Ian Livingstone, conocido en el mundo del videojuego como uno de los padres de Tomb Raider, estuvo esta semana en Bilbao, en el Fun & Serious Game Festival, como uno de los grandes invitados del evento, dando una conferencia titulada La vida es un juego en la que habló de lo que considera una segunda edad dorada del videojuego.
Tras la conferencia pudimos entrevistar a este Caballero del Imperio Británico que, entre otras cosas, fue uno de los co-fundadores de Games Workshop, es co-autor de Fighting Fantasy y lideró la época dorada de Eidos (de la que ha sido presidente vitalicio hasta hace dos meses) ejemplificada en el fenómeno Lara Croft.
"Por fin, después de mucho tiempo, los videojuegos están convirtiéndose en algo aceptado por la sociedad"
Como una de las principales figuras de la historia de la industria del videojuego europea, ¿hacia qué dirección crees que está evolucionando?
Cada día los videojuegos están más integrados en la cultura general. Mires hacia donde mires ves a gente jugando, en móviles o tabletas, en trenes, buses...
Y en general creo que, por fin, después de mucho tiempo, están convirtiéndose en algo aceptado por la sociedad, y son vistos como algo cultural, social y económicamente positivo.
Recientemente se han lanzado las dos consolas de nueva generación. ¿Crees que con toda esta popularidad de juego en los dispositivos móviles y juegos sociales, las consolas podrán seguir reinando los próximos años?
Creo que todo el mundo se emociona cuando salen las nuevas consolas. Es como el cine de Hollywood. Son experiencias cinemáticas interactivas, muy intensas en lo gráfico, a las que les dedicas cuatro o cinco horas de juego, y esto todavía es muy atractivo para un segmento del mercado de jugadores, pero para mí la mayor parte se está trasladando a los móviles, ya que tú prefieres echarte una partida de diez minutos mientras viajas.
La gente está todo el día para arriba y para abajo, y el teléfono va a ser la plataforma de juego más popular, seguro. Las cifras de los teléfonos inteligentes sigue en aumento, y el próximo año, mil millones de smartphones entrarán en el mercado, lo que supone una gran oportunidad para los creadores de contenido.
Nadie te pide que gastes dinero dentro de un juego. Puedes jugar sin gastarte nada. Y creo que sólo un cinco por ciento de jugadores recurre a los micropagos. Estás comprando una experiencia diferente. Cuando vas al cine, no compras la película. Te gastas dinero, la ves, pero no la posees. Aquí es igual. Cuando gastas dinero dentro de un juego, estás comprando esa experiencia. Creo que los videojuegos, por ser históricamente un producto vendido en tiendas, complican que la gente entienda las razones éticas por las que tener free-to-plays con microtransacciones. Si piensas en el modelo como tal, está perfectamente bien.
Pero hay gente que se vuelve adicta a las microtransacciones, y se gastan cien euros al mes sin darse cuenta. ¿Crees que podría llegar a convertirse en un problema social?
Hay muy poca gente que se gaste tanto dinero en juegos vía microtransacciones. En el caso de los niños, hay que pedirle a los padres más responsabilidad, y que no dejen a sus hijos hacer uso de su tarjeta de crédito sin permiso. Si son adultos, creo que tendremos muy pocos casos así. Hay muchísima gente jugando en todo el mundo, pero muy pocos los casos que se vean explotados por compras dentro de una aplicación. La gente más responsable actúa de la manera más responsable.
Tú fuiste uno de los creadores del fenómeno Tomb Raider en Eidos. ¿Crees que un hito como ése, tanto en la sociedad como en los propios videojuegos, no volverá a repetirse? Ya sabes, un personaje que puede hacerse tal hueco en el mercado.
Creo que habrá más personajes. Me parece que la creatividad no tiene límites, y llegarán nuevos talentos al mercado, y darán vida a un personaje tan convincente como Lara Croft. Lo encuentras en películas, lo encuentras en libros y, por supuesto, lo encuentras en videojuegos. Siempre te sorprendes por lo que pasa en el futuro. Sólo tenemos que tener paciencia hasta que llegue el próximo.
Es como las películas. La industria del entretenimiento siempre ha estado dominada por América. Invierten más, se gastan más y arriesgan más. La forma de hacer crecer sus negocios (escalarlos) es superior a la que tenemos en el Reino Unido en particular, y probablemente en Europa, pero creo que el mercado es muy maduro, y está ofreciendo nuevas oportunidades. En Europa, mira el caso de Supercell, creadores de Clash of Clans para iPhone y demás, y han vendido la mitad de su compañía a GungHo y SoftBank en Japón por más de mil millones de dólares. Mira King y Candy Crush.
Desarrollador sueco, con administración británica, ingresando miles de millones de dólares. Las opciones evolucionan constantemente dentro de la industria de los videojuegos, y la tecnología ha cambiado para darnos esa oportunidad. En el caso de las consolas tradicionales, las editoras están luchando para meterse en el terreno digital. No puedes dejar ningún país fuera, y menos en Europa, donde somos tan creativos y tan buenos desarrollado juegos. Además, gracias a la banda ancha los nuevos creadores tienen mucho más impacto en su público.
Al respecto, ¿crees que los juegos independientes son la cuna de las nuevas ideas y que aquí sí que Europa tiene mucho que decir?
Ahí estoy totalmente de acuerdo contigo. Otro gran ejemplo es Angry Birds, de una compañía finlandesa. Se ha convertido en una saga de entretenimiento extraordinaria, no sólo en juegos, sino en merchandising, películas... todo eso de un juego –que no es el primero que hacen, llevan cincuenta y dos–. El terreno móvil permite que pequeños equipos lancen juegos con soltura.
Si fracasan, es un fracaso rápido y pueden preparar un nuevo juego; se puede ser muy ágil en este terreno. Y cuando puedes ver el potencial que supone que un juego llegue a las primeras posiciones de lo más vendido en una tienda digital, esto arrastra a mucha gente a querer crear juegos. Somos muy buenos creando juegos en Europa. Creo que podemos dominar este terreno.
Japón ahora mismo tiene resultados dispares. Tienen sus altibajos. Para ejemplo Nintendo, que lo hizo tan bien con Wii, y con Wii U no tienen tanto éxito, están luchando con 3DS contra los smartphones... Jamás le diría a Nintendo qué hacer, pero si yo estuviese al mando de la compañía, me preocuparía principalmente de llevar sus juegos a más dispositivos o formatos, porque se arriesgan a que los niños de hoy crezcan sin conocer a sus personajes más míticos, porque crecen jugando a tabletas y juegos online...
Japón también tiene casos de mucho éxito, como GungHo, con Puzzles and Dragons, que han tenido mucho, mucho éxito. GREE y DNA también se han subido al carro... Hay mucha innovación y ganas por todo el mundo, porque esta industria está cambiando como ninguna otra gracias a la tecnología. Y con las oportunidades llegan grandes desafíos, lo que hace que muchos no puedan adaptarse al terreno digital, no saber cambiar del modelo premium al modelo freemium, es decir, moverte del producto al servicio.
Creo que ahora, y en Europa en particular, se están agarrando muy bien a este terreno, y ofrecen contenidos que antes eran imposibles de obtener. Nuevas maneras de jugar, más creatividad... es un momento muy emocionante para la industria del videojuego.
Sí, he oído cosas. España tiene un gran historial de artistas, aunque sus juegos y desarrolladores no siempre tienen el apoyo que se merecen. Recuerdo en 1999 cuando publicamos Commandos, de Pyro, y sé que existe un talento enorme aquí. También he oído de nuevos talentos que están intentando llevar esto un paso más allá, intentando financiarse con el micromecenazgo y llegando directamente a la gente a través de la red. Esto permite que el talento avance, y siento que España tiene un futuro brillante.