Neo Geo, la consola más cara de la historia, la "consola para ricos". Estas y otras muchas etiquetas acompañaron a la máquina que trajo las recreativas a nuestras casas, siempre y cuando pudiéramos permitírnoslo claro. Los megas de los cartuchos a precio de oro hicieron que cada nueva animación, detalle en el escenario o efecto de sonido digitalizado dispararan el precio de los juegos, que los desarrolladores nunca pensaron en recortar.
En todos y cada uno de sus cartuchos no se escatimaron en gastos ni se reparó en qué debería quedar fuera de un mundo en dos dimensiones el cual, durante muchos años, parecía no tener techo. El cartucho de hoy llenó sus 45 megas para llevarnos a un mundo postapocalíptico digno de perdernos en él, y a pesar de no ser un juego excesivamente desconocido, sí deseamos traerlo a la vida hoy, ya que en la actualidad los shoot 'em up son casi unos videojuegos en peligro de extinción, ¿nos acompañas a los noventa de nuevo?
La historia nos cuenta cómo en un futuro bastante alejado en el tiempo los humanos han realizado progresos gigantescos en tecnología, lo que les ha permitido colonizar el espacio. En una estación espacial un virus de origen desconocido colapsa los sistemas y logra hacerse con el control de toda la colonia y su tecnología, poniendo en su punto de mira su próxima conquista: el planeta Tierra. Los invasores amenazan a la humanidad que se prepara para una invasión, y para evitarlo envían a dos naves para llegar a la estación y destruir el ejército que ya asoma por el espacio.
El juego nos pone a los mandos de estas dos naves, que podremos manejar junto a un amigo, y lo hacen en unos escenarios repletos de infinitos detalles, de luces vivientes y con un aroma futurista que recuerda a un Tokio muy parecido a la de la película Akira. Los gráficos estaban a años luz de lo visto en shooters de la época, a pesar de ser uno de los juegos de la primera hornada de Neo Geo. El único pero que se le puede poner a su apoteósico aspecto es la aparición de ralentizaciones en algunos momentos en los que se agolpan numerosos sprites en pantalla, evidenciando el escaso conocimiento de la máquina en sus primeros tiempos, puesto que no es algo especialmente pesado para la bestia de las 2D.
Las naves y los enemigos tienen un diseño realmente bueno, con un logrado elenco de naves a destruir, de todos los tamaños, con apariencias animales o los gigantescos enemigos de final de fase, que demuestran la gran imaginación y el buen dominio de los diseñadores a la hora de representar mechas y robots de diferentes movimientos y ataques.
El juego se inspira claramente el R-Type, y el uso de unas mecánicas parecidas hacen que quien domine el juego de Irem recoja el testigo jugable y domine a la perfección sus técnicas realmente pronto. Los drones que nos ayudan a despachar naves enemigas también comparten algunos modos de disparo vistos en el juego en el que se inspira, y además podemos hacer que roten sobre nosotros o fijarlos en algún sitio para que, a modo de torreta, disparen a algún punto en concreto mientras nos centramos en otro enemigo y su rango de ataque.
El tono gráfico del cartucho gira en torno a un apocalipsis cercano, ya que en ningún momento vemos la luz del sol, tan solo nubes negras y de colores oscuros que dan paso a lluvias torrenciales, en las cuales transcurre la acción. La música y demás efectos también estaban un gran nivel.
Este matamarcianos es un desafío al alcance de pocos, y es sin duda uno de los juegos más difíciles de Neo-Geo. Para superarlo necesitaremos mucha pericia, ya que si jugamos en solitario nos tocará repetir situaciones cuando perdamos una vida, siendo mucho más fácil jugándolo en cooperativo junto a un amigo. A pesar de contar con diez escenarios, en realidad son cinco, ya que una vez superados debemos volver a recorrerlos pero con aún más enemigos y dificultades.
Last Resort reapareció en algún recopilatorio que nos hizo plantearnos si esta vez sí podríamos con semejante desafío, ya que junto a un compañero el sufrimiento era menor en aquella pequeña tortura. La enorme potencia de Neo-Geo hizo posible que aquella amenaza que sobrevolaba a la humanidad fuera más real que nunca, en una consola que mimaba las dos dimensiones como ninguna.