Con Wii U a semanas -casi días- de llegar a las tiendas europeas, echamos la vista atrás y repasamos la trayectoria de Wii. Seleccionamos los 30 mejores títulos de la consola, 30 juegos representativos de su catálogo. Muchos de ellos son exclusivos, otros han salido en otras consolas, nacieron en otras plataformas o se lanzaron simultáneamente en varios sistemas, pero todos ellos conforman una buena visión de lo más relevante de lo que ha dado Wii a sus usuarios desde que llegó a las tiendas en 2006.
Como en todo ranking quedan juegos fuera. Se nos ocurren títulos como Wii Sports Resort, la continuación de Wii Sports, que aunque aportó experiencias fantásticas como el vuelo en avioneta e introdujo el sistema de control Remote Plus, no tuvo el mismo impacto a la hora de definir Wii ante el público, tanto el general como los aficionados veteranos.
Intentamos, por tanto, presentar una selección de juegos por su calidad intrínseca, su importancia en el conjunto del catálogo y su impacto en la industria y trayectoria de la consola.
Mario y Link, dos grandes héroes de Nintendo, están acompañados, así, de cazadores de monstruos, tipos ultraviolentos en blanco y negro, y pequeños piratas con monos.
¿Y tú, qué juego incluirías entre los más destacados de Wii?
1. Super Mario Galaxy 2
Más directo, más intenso, más poderes, más niveles… Si lo miramos por el lado negativo de la vida, Super Mario Galaxy 2 solo era una expansión del primero; si lo miramos por el lado positivo, fue una continuación superior en todo. Sin ataduras y retomando una estructura de mapa frente a los "mundos-conexión" que habíamos visitado desde Super Mario 64, Nintendo exploró los límites. Cogió la idea que había inyectado sangre nueva a la saga para darle un giro de tuerca que era un todo un guiño a los jugadores. Muchos más niveles de diseño clásico, muchos más niveles más abstractos y complejos…
Super Mario Galaxy 2 no supuso un cambio, un giro, como sí lo hizo el primero y es cierto que en ese sentido es continuista, pero eso mismo fue lo que le permitió refinar su fórmula, sacar la receta mágica que te hace jugar con una sonrisa y disfrutar. Y cuando pierdes una vida tras otra porque se te atraganta alguno de sus retos no te frustra, porque cuesta dejar el mando y apagar la consola.
Este fue el Mario cósmico completo, un juego redondo que fue el resultado de un proceso de maduración de una fórmula que ya había nacido rozando la perfección. Cualquier plataformas del fontanero tendrá que medirse de tú a tú con este juego y no será difícil superarlo. Si alguien puede hacerlo, claro, es el propio Mario.
2. Xenoblade Chronicles
Habrá opiniones para todos los gustos, claro, pero el rol nipón no ha tenido sus mejores años en la generación actual con algunos tumbos en sagas importantes. En muchos sentidos, las portátiles han permitido canalizar el rol de más calidad, tanto en el caso de Nintendo DS como en el de PSP. Mientras se producía un auge del rol occidental en consolas (en PC nunca le ha hecho falta), el nipón perdía fuelle. Y, sin embargo, Xenoblade Chronicles consiguió convertirse en uno de los grandes, posiblemente no solo de la generación actual.
Ofrece mundos enormes y combina la jugabilidad solitaria con algunos parámetros herederos del rol masivo en línea. Su historia combina los elementos clásicos del rol nipón: drama, personajes jóvenes destinados a salvar el mundo, traiciones… consigue resultar fresco dentro de unos cánones dramáticos muy cerrados, de la misma manera que consigue jugarse de manera divertida y directa con un sistema de combates profundo y complejo.
La inmensidad de sus entornos parece imposible en Wii y aunque es cierto que gráficamente no resiste comparación con las grandes producciones de las consolas de alta definición, pero su calidad artística lo suple notablemente. Los grandes parajes, la exploración continuada en valles y montañas para llegar hasta lo más alto de un risco y observar el atardecer… sin olvidar las grandes batallas épicas y la sensación de peligro y tensión continuada por su sistema de distribución de enemigos, que sitúa enemigos de cualquier nivel de poder en cualquier zona: desde el principio encontramos enemigos de nivel elevadísimo, capaces de matarnos con un golpe y a los que no podremos hacer frente hasta pasadas, quizá, más de 40 horas de juego. Épico, emocionante, mágico. El máximo exponente de su género esta generación.
3. The Legend of Zelda: Skyward Sword
Lo que Twilight Princess insinuó en cuanto al sistema de control por movimientos, The Legend of Zelda: Skyward Sword lo desarrolló gracias al Motion Plus (que mejoraba la detección de movimientos del mando), permitiéndonos transmitir con mayor fidelidad los gestos de nuestro brazo a la espada. Como todo el juego se construyó en torno a esa faceta del control, nos encontramos con multitud de nuevos ítems diseñados para aprovechar esas características, como el escarabajo teledirigido, el látigo, etc.
Se alejó del estilo más oscuro de su predecesor para apostar por un mundo colorido que emulaba haber sido dibujado, fusionando, de hecho, la línea estética de Wind Waker (GameCube) con la de Twilight Princess. Pero no solo eso: también fue más líneal en su desarrollo general, aunque lo compensó con mazmorras mucho más largas y complejas, aunque tocaba revisitarlas en alguna ocasión. De la misma manera, abandonó el mundo clásico unido, abierto, de la saga para apostar por una estructura que parecía mucho más "por niveles". Es probable que el resultado fuera polémico en algunos aspectos, pero es también cierto que se convirtió en un juego divertidísimo con unos combates mucho más apasionados e intensos.
En muchos sentidos, uno no puede evitar tener la sensación de que el título fue altamente experimental, no solo con el sistema de control, sino también con su estructura general, desarrollo e incluso la narración. Es un juego que ha abierto más puertas que otra cosa y ha permitido explorar nuevos horizontes. Está claro que con Wii U y su nuevo mando el experimentalismo en el control no será aplicable directamente, pero sí lo aprendido en los demás aspectos.
4. Metroid Prime Trilogy
O lo que es lo mismo, Metroid Prime 3. Para esta edición se retomaron las dos entregas de GameCube para ofrecer reunidos los tres juegos con controles plenamente adaptados al control de Wii. Es cierto que el primer Metroid Prime consiguió algo muy especial, una atmósfera de frescura y sabor Metroid clásico –en concreto, ese regusto a Super Metroid le sentó de maravilla-, pero seguir explotando ese referente tiene un límite y no se puede vivir de las rentas. La segunda entrega fue muy diferente por su ambientación, por los mundos paralelos… y Metroid Prime 3, la entrega propia de Wii, apostó por reforzar la narración, integrar elementos adicionales como la nave de Samus y ampliar el universo de esta subsaga.
Si a eso le añadimos no solo el sistema de control que nos permitía apuntar usando el puntero del mando de Wii, sino todo el conjunto de gestos para activar determinados elementos de los escenarios, nos encontramos con una experiencia de lo más inmersiva. Además, puso punto final a la trilogía, aunque muchos aficionados están ansiosos por ver cómo Retro Studios retoma la saga.
El recopilatorio Metroid Prime Trilogy se vendió como una edición limitada con varios elementos desbloqueables en forma de ilustraciones y otros contenidos digitales que se iban abriendo, así como un sistema de logros integrado a través de los tres títulos, un buen incentivo para volver a jugarlos. Dada la calidad de los títulos recogidos, la pena es que esta edición fuera limitada. Una de esas cuestiones que deciden las empresas y que los usuarios, con razón, no entienden.
5. Super Smash Bros. Brawl
Con tan solo tres entregas, esta serie se ha convertido en uno de los referentes más destacados del catálogo de Nintendo. Nació en Nintendo 64 y solo ha sumado una entrega por consola (costumbre que parece que se va a mantener, solo que ahora también con el salto al mundo portátil, gracias a Nintendo 3DS). Super Smash Bros. Brawl tenía el difícil trabajo de ser la tercera entrega, es decir, superar la continuación que representó la maduración del producto.
Lo hizo. Una de sus grandes aportaciones fue la introducción del juego en línea, algo que Nintendo no se tomó en serio en GameCube y no demasiado en serio en Wii. El hecho de que algunos los servicios de este juego, uno de los títulos emblemáticos del catálogo de Wii, se suspendieran antes de que la consola esté enterrada, muestra que el compromiso de la compañía con el juego en línea tiene mucho camino que recorrer.
El incremento de la plantilla, la asignación de rasgos diferenciales para reducir el siempre preocupante caso de personajes clónicos, y la potenciación del modo para un jugador con toda una aventura llena de retos y sorpresas hicieron de este juego uno de esos títulos que reportan cientos de horas al usuario. Daba igual si estaba solo, con amigos, o jugando en línea: el tiempo se volatilizaba con Super Smash Bros. Brawl.
6. Super Mario Galaxy
El viaje definitivo hasta las estrellas de Mario representó, para muchos, el regreso a lo más alto del fontanero tras una entrega que parecía haber sido insuficiente para una parte de los aficionados: Super Mario Sunshine para GameCube. Galaxy planteó un giro importante, combinando pequeños planetoides que ofrecían un juego gravitatorio poco habitual con escenarios de grandes dimensiones que enraizaban con los niveles del veterano Super Mario 64 y otros con una vista lateral que nos llevaba a los clásicos bidimensionales de la saga.
Variado, imaginativo y divertido. Adictivo, incluso. Los juegos de plataformas están cada vez más lejos de sus años de gloria, cuando eran el género rey de los videojuegos, pero con esta entrega Nintendo mostró que todavía había todo un universo por explorar con poderes, niveles retro, y un nivel de dificultad que ya es marca de la casa: ver la secuencia final es fácil, un buen jugador pierde muy pocas vidas en esa tarea. Pero conseguirlo todo, visitar todos los niveles y explorar hasta el fondo sus secretos exige habilidad y, por qué no decirlo, incluso sangre fría.
Los niveles de su continuación resultan, en conjunto, mejor diseñados, pero la frescura y originalidad absoluta están en esta entrega, y eso es un valor en sí mismo.
7. The Legend of Zelda: Twilight Princess
No todos los días llega una consola a las tiendas con un Zelda inaugurando el catálogo, pero Wii pudo hacerlo gracias al largo desarrollo de esta entrega que nació como juego para la madurez de GameCube. Le sobraba calidad para ser uno de los grandes de esa consola, y lo fue también de Wii.
El control se adoptó para la detección de movimientos y eso implicó convertir a Link en diestro y darle la vuelta a todo el mapeado, literalmente. El diseño se volteó horizontalmente para adaptarse a la nueva lateralidad del héroe. Twilight Princess sufrió el proceso clásico de la saga: fue duramente criticado por aficionados que pasaron a exaltar al precedente, en mágico Wind Waker, que había sido en su momento criticado con una virulencia tremenda. Lo aficionados llevaban años reclamando un juego mucho más próximo a la herencia de A Link to the Past y Ocarina of Time y este juego se lo dio. Fue criticado por ello.
Poco importa eso: la dualidad Link-lobo, los misteriosos personajes, la ambientación de sus escenarios, las batallas a caballo…
8. Monster Hunter Tri
La saga Monster Hunter nació bajo el amparo de las consolas de Sony y se convirtió en un éxito –todavía hoy lo es- en Japón gracias a las entregas para PSP y, en menor medida, en la consola doméstica de la compañía y otros sistemas, como el PC. De esta manera, el paso de la misma a la consola de Nintendo supuso toda una sorpresa que se ha mantenido con el paso de esta misma entrega en revisiones a Nintendo 3DS y Wii U, versiones que se estrenarán en Europa a principios de 2013.
En cualquier caso, Monster Hunter Tri supuso el paso y lo hizo con un gran juego que mantuvo la esencia de la serie intacta, conocedora de que con eso le bastaría para captar la atención de su gran público, y aportó elementos como la caza submarina.
El juego en línea fue también un importante elemento del juego, aunque hay que tener en cuenta que era de pago en Japón. En Europa y América, en cambio, fue gratuito y eso sin duda ayudó a que la experiencia de juego en línea fuera positiva, ya que aunque en estos mercados no es una saga tan atractiva como en Japón el prescindir de costes adicionales logró captar la atención de más público.
9. Donkey Kong Country Returns
Retro Studios no solo firmó el retorno de Samus Aran, sino también el de Donkey Kong a las plataformas clásicas, siguiendo la línea de los plataformas de diseño horizontal de finales de la época de Super Nintendo, esa trilogía fantástica que firmó Rare.
Donkey Kong Returns es el heredero espiritual de ese juego y apostó por un magnífico diseño gráfico, como no podía ser de otra manera viniendo de esta desarrolladora, y una jugabilidad sobresaliente que recuperaba todo el sabor clásico de los plataformas de la saga. Se confirmaba, por tanto, que estos creativos saben hacer mucho más que ponernos tras el casco de una cazarrecompensas.
Un juego divertido, adictivo, bonito, largo, difícil y rejugable, que respetó el trabajo hecho por Rare sabiendo aportar novedades. Es, posiblemente, el mejor plataformas bidimensional que ha visto una consola en muchos años.
10. Wii Sports
La virtud de Wii Sports es que se ha convertido en el juego que identifica sin dudas a Wii. No se trata del juego emblemático, como Halo lo fue con Xbox, por ejemplo, sino de una asociación simbiótica que se ha dado pocas veces en la historia, como Tetris y Game Boy. Ni es el mejor juego, ni el más espectacular, pero cuando la inmensa mayoría del público piensa en Wii piensa en Wii Sports y, creemos, cuando pasen los años la gente se acordará de sus partidas con Wii Sports.
Es cierto que a esto ayuda el hecho de que el juego se incluyera con la consola de serie durante la mayor parte de su ciclo comercial, asumiendo la función de juego que tiene todo el mundo y también la de demostración de las características de la consola. Pero hay algo más importante: jugar al tenis con este título sigue siendo una experiencia divertida como pocas.
Con el golf, el tenis y sus otros deportes incluidos daba algo a todos los miembros de la familia y ese fue su mérito: ser el objeto de deseo más que la consola porque, no lo olvidemos, una consola solo es una vía de acceso a un catálogo. Ni el mando, ni el tamaño reducido de Wii, ni nada: Wii Sports era la razón, el objeto de deseo. Y hay algo que su sucesor, Wii Sports Resort (mucho más trabajado, y con una deliciosa –pero limitada- experiencia de vuelo) no pudo superar: esa facilidad y accesibilidad tan extremas que hacen que todavía hoy puedas encender la consola, meter el juego y pasarlo de miedo. Sin más.
11. World of Goo
World of Goo es una pequeña maravilla que se estrenó en PC y WiiWare, y que ha sido reconocido incluso con varios premios, y no solo de certámenes independientes. Pero siempre con esa etiqueta al lado, como si hubiese algo que justificar, o ser condescendientes. Eso sería muy injusto: es un puzle magnífico, un título de habilidad divertido, adictivo y lleno de encanto.
Como buen puzle, World of Goo se explica a nivel jugable en pocas palabras, pues basta coger Bolas de Goo, moverlas con el puntero a la posición deseada, y que se enganche a las otras para hacer una construcción. Esa construcción será recorrida por las bolas, y debemos llegar hasta la tubería, por donde el goo entrará y pasaremos a la fase siguiente
El juego consiguió una belleza audiovisual llena de personalidad, algo que se echaba de menos en la industria, y lo hace en torno a un concepto jugable que marca una pauta a seguir para los cada vez más presentes puzles físicos, puzles donde la habilidad y la gestión de la física realista son ejes esenciales. Y lo mejor es que lo hace como quien no quiere la cosa, ofreciendo una fórmula sesuda pero asequible acompañada de humor y un tono desenfadado, nada dramatizado, que nos hace jugar con una sonrisa en los labios incluso cuando repetimos por enésima vez la misma fase.
12. The Last Story
Otro gran juego de rol en Wii, en esta ocasión firmado por Hironobu Sakaguchi, toda una figura en la historia del género: nada más y nada menos que el padre de Final Fantasy. Se trata de The Last Story.
Este título supuso la vuelta a la dirección de Hironobu Sakaguchi tras casi 20 años, una tarea que había abandonado por la producción y la supervisión. Su mano, su talento e inspiración, la manera de construir unos personajes y un mundo, se notan y mucho, y junto al atractivo diseño artístico, plasmado en un apartado gráfico de lo mejor que hemos visto en Wii.
The Last Story innova desde los detalles más pequeños a los más importantes, con una jugabilidad con una gran personalidad propia, arrolladora, que funciona y es muy divertida. A esto se le une una épica historia, unos personajes bien construidas y con los que es fácil simpatizar, y un aroma a clásico bárbaro. El rol japonés clásico imbuido de su mejor tradición de mano de un grupo de maestros que han firmado joya tras joya. Esta es una de las grandes.
13. Muramasa: The Demon Blade
Este juego lo tenía todo para no salir de Japón, pero por suerte lo hizo y disfrutamos de una aventura llena de acción, saltos y un estilo jugable clásico acompañado de gráficos preciosistas de diseño bidimensional, dibujados, como antaño. Es Muramasa: The Demon Blade. La presentación visual del juego ayudó a conformar un aspecto impactante y artísticamente muy destacable. Los escenarios apostaban por un muy buen nivel de detalle y, sobre todo, por unas paletas de colores y diseños que nos hacían creer que estamos ante dibujos animados, algo que todavía no logran con la misma eficiencia los polígonos, por mucho cel-shading que se aplique, y es que hay cosas que solo la animación y lo bidimensional pueden conseguir.
Proponía un desarrollo mucho más cercano a la exploración que a la acción simplista de un "yo contra el barrio", de manera que construye su propio estilo a raíz de la línea de juegos de acción exploratoria, representada por la serie Metroid, y buena parte de la saga Castlevania. Por eso mismo, podía pasarse en muy pocas horas, pero conseguir el 100% del juego era una tarea casi titánica.
Muramasa: The Demon Blade es una de esas pequeñas joyas del videojuego contemporáneo, y lo es por mantenerse fiel a unas tradiciones que cada vez cuesta más encontrar en títulos nuevos. Al mismo tiempo, se nutre de la tecnología actual para, siendo contemporáneo también en ello, poder sacarle jugo y ofrecer una experiencia estética que, simplemente, no es comparable a lo que hay ahora en el mercado. Tiene mucho encanto revivir el estilo visual de los 8 bits, y tiene mucho encanto encontrarse con impresionantes gráficos imposibles hace seis meses, pero hay algo especial en el cuidado artístico, en el barroquismo del dibujo clásico y su aplicación bidimensional.
14. Epic Mickey
Warren Spector, todo un veterano de los videojuegos, apostó por Mickey Mouse. Parecía raro que el creador de juegos como Deus Ex o Wing Commander, desde su posición en la estructura de Disney como dirigente del estudio Junction Point, abrazara una marca aparentemente tan infantil. Lo que nos encontramos en Epic Mickey fue (no podía ser de otro modo) el regreso a la era dorada de este personaje a los videojuegos, una evocación total a los grandes clásicos de 16 bits del ratón más famoso del mundo (con permiso del señor Pérez).
Epic Mickey, además, era todo un tributo a la historia de Disney, recuperando personajes como Oswald y recorriendo algunas de las producciones clásicas más famosas de esta factoría, incluyendo niveles bidimensionales como el que nos llevaba a un memorable cortometraje en un barco de vapor que marcó para siempre la historia de la animación, hasta parques de atracciones, todo ello para recuperar el color, la vida, del universo de Mickey Mouse.
Fue, en definitiva, un título magnífico. Como revisión casi erudita del mundo Disney no tiene precio, y como aventura de plataformas es de las mejores que han llegado al mercado en toda la generación. Resultó ingenioso, y estaba lleno de imaginación y buenas experiencias.
15. Silent Hill: Shattered Memories
El frío y la nieve conquistaron esta profunda revisión artística, jugable y conceptual de la fundación de la saga de terror de Konami y lo hizo para bien. Silent Hill: Shattered Memories, que se lanzó en Wii y en las consolas de Sony PS2 y PSP, es una de las mejores propuestas de una saga que lleva unos años dando tumbos y que parece que no está encontrando el camino que debe seguir sin llegar a reconectar con sus seguidores.
Desde el principio, con una entrevista que se mantiene con un psiquiatra y que determina muchos aspectos de la partida que vamos a vivir, hasta su desenlace final, sorprendente, la jugabilidad y narrativa de esta entrega mostró un nuevo enfoque para la serie que no ha resultado en una continuidad… y es una pena. Sin armas y obligados a huir siempre, la angustia de una gélida población siniestra y prácticamente abandonada nos permite lanzarnos a la búsqueda de los seres más queridos de su protagonista. ¿Qué es real? ¿Qué está sucediendo en este lugar? Las preguntas clásicas de Silent Hill volvían a cobrar relevancia.
La historia del juego comenzaba en el mismo sitio que el original: Harry Mason sufre un accidente cerca de Silent Hill. Cuando recobra el conocimiento descubre que su hija Cheryl ha desaparecido y decide adentrarse en la ciudad para buscarla. En su camino se encuentra con distintos personajes, algunos que parecen querer ayudarnos y otros nos harán replantearnos muchas cosas. Además, hay una suerte de realidad paralela, un mundo helado en el que unas extrañas criaturas tratan de atraparlo. Entre medias de la historia, y como novedad del juego, nos sorprenden unas sesiones con un psiquiatra que trata de descifrar qué hay en la cabeza del protagonista. Terrorífico, espectacular y tenso. Miedo que da gusto.
16. Tatsunoko vs. Capcom: Ultimate All-Stars
Wii, más que GameCube, sufrió la ausencia de los juegos de lucha. Ni los Tekken ni los Virtua Fighter llegaron a sus circuitos; Soul Calibur tampoco volvió al universo Nintendo con un juego que cumpliera los mínimos estándares de calidad y el resurgir de las sagas Street Fighter y Mortal Kombat quedó también fuera del catálogo de Wii. Una pena. Hubo otras propuestas, claro, como el exitoso y fantástico Super Smash Bros. Brawl, pero dentro del terreno de la lucha más clásica Tatsunoko vs. Capcom: Ultimate All-Stars no tuvo mucha competencia, pero si hubiera habido alguna… la hubiera barrido.
La plantilla de luchadores resultaba bastante amplia, contando con 25 personajes (13 de Capcom y 12 de Tatsunoko), de los cuales estarán disponibles inicialmente 21 y el resto se irán desbloqueando según superemos el juego con distintos personajes. Esto permite incluir desde Ryu y Chun Li hasta Mega Man por parte de Capcom pasando por Casshern o Polymar del bando de Tatsunoko. El estilo de juego, como no podía ser de otro modo, estaba fuerte mente basado en otros juegos VS de Capcom, como Marvel vs. Capcom.
El juego es quizás menos estratégico que otros de la compañía, como los Street Fighter en su capa jugable externa, pero guardaba profundidad y mucho espacio para la estrategia más allá de simplemente machacar botones. Un punto adicional a tener en cuenta que es ya oficialmente una rareza porque Capcom ha perdido los derechos sobre los personajes de Tatsunoko y no puede ya comercializar el título en los mercados occidentales. Si ves uno, ya sabes: hazte con él.
17. Resident Evil 4 Wii Edition
Es cierto que se trata de un juego que nació en GameCube, pero no es menos cierto que todavía no ha sido superado por sus predecesores. Resident Evil 4 supuso un giro radical en la saga y es también el que mejor lo ha dado. La versión para Wii solo podía mejorar un producto ya de por sí sobresaliente.
Resident Evil 4 Wii Edition cogió la versión original de GameCube, incorporó los contenidos extras añadidos en conversión posterior a PlayStation 2, y le sumó un sistema de control en la que el puntero del mando remoto de la consola de Nintendo aportaba una experiencia de juego refrescante. Parecía que el título se hubiera diseñado desde el principio para usar el mando de Wii. A eso hay que añadir lo que ya sabíamos del juego: múltiples niveles de dificultad, contenidos por desbloquear y sorpresas para asegurar una aventura de acción larga y sólida.
Desde luego, fue una decepción que las posteriores entregas –la quinta y la sexta numeradas- no hayan llegado a Wii. Es cierto que el aspecto visual de la alta definición era superior, pero no lo fue su jugabilidad y parece que Capcom no ha acertado tanto a la hora de consolidar este giro hacia la acción en el ámbito de los sistemas domésticos. El futuro de la saga puede dar más giros o perseguir la consolidación en este estilo, pero algo está claro: todavía debe llegar la entrega que supere a este juego.
18. Project Zero 2: Wii Edition
Lo cierto es que Wii tuvo su entrega original de esta saga de terror, Project Zero 4, pero no llegó a Europa. Sí lo hizo esta revisión de la segunda entrega de la saga, considerada por los aficionados la más redonda de la serie. Project Zero 2: Wii Edition mostró que todavía se podía mejorar un poco más. Y es que, como decimos, De las cuatro entregas numeradas que se han lanzado al mercado, Project Zero 2: Crimson Butterfly está considerada como la mejor y para muchos podría incluirse entre los mejores juegos de terror de todos los tiempos.
Los elementos distintivos de la saga han sido siempre los derivados de su estilo tan nipón. Algo así como comprar Viernes 13 y Ringu. Aquí la tensión, la ausencia de armas (para dar ese peso a una cámara de fotos) y los elementos espectrales de la historia, constituyen una atmósfera diferenciada que no es demasiado habitual en los videojuegos, aunque ha habido diversos proyectos independientes que han buscado algo similar en forma de pequeños títulos para ordenador.
Esta entrega revisó el sistema de cámaras para abandonar las perspectivas fijas para situarla dinámicamente tras la protagonista, y eso influyó definitivamente en el esquema de control. Nos acercó más a la acción, dio pie a un control más fiable y dinámico en el que el mando remoto jugó también un papel importante, pese a que no se modificó lo suficiente como para adaptarse a los estándares actuales. Una combinación un poco tosca, quizá, pero que se suplía por las demás virtudes del juego y una experiencia absolutamente terrorífica.
19. Madworld
Cómic, líneas marcadas y tres colores: blanco, negro y rojo. Aspecto de novela gráfica brutal y cruel en la que la sangre es la nota de color que inunda de escarlata la pantalla. Madworld no tenía mesura en su violencia, en su capacidad para ridiculizarlo todo, desde el propio género hasta a sí mismo. Platinum Games firmó un título que se convirtió en uno de los productos más singulares de los últimos años dentro de un género que, pensábamos, ya lo había visto todo.
La historia del juego deja claro desde el primero momento por donde van los tiros: en un futuro cercano, un grupo consigue aislar Varrigan City, cortando los puentes que lo comunicaban con el resto del mundo. A pesar de los intentos de la policía e incluso el ejército, el barrio se queda bajo el control de sus nuevos dueños, convirtiéndose en una ciudad sin ley. Como hay gente que sabe sacar provecho, una asociación llamada Death Watch organiza un concurso de televisión muy especial. Este programa sigue atentamente todo lo que pasa en la ciudad, gracias a cientos de cámaras de televisión que graban todas las peleas que se produzcan.
Extremo en todo momento, clavar señales en la cabeza, cortar de arriba abajo a un enemigo, lanzarlo contra los vagones de un metro, empalarlo… solo su estética ruda pero basada en el cómic lo ha librado de la censura. A eso hay que añadir la gestualidad de los asesinatos finales para completar una jugabilidad directa en la que descargas adrenalina todo el rato, sin contemplaciones.
20. New Super Mario Bros. Wii
Cuando Mario tuvo que tener su plataformas completamente original en Nintendo DS (tras estrenarse con una revisión de Super Mario 64) lo hizo regresando a lo más básico con New Super Mario Bros., juego que inauguró, de hecho, toda una subsaga, hasta tal punto que Wii U se estrena con una nueva entrega. En Wii recibimos una entrega, New Super Mario Bros. Wii que destacó, sobre todo, por su apuesta multijugador.
El juego, claro, bebe mucho de los títulos de Mario clásicos, recuperando enemigos de aquellos juegos, aunque con un aspecto mucho más actual gracias al uso de las técnicas de renderizado actuales, dejando en el pasado el bitmap. Algunos poderes más pero, sobre todo, la presencia de los clásicos y el multijugador fueron sus componentes más destacados para convencernos de que había Mario para rato. De hecho, si tenemos en cuenta los plataformas del fontanero (3D y 2D), Wii es la consola desde la NES original que más títulos del género principal de Mario ha tenido.
Es cierto que los aficionados pedían más: juego en línea y un editor de niveles, algo que lo hubiera situado como un título imbatible capaz de unir el soberbio diseño de niveles de la saga Mario (que lo tiene) con las opciones de creación de contenidos por parte de los usuarios de recientes éxitos, como LittleBigPlanet. Si no tenemos en cuenta lo que no es, y nos quedamos con lo que es, lo que nos dio fue un plataformas de desarrollo horizontal con todo el poder de Mario. Y eso es mucho decir.
21. Bit.Trip Runner
La saga Bit.Trip nació como la reformulación de planteamientos completamente atomistas del videojuego recuperando la estética de los ordenadores de 8 bits y las primeras consolas de Atari y otras empresas. . Bit. Trip Runner supuso uno de los grandes hitos de esta saga que consiguió que cada juego fuera diferente del anterior, explorando las bases fundamentales de los géneros básicos, hasta cerrar el ciclo.
CommanderVideo, el protagonista, corre por los escenarios y tú debes evitar los obstáculos y recoger el oro; aunque en última instancia el único objetivo necesario es llegar a meta. Empezamos solo saltando y poco a poco se añaden algunas habilidades más, y así nos encontramos dando patadas de kung-fu, deslizándonos por el suelo, bloqueando y rebotando sobre trampolines. Todo ello con una dificultad creciente que no deja espacio a errores.
Diversión pura, reto máximo. Bit.Trip Runner alcanza el objetivo marcado por los desarrolladores de esta saga de tintes retro y hace de él una experiencia jugable adictiva y arrolladora en la que el jugador se sumerge casi sin darse cuenta en una dinámica hipnótica
22. Pandora’s Tower
Este ha sido uno de los últimos grandes títulos para Wii, un juego que cerró el triple entente formado junto a The Last Story y Xenoblade: Chronicles, aunque en esta ocasión no estamos ante un juego de rol nipón, sino ante una aventura con elementos de plataformas, altas dosis de acción en sus pocos pero intensos combates y muchísima exploración.
Aunque no fue un juego técnicamente sorprendente, sobre todo porque llegó con la consola ya bien madura en el mercado, su trabajo artístico sí fue bueno. Lo mismo puede decirse de la historia, que aunque no fuera muy original cumplía con los cánones aventureros. Todo ello para llevarnos a enormes torres, laberínticas, coronadas por impresionantes jefes finales que aportaban un toque épico ineludible al desarrollo de esta aventura.
Pandora’s Tower fue una aventura de acción con un especial encanto. Sus características lo hicieron destacar como un producto complejo y desafiante, una gran aventura con mucha personalidad y una originalidad que a veces se echa de menos en el mercado.
23. Little King’s Story
Little King’s Story apuntó muy alto desde el momento de su concepción, generando una expectación que pocos juegos consiguen partiendo desde la nada, sin tener una trayectoria forjada a través de múltiples entregas. Este juego, que venía firmado por Cing –creadores de títulos Another Code- se convirtió en uno de los mejores juegos de estrategia que ha aparecido para el mercado de las videoconsolas, así como uno de las obras imprescindibles del catálogo de Nintendo.
Su historia se plantea como un cuento. Es la historia de un chico con cabeza de melocotón que salió de su casa persiguiendo a un puñado de ratas que campaban a sus anchas por la zona, adentrándose en un bosque misterioso y quedando fuera de los ojos de sus allegados más cercanos. El chico, perdido, encuentra una extraña y mágica corona que le convertirá en uno de los mejores monarcas del mundo, siendo justo, honesto, preciso y menor de edad. Así comenzaba la historia de uno de esos títulos que mostraba que la estrategia podía ser divertida en las consolas.
Lo consiguió combinando géneros diversos, un aspecto visual desenfadado y una concepción jugable que funcionó de maravilla. Con una entrega que acaba de estrenarse en PlayStation Vita, confiamos en que haya más juegos de esta serie en el futuro.
24. Zack & Wiki: Quest for Barbaros’ Treasure
Si quieres vivir la aventurade un jovencísimo aspirante a pirata acompañado de un mono que vuela, Zack & Wiki: Quest for Barbaros’ Treasure es tu juego, toda una aventura llena de puzles, humor y cel-shading que fue, de hecho, una de las apuestas más singulares de Capcom para la consola consola de Nintendo.
El puntero se usaba como un ratón mostrando la vocación de aventura gráfica de esta aventura rebosante de puzles que se estructuran de una manera muy lineal, superando los niveles que se planteaban a lo largo de la aventura. Lo cierto es que el elemento de los puzles acababa imponiéndose sobre los conceptos de aventura, lo que no impedía que esta se desarrollara ante el jugador con una historia hilada e interesante con un tono muy desenfadado.
Así es como Zack & Wiki: Quest for Barbaros’ Treasure logró producir al jugarlo la encantadora sensación de estar ante un juego clásico, una de esas viejas aventuras gráficas que muchos recordamos, desenfadadas y con el humor como protagonista, junto a elementos mucho más actuales, como su aplicación de elementos de puzle y minijuegos para plantear los retos y enigmas al jugador.
25. No More Heroes
No More Heroes dejó claro desde el primer momento que era una propuesta innovadora, diferente y radical. Suda 51 es el creativo tras el título y lo cierto es que su historial está lleno de juegos que se salen de la norma, pero así como se innova y se logran abrir nuevos caminos.
En el título se nos presentaba un antihéroe egocéntrico y bastante geek, una líder francesa creída y prepotente, una sociedad movida por la violencia, la traición y el dinero. Todo ello inserto en una visión paródica de la propia industria del videojuego y del género bordeando muchas veces lo totalmente cínico.
Tenía algunos problemas técnicos, como la estabilidad de la tasa de imágenes por segundo, y algunos escenarios repetitivos, sí, pero su acabado artístico era colorista y lleno de contrastes con la violencia del título que, sin embargo, no se desprendía de ese toque crítico y humorístico continuado. Una combinación explosiva que se trasladó más tarde a las demás consolas y que resultó en una continuación que, aunque no sorprendió tanto, mantenía los puntos esenciales que hicieron único a este título fundacional.
26. Kirby’s Adventure
Kirby ha protagonizado muchos experimentos, incluyendo un muy destacable Kirby’s Epic Yarn en Wii pero hay algo especial en el sabor clásico del héroe rosa de Nintendo y eso hace que, visto en perspectiva, nos quedemos con el gran trabajo que la compañía hizo con este Kirby’s Adventure.
Siguiendo la estela de las entregas originales, la historia nos llevó nuevamente al planeta Pop, donde Kirby y sus amigos hacen su vida tranquilamente, hasta que de repente un portal dimensional se abre en el cielo y sale de él una nave espacial dañada que se estrella. Rápidamente, Kirby, Meta Knight, Waddle Dee y el Rey Dedede se dirigen al lugar del accidente, donde se encuentran con Maglor, un extraño ser de otro mundo, y deciden ayudarle a encontrar las piezas de la nave que se han desperdigado por todo el planeta para repararla y que pueda volver a su hogar.
Con una veintena de habilidades diferentes, Kirby volvió a sus raíces con un plataformas clásico que sabe enganchar y divertir a todo el público, sin complejos, sin complicaciones. Quizá no representa un reto tan profundo como otros plataformas, ni es tan difícil superar sus retos, pero Kirby fue, una vez más, sinónimo de sonrisa.
27. Punch-Out!!
No teníamos noticias de esta saga desde los años de Super Nintendo, pero ya vimos en Wii Sports que el boxeo tenía posibilidades en Wii. Está claro que Nintendo lo vio claro y decidió resucitar una saga muy querida pero olvidada: Punch-Out!!.
De recreativas a NES y de ahí a Super Nintendo, la historia se paró en 1994, con un primo lejano en el fallido Virtual Boy: Teleroboxer, con robots en vez de tipos extravagantes. Como no podía ser de otro modo, este juego aprovechó el mando de Wii, pero no se quedó ahí: el control podía complementarse con la tabla de equilibrio y báscula Wii Balance Board, que se daba con Wii Fit. Otra opción de control era totalmente tradicional, para satisfacer a los más nostálgicos.
Humor, boxeo, ritmo frenético… un juego divertido que se sitúa en la estela espiritual del clásico de Super Nintendo. Incluso se puede decir que volvió a apostar por un tono desenfadado con estereotipos que es cada vez más difícil de ver y que, pese a lo que parecía desde fuera, no resulta rancio. El torero español regresó con fuerza al mundo del boxeo cargado de castañuelas, sin ir más lejos. Y nos encantó. ¡Olé!
28. Super Paper Mario
Aunque la saga de rol Paper Mario nacida en Nintendo 64 sumó una excelente continuación en GameCube, Wii representó un giro en sus intenciones para aligerar mucho los elementos aventureros, dar predominancia a las plataformas y bautizarse Super Paper Mario. Quienes esperaban un juego de rol como sus predecesores no obtuvieron lo que buscaban, pero no por eso fue un mal juego. De hecho, todo lo contrario.
En esta ocasión, Mario tenía que conseguir unos corazones puros, hasta ocho, superando las diferentes fases del juego, a las que se accedía desde las puertas de la ciudad interdimensional, llamada Villacara, a través de las puertas que hay distribuidas por la zona. Eso sí, el juego en realidad escondía un planteamiento lineal al tener como exigencia conseguir un corazón puro antes de seguir avanzando. Cada mundo estaba dividido en cuatro zonas, con la última de todas coronada con un enemigo final, como mandan los cánones. Sus retos se superaban con habilidad plataformera, pero había que explorar, hablar con otros personajes, resolver puzles aquí y allá… y, claro, jugar con la perspectiva. Mario rotaba el mundo sobre su propio eje, convirtiendo los entornos 2D del juego en 3D, de manera que se abrían nuevos caminos, alcanzaban zonas secretas, evitaban enemigos, etc.
Una vez más se unían humor, plataformas, y todo un universo por descubrir, un mundo propio pero coherente con lo que se espera cualquier jugador que conozca el Reino Champiñón. Con el peso orientado a las plataformas más que al rol, no lo rechazó completamente, y eso formó una buena aventura para los jugadores.
29. Mario Kart Wii
Coches y Mario, combinación redonda desde Super Nintendo que ha ido apostando cada vez más por el multijugador. Lo que le faltó en GameCube (pese a los karts con dos personajes por vehículo) fue la apuesta por el juego en línea, es decir, el multijugador total de acuerdo a los cánones actuales, y eso fue lo que nos dio Mario Kart Wii algo que, de hecho, ya había integrado la serie en la entrega de Nintendo DS.
Una importante ventaja es que el juego en línea no estuvo limitado a un usuario por consola, por lo que dos participantes podían jugar simultáneamente contra participantes de todo el mundo, tanto en carreras como en batallas con hasta un total de una docena de usuarios compitiendo. Presentó también la opción de correr con motos, pero no en categorías separadas, sino como un vehículo alternativo con rasgos de conducción y habilidades diferenciadas a la del kart, lo que mejoraba mucho las combinatorias posibles entre personajes y vehículos.
Piruetas, rediseño de los derrapes y miniturbos, motos y el sencillo control por movimientos de Wii fueron los elementos hacen destacar a Mario Kart Wii. Quizá no dio un salto técnico en lo visual muy grande con respecto a su predecesor, pero la jugabilidad sí lo hizo, que es lo que importa.
30. Wii Fit
Si el Wii Sports original fue un fenómeno, Wii Fit no le fue a la zaga y, como ese, sumó también una segunda parte, Wii Fit Plus, que aunque mejoraba al original no supuso un impacto en el mercado y en entre los usuarios comparable.
La actividad del cuerpo era integral gracias al periférico que se incluía, la tabla de equilibrio y báscula Wii Balance Board que utilizaron otros juegos con intenciones muy diferentes, como en el caso de Punch-Out!!. Gracias a la tabla se evaluaba nuestro estado físico, empleando el índice de masa muscular, y convirtiéndolo en una edad física (al estilo de la edad mental de los Brain Training). Desde ahí el objetivo era autosuperarse. Y si eso no era incentivo suficiente, se podían marcar unos objetivos (esto es, un peso a ganar o perder, y un periodo de tiempo) y el juego nos ayudaba a conseguirlo.
Está claro que Wii Fit fue una propuesta de lo más singular, algo que se alejaba totalmente del concepto tradicional de videojuego pero que presentaba retos lúdicos al jugador para, en este caso, hacer ejercicio, de la misma manera que los entrenadores mentales proponen resolver problemas, puzles y pensar un poco. Aquí tocaba mover el culo y lo cierto es que las actividades que planteaba resultan divertidas y el concepto funcionó con una plétora de juegos que han seguido su estela en multitud de plataformas.