heart of the Alien, en el que compartió proyecto con Tommy Tallarico en música y sonido.
Mientras tanto, Jean Baudlot se había embarcado en la nueva aventura de Paul Cuisset junto al polifacético Fabrice Visserot, que aunque ejercía de artista 3D, participó en la música del juego. Aquel título no fue otro que Flashback, la otra joya de Delphine Software, ideada para Mega Drive y Amiga en 1992.
En este caso el despliegue del FM fue total, bañando el juego con ritmos funk y sonidos sintetizados futuristas que se intensifican aún más en la versión de Mega CD, la más completa. Raphaël Gesqua, que había iniciado su carrera con el Mr. Nutz de Ocean, hizo la versión de la banda sonora para Commodore Amiga. En 1993, Delphine publicó con Sony Music France un CD de dos pistas coincidiendo con la llegada a PC.
Raphaël Gesqua continuó haciendo juegos para Paul Cuisset, como fue el caso de Shaq Fu en 1994 —el controvertido juego de lucha de Shaquille O’Neal— y Fade to Black en 1995, la secuela en 3D del propio Flashback, que recibió la Fade to Black Original Game Soundtrack (1996) de la mano de Dolphine, la última que editaron. Ese mismo año Jean Baudlot fundó su propia compañía centrada en la producción de jingles para radio y TV, L’Ours-son Production, por lo que su relación con los videojuegos terminaría.
En 1997 llegó el último gran éxito de Delphine, iniciado con el juego de carreras Moto Racer. En aquel caso Gesqua compuso una banda sonora de rock instrumental y electrónica que se encuentra disponible en su página de Bandcamp. Tras la saga de motos, Delphine cerró sus puertas finalmente en 2004. Gesqua ha seguido componiendo muchas otras bandas sonoras de videojuegos fuera de Dolphine —como aquel Pop Island de Odenis Studio para DSi Ware—, aunque su papel más importante en estos años ha sido en el cine de terror francés con Livide (2011) y otras películas de Julien Maury y Alexandre Bustillo.
