Hay muy pocos villanos como el Joker. El archienemigo de Batman es uno de esos tótems para los actores que deciden jugársela enfundándose su piel, y aunque parezca una tarea fácil -¡el cine de cómics es todo un filón!-, existen pocos papeles más complejos, complicados y extraños. Sí, pueden validarte a ganar un estatus entre tus colegas de profesión, incluso brindarte la oportunidad de ganar la preciada estatuilla de la Academia, pero nada más lejos de la realidad. Con cada recast, reinterpretación o versión del Joker, siempre existe cierta leyenda negra y morbo, con un buen número de anécdotas o detalles. Sin embargo, gracias a la popularidad del cine de superhéroes, las productoras parecen haber aumentado el ritmo de adaptaciones de este particular payaso macabro, siendo cada vez más común encontrarlo. Desde Jared Leto a Heath Ledger, pasando por Joaquin Phoenix, repasamos los mejores arlequines del mal en Vandal Random.
Introducción: Sobre el Joker
Cuando Bill Finger, Bob Kane y Jerry Robinson crearon al Joker en el primer cómic de Batman en abril de 1940 para DC Cómics, no pensaban que tuviese demasiado éxito. Simplemente sería un malo más. Aunque la idea original proviene de Finger -que se inspiró en la versión de Gwynplaine interpretada por Conrad Veidt en la película El hombre que ríe de 1928-, poco a poco, el criminal más notable de Gotham acabaría convirtiéndose en el villano principal de Bruce Wayne y el encapuchado enmascarado, y aunque sus orígenes han ido variando y modificándose con el paso del tiempo, siempre ha tenido rasgos psicópatas, un humor retorcido, sádico y peligroso y ha sido el responsable de algunos de los hechos más oscuros de la cronología del murciélago.
Desde el asesinato de Jason Todd a la parálisis de Bárbara Gordon, su icónica apariencia física, con el rostro desfigurado, la piel nívea, el pelo verde y los labios rojos, ha marcado para siempre el imaginario colectivo en multitud de obras literarias, cómics, películas o videojuegos.
6. Jared Leto (Escuadrón suicida, 2016)
Jared Leto no tiene un Oscar por gusto. La voz del célebre grupo 30 Seconds to Mars, todo un hombre del renacimiento -canta, escribe e interpreta-, se la jugó dentro del nuevo y fallido organigrama cinematográfico dirigido por Warner Bros. basado en los tebeos de DC Cómics. Pese a que la productora tenía todos los ingredientes para hacerlo triunfar, la obsesión por intentar parecerse a Marvel les llevó por mal camino, con virajes en el tono de la narración, desplantes por parte del público en taquilla y visiones encontradas entre productores y directores. En esta pléyade de problemas y caos, David Ayer, director de Escuadrón suicida, decidió junto al propio Leto buscar una versión distinta del Joker, acercándolo a una apariencia más pandillera, agresiva y urbana, alejándolo de las habituales concepciones de este villano en películas y series. Sobre si funcionó o no, os lo dejamos a vosotros, aunque sí es cierto que generó la controversia necesaria para usarlo como una lúcida maniobra publicitaria.
Sin embargo, y aunque la actuación de Leto en el Escuadrón suicida es loable, llegando incluso a ser retorcida, incómoda o imprevisible, no terminó de cuajar entre el público. Esta adaptación del payaso bajo la piel de una especie de señor de la guerra o jefe del hampa, que visitaba y regentaba clubes de alterne y negocios turbios, se cimentó también en la relación tóxica y tortuosa con Harley Quinn (Margot Robbie) para aportar más contexto. Desgraciadamente, todo acabó en desastre. Leto se comportó como una diva en el rodaje, realizando bromas pesadas y fagocitando la producción a sus designios y deseos, algo que no gustó ni a Ayer ni a la Warner, que decidieron cercenar su presencia en el film hasta algo anecdótico, pese a que se había rodado muchísimo y su importancia en la trama era capital. Desdibujado en el montaje final, y aunque su punto de vista es fresco y diferente, y aunque ha sido criticado duramente, creemos que sí merece un reconocimiento que únicamente el paso del tiempo se lo dará.
5. César Romero (Batman: La serie de televisión, 1966-68)
Pensad por un momento en la imagen clásica de un personaje como el Joker. Pelo verde, traje de colores estridentes, maquillaje blanco y eterna y diabólica sonrisa. Esta imagen icónica e inmutable existe, en parte, gracias a la loable labor de César Romero. Se trata de uno de los actores latinos más reconocibles de la historia, especialmente en el Hollywood de los años cuarenta y cincuenta, siendo el elegido para encarnar al archivillano en la adaptación televisiva de las aventuras del murciélago de Gotham. Fue uno de sus mejores papeles. Sin rodeos. Este actor neoyorquino, de orígenes cubanos, logro perfilar el carácter de maniaco obsesivo y retorcido que se ha ido repitiendo como patrón en muchas de las encarnaciones del Joker en la pequeña y gran pantalla, e incluso en los videojuegos que han ido llegando a consolas y PC. Ahora quizás nos parezca naif e inocente, pero si nos fijamos detenidamente, encontraremos ramalazos muy inquietantes y aterradores.
Hay detalles en su versión muy destacables, hasta tal punto que se han convertido en tics recurrentes por todos y cada uno de los actores que han decidido enfundarse en la piel de esta creación de tebeo. Romero, un gran bailarín y conversador, alteraba el guion a su gusto -con el permiso de escritores, directores y actores-, se marcaba unos increíbles gestos y coreografías e impregnaba de estridencia todas sus apariciones en pantalla. Ahora puede que, con el tiempo a nuestro favor, se trate de una versión ridícula o incluso infantil, pero hay ingredientes que nos presentan elementos notables a reivindicar, como su risa, la mirada perdida y su tosco maquillaje -con ese rudo bigote sin afeitar-. Una versión a reconocer que a veces ha sido injustamente olvidada.
4. Mark Hamill (1992 -)
Hablamos quizás de la versión más fiel y fidedigna del personaje. De hecho, si existiese una versión ideal del Joker, aquella que más respetuosa fuese con los orígenes del cómic y que además haya evolucionado consecuente con el paso del tiempo a las vicisitudes propias de cada época, esa sería la versión de Mark Hamill. Sí, no hay una sola. Y de acuerdo, no ha llegado jamás a serlo en persona. Pero Hamill, nuestro queridísimo Luke Skywalker de Star Wars, lleva más de 25 años interpretando al villano de DC Cómics en multitud de películas, videojuegos, series de animación e incluso cortos y videojuegos. El actor ha sabido enfundarse en el arlequín de una manera demencial y retorcida, añadiéndole el toque maquiavélico y manipulador, así como patentando una de las carcajadas más incómodas y reconocibles de cuantas hemos visto en estas lindes. Si bien es cierto que el intérprete ha sabido confeccionar la idea y el aura de un villano peligroso, despiadado y brutal, Hamill ha reconocido entender a la perfección el personaje, aportándole de su propia cosecha cierto halo místico y culto, llevándolo a un lado completamente distinto al de, por ejemplo, Jared Leto.
Solo tenemos que mirar la forma de hablar. Si el cantante decidió otorgarle a su interpretación un aspecto y un carácter hip-hop y pandillero, de la calle, Hamill siempre ha ido impregnándole a su Joker una flema aristócrata y altanera, convirtiéndole en un asesino en serie con tendencias megalómanas pero siempre con deslices de villano culto y letal. No es casual. El actor estadounidense se preparó a conciencia, y para brindarle a su interpretación un plus especial y único, se pasó cierto tiempo buscando matices y tics vocales, así como referencias visuales sacadoa de personajes de ficción como Hannibal Lecter (El silencio de los corderos) y Jerry Lewis, considerado uno de los cómicos más grandes de la historia del cine.
3. Jack Nicholson (Batman, 1989)
Jack Nicholson y Tim Burton hicieron el más difícil todavía a finales de los años ochenta. Cuando se les permitió rodar Batman, entendieron cómo debía llevarse al Joker de nuevo a la gran pantalla. Estudiaron los diferentes caminos que había que seguir para mostrar y hacer comprender al espectador la importancia de la némesis de Batman y Bruce Wayne, y decidieron cincelar con sumo cuidado el aspecto del maquillaje, confeccionar delicadamente los caros trajes de colores estridentes y forjar con ahínco la personalidad del villano del tal manera que a día de hoy sigue siendo una de las mejores versiones del personaje. Si bien algunos revisionistas siguen quejándose de lo ridículo de sus apariciones en el metraje, lo cierto es que Nicholson nació para ser y vivir como el Joker en el celuloide, y su influencia en otras versiones y adaptaciones del payaso del crimen es innegable.
Hablamos de un personaje excesivamente histriónico y con un catálogo de muecas incuestionable -es Nicholson y eso es marca de la casa-, y de hecho consiguió que la sonrisa del payaso en papel se hiciera completamente real, dando a luz una interpretación que ahondaba en la vis cómica más retorcida del incuestionable actor. Su encarnación consiguió que la película pasara a la historia, rivalizando en protagonismo con el propio Michael Keaton y elevando al villano a una categoría y estatus de auténtico icono pop. El villano robaba la función y hacía que bailásemos con él al ritmo de Prince a la luz de la luna.
2. Heath Ledger (El caballero oscuro, 2008)
Si tenemos un Joker que sea capaz de recoger todos y cada uno de los puntos citados a lo largo de este top, esa es la versión del Joker de Heath Ledger para El caballero oscuro. La versión del fallecido actor no es fruto de un solo día, ni tampoco es excesivamente original, pues Ledger decidió beber de diferentes y diversas fuentes, haciendo acopio de decenas de detalles de las encarnaciones de César Romero o Jack Nicholson, ahondando incluso en las concepciones más recientes y espectaculares del villano en la novela gráfica, sobre todo en aquellas diseñadas por el reputado escritor y guionista Brian Azzarello, uno de los autores más respetado y que sin lugar a dudas han moldeado la imagen actual del personaje. Ledger, que obtuvo un Oscar póstumo por su rol en la obra maestra de Christopher Nolan sobre el murciélago vigilante, logró que su aparición en pantalla fuese una fuerza de la naturaleza cada vez que irrumpía en escena -"Yo no maquino. Intento enseñarles a los que lo hacen lo patético que es que intenten controlar las cosas”-.
El rol de Heath Ledger, que también ha sido envuelto por un halo mítico y netamente morboso por las circunstancias de su fallecimiento meses antes del estreno del film, es extraño, peligroso e imprevisible, capaz de marcar un antes y un después en la historia del cine, y servir como antítesis perfecta para el Batman de Christian Bale. Bale, que se deshace en elogios cada vez que habla de él o de su relación en plató -y el galés es un tío complicado-, cree que el cine actual no sería lo mismo sin él. Considerada la mejor encarnación del personaje, hablamos del cimiento en el que el siguiente puesto del top se ha sustentado para dar la guinda a un malvado del cómic que ahora pertenece a todos.
1. Joaquin Phoenix (Joker, 2019)
Quizás no sea del todo justo colocarlo en el primer puesto, sobre todo cuando hablamos del único Joker que ha tenido la suerte de tener un film para él solo, con todo lo que ello implica, pero su rol ha sido tan revolucionario como único. Joaquin Phoenix, que cuenta con tres nominaciones al Oscar y un Globo de Oro en mano, es un actor muy particular y especial, tanto como su versión del Joker. Dirigida por Todd Phillips, esta cinta sigue la trama de Arthur Fleck, un comediante fallido con graves desórdenes mentales, cuyo progresivo paso a la locura lo acaba convirtiendo en el eje de una revuelta popular en Gotham y que deja tintes de revolución tiznada de lucha de clases. Phoenix, que había estado interesando en meterse en la piel del villano desde hacía años, casi logra su sueño cuando Martin Scorsese decidió involucrarse en el proyecto, aunque una serie de desavenencias con Warner Bros. lo llevó a recoger el guante de la idea bajo la batuta de Phillips, que daría rienda suelta a sus deseos.
Se trata del séptimo actor de carne y hueso que decide encarnar al Joker, y lo hace sacrificando ciertas ideas preconcebidas, adaptándolas a una naturaleza única. Phoenix decidió perder peso hasta ofrecer un aspecto inquietante e insano, adaptándose a la idea de un hombre olvidado por la sociedad y enfatizando el carácter pobre y humilde de Fleck, un ser que encadena trabajos de poca calidad y es ignorado por los servicios sociales cuando los recortes azotan Gotham. Recogiendo el guante de Azzarello en sus cómics sobre el arlequín de DC, y mutándose con ideas herederas de Nicholson y Ledger -como algunos bailes y tics faciales-, Phoenix se encumbra en su versión del payaso, ahora más nihilista y anarquista que nunca.