Taito, una compañía que sin ser tan conocida como Capcom, Atari o Konami, en los años de los salones recreativos regaló a este mundillo varias joyas como el padre de muchos videojuegos: Space Invaders, -icono total de finales de los setenta y asociado de manera inmediata a la palabra videojuego- el no menos mítico Arkanoid del que hablamos semanas atrás, y de posteriores grandes juegos con grandes destacados y muchos olvidados.
La compañía fundada en 1953 por Michael Kogan, hombre de negocios Ruso, lanzaría en 1986 un juego de plataformas tan sencillo como adictivo, de tan sencilla mecánica como grande diversión, Bubble Bobble.
Así que volvemos a los ochenta, para ver de cerca uno de los juegos más recordados y más jugados en los salones recreativos, y en los múltiples sistemas que conoció, tantos que se nos hace imposible enseñar tantísimos en tan poco espacio como tenemos, y que sin duda es uno de los juegos más versionados de la historia.
Y no es para menos, el juego dio con la fórmula perfecta al mantener unos personajes carismáticos y graciosos con una jugabilidad tan sencilla de entender como a veces difícil de llevar a la práctica.
Dos hermanos, dos dragones
Pero empecemos por el principio, Bub y Bob, antiguamente humanos, son ahora dragones que si quieren recuperar su forma humana y a sus novias deben recorrer los 100 niveles, pero eso poco nos importará a la hora de ponernos a los mandos y disfrutar de juego.
Nada más meter una moneda y de manera instantánea, comenzará una de las canciones más famosas de toda la historia del videojuego. Tadashi Kimijima (KIM) creó una melodía que será largamente recordada desde 1986, y que a pesar de sonar a lo largo de todos los niveles en los que nuestros dragoncillos pululan por ellos, increíblemente no se llega a hacer pesada, y que se pegará a nuestra piel como un tatuaje permanente, como si Tadashi fuera el ranchero que calentó el hierro y nos dejó la marca para siempre en nuestra piel y oído:
La hemos tarareado por la calle, la hemos silbado, la hemos cantado en la ducha, la hemos intentado reproducir sin éxito dando palmas, y para los que hayáis pinchado en el vídeo, lo volveréis a hacer en los próximos días. Aquí os dejamos con el ecosistema que nos encontraremos en el juego arcade original:
Pero detrás de la música y sus coloridos gráficos, hay un juego con un sistema que enganchará al más osado a despreciarlo: somos dragones que disparamos pompas en las que atraparemos a nuestro enemigo y que si saltamos sobre las pompas en las que están encerrados los enemigos acabaremos con ellos y se convertirán en jugosa comida.
Así pasaremos al siguiente nivel, pero no solo de disparar burbujas viven Bub y Bob, sino de recoger ítems con los que aumentaremos la velocidad al movernos, la distancia a la que lanzamos las burbujas, aumentaremos la velocidad a la que disparamos burbujas, pararemos el tiempo unos segundos para poder atrapar a los enemigos mejor y un sinfín de habilidades y maneras diferentes de incrementan la puntuación que os invitamos a descubrir por vosotros mismos.
El juego nos hará pasar un sinfín pantallas con mil y un ítems que harán de este juego una leyenda. Leyenda que todos, o casi todos pudimos disfrutar en nuestra consola, casi fuera la que fuera, puesto que la lista de las plataformas a la que fue versionada es de infarto: Arcade, Commodore 64, Sinclair ZX Spectrum, Amiga, Atari ST, MSX, Amstrad CPC, Sharp X68000, PC (MS-DOS, en 1989 y 1996), Apple II, FM Towns Marty, Master System, Game Boy, Game Boy Color, Game Boy Advance, Nintendo DS, PlayStation, Sega Saturn, Nintendo Entertainment System, Famicom Disk System, Game Gear, sistemas móviles (Sprint PCS), Texas Instruments TI-8x series de calculadoras y alguna más que se nos queda en el tintero, otra como la de los sistemas BBC Micro que a pesar de estar preparada para ser lanzada nunca vio la luz, o una de las privilegiadas, la de Master System que recibió milagrosamente el doble de niveles, nada menos que 200.
Pero está claro que Bubble Bobble no se quedó en un solo juego de tremendo éxito, sino que se continuó con la "historia" un año después con Rainbow Islands: The Story of Bubble Bobble 2, juego que pasará a formar parte de una pequeña bifurcación, puesto que al cambiar el estilo de juego, le seguirá Parasol Stars por un lado y Bubble Symphony y Bubble Memories por otro lado, de esta no buscada bifurcación (aunque estrictamente no lo fuera, y quizás se pueda pensar que se buscaron dos tipos de juego ante la fría acogida de Raibow Islands)
Raibow Islands
Parasol Star
El juego se salía completamente del sistema de juego iniciado por el primer y exitoso Bubble Bobble, aunque quizás demasiados años después, en los lejanos 1994 y 1995, se volvió a los orígenes con Bubble Symphony y Bubble Memories, cuando casi se cumplían diez años del primer juego y los dos anteriores juegos hicieron que la saga cayera injustamente en el olvido, puesto que no eran de ninguna de las maneras -a pesar de su aspecto- malos juegos.
Bubble Symphony
Bubble Memories
Y volvemos a decir, más como opinión que como lo que realmente fue, que los demás juegos no fueron capaces de superar el éxito del primero, de dar con la tecla como dio y en el momento que lo hizo el primer Bubble Bobble. Los demás se distanciaban de su mecánica, y llegaron demasiado tarde, pero también podemos decir, que entre todos estos mencionados, Taito sacó infinidad de versiones para multitud de sistema.
Otro de los famosos spin-off fue Puzzle Bobble, que quizás no le reseñemos demasiado ya que pertenece a otro género y tiene su propia historia, sí que hizo que todos los personajes aparecidos en Bubble Bobble fueran convertidos en casi iconos por Taito. De hecho, en la serie Bubble Bobble hay muchos cameos de otros videojuegos de la compañía, como el propio enemigo del Space Invaders, Arkanoid o The New Zeland Story.
Los simpáticos dragones verde y azul que escupían burbujas de jabón sin jabón, quedarán por siempre en nuestros corazones porque nos ganaron hace muchos, muchos años, y Taito de vez en cuando nos lo recordará con algún remake o vuelta de tuerca sobre el original (geniales las versiones de WiiWare a 4 jugadores o el Bubble Bobble Neo de Xbox Live) y ahí estaremos nosotros para volver a coger los mandos y volver a saltar y lanzar burbujas de jabón, o quizás volveremos al primer juego, a la versión original, y volvamos a recordar un pedazo de la historia que nos reúne siempre en este lugar.
