Con el lanzamiento del fantástico Doom Eternal, Bethesda ha rescatado a Doom 64 del olvido, una de las entregas más desconocidas de esta infernal saga. Estamos hablando de un juego que, hasta ahora, era considerado como toda una pieza de coleccionista, ya que no tuvo demasiado éxito cuando se lanzó en 1997 para Nintendo 64 y hasta el día de hoy nunca había contado con una conversión para los sistemas más modernos, de modo que si queríamos disfrutar de él no nos quedaba más remedio que tener la consola y el cartucho original.
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Por suerte para todos, ahora por fin podemos jugarlo en PC, Nintendo Switch, PlayStation 4 y Xbox One con una conversión muy cuidada que mejora sus gráficos, sus controles (el input lag se ha reducido considerablemente), que incluye soporte para resoluciones panorámicas y que, además, añade un nuevo nivel para conectar su historia con la de Doom Eternal. Hasta se han tomado la molestia de traducir sus escasos textos a nuestro idioma. Como decimos, el trabajo de conversión es bastante bueno y está muy por encima de lo que hemos visto recientemente con otras entregas de la saga, pero, ¿qué es exactamente Doom 64 y por qué está considerado por muchos fans de la serie como un juego de culto?
¿Otro port de Doom? Ni mucho menos
Para entender lo que ocurrió con él debemos remontarnos a mediados de los 90, cuando Doom y su secuela se habían convertido en un fenómeno que estaba arrasando en todo el mundo. Como suele ocurrir en estos casos, id Software decidió exprimir su nueva gallina de los huevos de oro realizando conversiones a todos los sistemas imaginables, lanzando expansiones con más niveles, revisiones, etcétera.
Por ello, no es de extrañar que el público se acabase hastiando y saturando de ver estos juegos en todas partes, especialmente tras 1996, año en el que el estudio volvió a dejarnos a todos con la boca abierta con Quake, un título que supuso una nueva revolución para el género al llevarnos a un mundo completamente tridimensional y poligonal.
Así pues, llegamos a 1997, fecha en la que se lanza al mercado un juego desarrollado por Midway (id Software solo supervisó) llamado Doom 64, con un aspecto gráfico muy similar a sus predecesores, unas mecánicas prácticamente idénticas a las de Doom 2 y un precio extrañamente desorbitado. Si a esto le sumamos que las revistas de la época no lo trataron especialmente bien y lo vendieron como otra conversión más de este clásico, no es de extrañar que el gran público acabase pensando que se trataba otra vez del mismo Doom de siempre, solo que ahora con la posibilidad de jugar en Nintendo 64.
Todo esto provocó una gran confusión y un bonito descalabro en ventas para un juego que en realidad era una secuela más que digna de la saga, ofreciéndonos un aspecto gráfico mejorado y más de una treintena de nuevos niveles. Sí, reutilizaba prácticamente todas las armas y monstruos de Doom 2 (aunque hubo un par de recortes en el número de criaturas), y se jugaba exactamente igual que siempre, pero eso no quita que, valorándolo de forma justa, fuese una aventura capaz de ofrecernos muchísima diversión, con niveles bien diseñados y repletos de secretos, acción constante y momentos muy sorprendentes, como su inesperadísimo final.
Como decimos, los gráficos eran muy superiores a los de sus predecesores, con una combinación de escenarios tridimensiones y sprites para los personajes que hacía gala de una mayor resolución. Eso sí, la línea artística era sensiblemente diferente, mostrándonos un mundo mucho más oscuro y con colores más apagados y menos saturados, pero no se puede negar que en su momento lucía realmente bien. Evidentemente, al heredar la jugabilidad clásica de la serie, no podíamos apuntar hacia arriba o abajo, algo que tras Quake y Duke Nukem 3D podía sentirse un tanto anticuado.
El desarrollo de las fases os lo podéis imaginar: niveles muy laberínticos y repletos de trampas en los que no pararán de asaltarnos demonios desde todas partes mientras buscamos el camino, llaves e interruptores que nos permitan abrir nuevas rutas para avanzar o descubrir útiles salas secretas con jugosas recompensas. A modo de curiosidad, el título sufrió un ligero retraso de varios meses porque en id Software no estaban muy contentos con el diseño de las misiones, así que obligaron a Midway a revisarlas para mejorarlas y que dieran como resultado un producto de calidad.
Tenemos que admitir que, tras tantísimos años desde que lo jugamos, temíamos que este grato recuerdo que nos dejó fuese producto de la nostalgia o una mala memoria, pero después de haber jugado un buen rato a esta nueva versión para las plataformas actuales nos hemos reencontrado con un juego que sigue divirtiendo y que tiene una facilidad pasmosa para hacernos pasar un buen rato disparando a demonios sin más complicaciones. Pura acción, puro Doom.
Esta nueva versión de Doom 64 ya está disponible en PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch por 4,99 euros.
