Cartuchos de Atari enterrados en el desierto

Continuamos la sección Retro, una vez pagado el debido homenaje a Michael Jackson, yendo más al pasado de lo que nunca habíamos hecho en esta sección (salvo en el primer artículo). Volviendo a la primera "edad dorada" de los videojuegos, truncada por una serie de factores, que causaron el declive de las consolas Atari, de los ordenadores Spectrum, Amstrad y compañía, y de la primera e incipiente industria del videojuego español, que nunca ha llegado a tener tanta actividad como entonces. Uno de los capítulos más "famosos" de esta primera gran crisis del videojuego, y sin duda el más costoso económicamente, fue protagonizado por la compañía Atari, que al no lograr vender tantas copias como había esperado, acabo enterrando miles de cartuchos sobrantes en el desierto. Sobre todo del nefasto y hasta mitificado (por su baja calidad) ET de la Atari 2600.

Los videojuegos habían comenzado años atrás y se habían convertido en un fenómeno en los Estados Unidos, razón por la cual otras compañías pronto se interesaron por el "pastel" que había descubierto Atari. Mattel con su Intellivision, Coleco con su ColecoVision, y otra media docena de compañías como Magnavox (Odyssey), Sears, Vectrex, Fairchild o Emerson se habían lanzado a conquistar un mercado dominado por la Atari 2600, pero que todavía era incomparablemente pequeño en comparación con lo que es hoy en día. Todas estas consolas, algunas clónicas de otras, otras incluyendo incluso la facultad de emular juegos de otras plataformas, se batieron en las tiendas en Navidades del año 1983, contando con una inmensa cantidad de juegos, casi todos ellos realizados a toda velocidad para cubrir cuanto antes los catálogos de las consolas. El resultado: demasiado oferta para un demanda muy inferior, por muy grande que aparentase, y la liquidación casi inmediata, tras las Navidades, de la gran cantidad de inventaro sobrante, mientras paralelamente muchas de estas compañías iban quebrando o retirándose del mercado del videojuego. De aquella, el objetivo de las compañías era que las generaciones de consolas durasen dos años, o al menos así lo parecía. Tan fulminante fue ese "crack", tanto inventario de juegos no vendidos sobraba, que poco después de Navidades había liquidaciones masivas de juegos, y muchas tiendas tardaron tiempo en volver a confiar en los videojuegos como producto destacado. De hecho, una anécdota cuenta que Nintendo escogió "Entertainment System" para su NES, para así evitar el término consola, que había quedado como maldito.

El caso más flagrante fue, como decíamos, el de Atari, la compañía que más tenía que perder -y, por lo tanto, más perdio. La historia del entierro masivo de cartuchos parece una leyenda urbana y muchos ponen en duda que hubiese ocurrido. Incluso el mismo creador de ET 2600 dice que le extrañaría mucho que Atari hubiese enterrado millones de cartuchos en vez de reciclarlos. La cuestión fue que un periódico local de Nuevo México se hizo eco de que una docena de tráilers habían traído cartuchos de Atari a un vertedero. Concretamente, a uno situado en Alamogordo, una pequeña ciudad de nombre hilarante que enseguida y a través del mismo diario, llamado Alamogordo Daily News, hizo campaña para que Atari se llevase "su basura de E.T. a casa". Poco después se aprobarían leyes para limitar la capacidad de los vertederos para asumir basura de fuera del condado.

Tarde o temprano la noticia llegó a los grandes medios, concretamente al New York Times, que recogía la explicación oficial de Atari, supuestament eran cartuchos defectuosos o sobrantes de la planta de producción de El Paso, Texas, que se iba a convertir en otro tipo de fábrica (precisamente, de reciclaje). También se dijo que se iban a enterrar esos cartuchos porque eran de 2.600 y la prioridad eran los de Atari 5.200, pero en general los rumores comenzaron a circular, con testimonios de gente de Alamogordo asegurando que eran cartuchos de E.T., y con fuentes internas de Atari confirmando que ésa era la verdad. Se trata de una de las historias "underground" del mundo del videojuego, sin ninguna duda.

No solo había, o habría, cartuchos de E.T. para Atari 2.600 dentro de esos tráilers. Aparentemente, otros juegos de Atari 2.600, notablemente la criticadísima conversión de Pac-Man, habían estado lejos de cumplir con sus objetivos de ventas, pues eran exageradamente altos. De Pac-Man se pensaban vender más unidades que consolas vendidas, pues se asumía que todos los que tenían la Atari iban a comprar el juego, y muchos de los que no la tenían iban a comprar la consola por el juego.

En cuanto a E.T. 2.600, es uno de esos juegos que aparece siempre de primero o en el podio de "los peores juegos de la historia" que hacen de vez en cuando las revistas de videojuegos. Compite codo a codo con Superman 64 por ser el juego más legendariamente malo, si bien todavía no se tienen noticias de un vertedero con millones de cartuchos de Nintendo 64 taponados por una capa de hormigón. Curiosamente, Superman 64 fue editado por Infogrames, que más adelante (en 2003) adquiriría y asumiría la marca Atari. ¿Coincidencia? Sí.