28 de
Junio de 2001
El
cartucho ha sido tradicionalmente el sistema de almacenamiento utilizado
en las consolas, aunque en los últimos tiempos ha sido sustituído
por el CD/GD/DVD, y las únicas consolas que lo seguirán
utilizando serán los portátiles. El cartucho cuenta ahora
con una fama no demasiado buena, es "la bestia negra" de las
third parties, muy caro de fabricar, una de las razones de la poca cantidad
de juegos que posee la Nintendo 64 en su catálogo y una importante
limitación para los desarrolladores, puesto que su capacidad
es muy pequeña en comparación con el CD, por poner un
ejemplo.
¿Pero
qué es un cartucho? Un cartucho es básicamente una EPROM
(Erasable Programable Read Only Memory), una memoria ROM programable
y de solo lectura, que puede ser borrada mediante una radiación
ultravioleta y posteriormente reprogramada. El sistema de almacenamiento
es muy diferente al de, por ejemplo, un CD Rom o un diskette. Una EPROM
no es en realidad más que un circuito integrado muy extenso y
complejo formado por celdas-transistores FET que estando activadas
transmiten un 1, y desactivadas un 0. Cada una de estas celdas FET puede
almacenar un bit, por lo que un cartucho de 64 Megabits, como puede
ser el del Mario 64, contiene 67 millones de estas celdas (64x1024x1024).
Por
ser esta EPROM básicamente un circuito eléctrico,
los tiempos de carga en un cartucho no existen, puesto que no hay nada
que cargar. El cartucho es una memoria de acceso aleatorio basada en
transistores, y tanto el tiempo de acceso como el tiempo que tardan
en obtenerse los datos es ínfimo, al ser todo una corriente eléctrica.
Sin
embargo, las dos razones por las que el cartucho ha dejado de utilizarse
son de peso: Limitación de capacidad y excesivo coste de fabricación.
La capacidad de un cartucho viene limitada por su propia naturaleza:
Al estar basado en hardware -el número de celdas FET determina
su capacidad-, cuanto mayor capacidad posee el cartucho más cuesta
fabricarlo, y además siempre hay un máximo de capacidad
de un cartucho para un determinado sistema. El mayor cartucho fabricado
en Nintendo 64, por poner un ejemplo, tiene 512 Megabits, lo
cual equivale a 64 Megabytes "clásicos" del PC. En
comparación, es una capacidad 10 veces menor que la de un CD-Rom
(650 Mbytes), y un coste de fabricación mucho mayor. El
coste de fabricación de los cartuchos ronda las 2000-3000 pesetas,
increiblemente caro comparándolo con las 50 pesetas de un CD-Rom,
lo cual es un enorme problema para las compañías, puesto
que a la hora de hacer previsiones de ventas, éstas deben tener
un margen de error muy pequeño, ya que el inventario que queda
sin venderse ha tenido un altísimo coste de fabricación,
y causará pérdidas a la compañía productora.
Por
estas dos razones, y por la clara superioridad del CD-Rom como
sistema de almacenamiento -pese a los tiempos de carga-, el cartucho
ha pasado a un plano secundario (sólo las portátiles)
y no es nada probable que vuelva.
por
Pablo Grandío