Análisis televisor LG C2 OLED 42 pulgadas; ¿merece la pena?

Probamos el modelo de 42 pulgadas de la nueva gama de televisores de LG que ha decidido reducir el tamaño de su pantalla más pequeña para convertirla en un híbrido entre tele y monitor para PC.
Análisis televisor LG C2 OLED 42 pulgadas; ¿merece la pena?
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En Vandal hemos hablado en muchas ocasiones de los televisores, los eternos compañeros durante nuestras partidas mientras jugamos con las consolas de Sony, Microsoft, Nintendo y, en menor medida, con nuestro ordenador, y que cada vez están mejor y más preparados para la visualización de videojuegos, mejorando la imagen o reduciendo la latencia para que podamos disfrutar de la mejor experiencia posible.

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Durante los últimos años la marca que se ha llevado la corona en lo que a mejores modelos de televisor se refiere es LG que regresa ahora con la gama C2 de la que hemos podido probar el modelo de 42 pulgadas que se ha diseñado pensando en convertirse en un híbrido entre monitor de PC y televisor para jugar, siendo una opción que puede ser muy interesante para aquellos que tienen una pequeña habitación para jugar con poco espacio y que utilizan una misma pantalla para disfrutar de juegos en PC y consolas.

Especificaciones técnicas

  • Panel OLED 4K @120 Hz
  • HDR DolbyVision, HDR10 Pro, HDR HLG, HDR HGiG
  • Sonido Dolby Atmos
  • 4x HDMI 2.1
  • NVIDIA G-Sync
  • AMD FreeSync
  • VRR
  • Sistema Operativo webOS22
  • Menú Juego y Modo Juego
  • Integración nativa de juego en la nube: NVIDIA GeForce Now y Google Stadia.

Un montaje sencillo para este modelo de 42 pulgadas

Nada más recibimos el televisor lo primero que hicimos fue montarlo, contando, por su tamaño, con un sistema mucho más sencillo que el que nos encontramos con el montaje del modelo del año pasado, una C1 de 55" con la que una sola persona podía sudar la gota gorda para montarlo en solitario.

En este caso nos encontramos con dos patas que se montan de forma muy sencilla, ya que lo único que necesitamos es un destornillador imantando para manipular los tornillos que hacen encajar estas patas en la parte inferior del televisor, algo que nos llevó apenas dos minutos para después colocar y encender el C2 de 42 pulgadas por primera vez, siendo la única crítica en este sentido el material de plástico poco trabajado de estas patas que sirven soporte, que podrían tener un acabado un poco más cuidado teniendo en cuenta que estamos ante un TV de gama alta.

LG C2 42

Tras esto tenemos el típico menú de inicio de LG para configurar la pantalla a nuestro gusto, sintonizando los canales o conectando los dispositivos que vamos a usar junto a ella para que escoja de forma inteligente la mejor configuración para cada puerto HDMI, detectando con facilidad tanto nuestro PC como la PS5 que conectamos al televisor, además de poder también instalar ciertas aplicaciones o descargar los datos de nuestra cuenta LG para sincronizar las apps que tengamos en otros televisores.

Se trata de un proceso muy sencillo y bien explicado que nos facilita mucho la vida, aunque, como siempre, los amantes de bucear después en distintas configuraciones de modos de imagen, color, balances de negros y demás podrán hacerlo con una interfaz exactamente igual a la del año pasado.

Un panel tope de gama

Entrando ya en el factor diferencial de este televisor nos encontramos con un panel OLED 4K tope de gama que apuesta por un tamaño de 42 pulgadas para ser una alternativa más pequeña a la habitual ya que, hasta ahora, el tamaño mínimo de este tipo de gama (como los CX o C1) era de 48 pulgadas. Desde LG han visto un nicho interesante de mercado en aquellos jugadores que quieren una pantalla grande para usar de monitor de su ordenador y también para jugar a sus consolas favoritas, ofreciéndonos este modelo tan particular a medio camino entre monitor de gran tamaño y televisor pequeño, algo curioso pero que tiene bastante sentido.

LG C2

A nivel de visualización nos encontramos con una calidad excelente para jugar, contando con esos negros puros que solo están presentes en los modelos OLED, con una reproducción de color bastante bien calibrada de fábrica (que se puede mejorar retocando parámetros de la configuración) y además con un panel que a todas luces está mejor tratado para reducir los reflejos en habitaciones muy iluminadas, reflejando bastante menos que el C1 de 55 pulgadas que usamos de forma habitual para jugar a nuestras consolas y contando también con un mayor ángulo de visionado sin perder matices de color o calidad de imagen.

Otros puntos a tener muy en cuenta son las prestaciones de la pantalla, con resolución 4K, tasa de refresco de 120 Hz y un tiempo de respuesta de 1 milisegundo, contando además con todo tipo de tecnologías ideales para jugar como NVIDIA G-Sync, AMD FreeSync o VRR, además, tampoco podemos de de mencionar que es compatible con la tecnología HDR10 Pro así como HDR DolbyVision, HDR HLG y HDR HGiG.

Mientras hemos jugado tanto en PC a títulos como World of Warcarft o Immortality como en consola con juegos como NBA 2K23 o la beta de Call of Duty: Modern Warfare 2 (2022), la experiencia ha sido excelente en cuanto a calidad y fluidez de la imagen así como en el tiempo de respuesta, aunque quizás echamos de menos algo más de brillo en el modo HDR, algo que le resta un poco de enteros en habitaciones bien iluminadas.

Conectividad perfecta para consolas a falta de un DisplayPort para PC y un sonido mejor que en la generación anterior

Si pasamos a fijarnos en la conectividad nos encontramos con salida minijack para nuestros auriculares, salida óptica, 3x USB 2.0 (uno de ellos nos permite grabar en un disco de almacenamiento la señal de la antena de televisión), puerto RJ-45 para conectarnos a internet por cable, WiFi (802.11ac) que cuenta con una buena recepción de señal, Bluetooth 5.0 y 4 puertos HDMI 2.1 que nos permiten disfrutar de señal 4K a 120 Hz lo que nos deja conectar con comodidad consolas compatibles con este estándar como son PS5 y Xbox Series X/S (además de contar con el mencionado VRR).

Lo que nos falta en este caso, más siendo un producto pensado como híbrido entre monitor y televisor, es una entrada de vídeo DisplayPort para conectar nuestro ordenador y aprovechar al 100 % las características de resolución y tasa de refresco de la pantalla, algo que afectará sobre todo a aquellos que tengan equipos más antiguos con una gráfica sin salida HDMI 2.1.

LG C2

Pasando al sonido, al menos este modelo de 42 pulgadas apuesta por tener una parte trasera con un poco más de fondo, probablemente para dejar algo más de espacio para sus dos altavoces que nos ofrecen un total de 40W de potencia de sonido, contando con certificación de sonido Dolby Atmos y, al menos para nosotros, mejorando la calidad de la salida de audio que estaba presente en los modelos C1, aunque evidentemente no es comparable a lo que nos puede ofrecer una buena barra de sonido o unos buenos auriculares.

Un sistema operativo pensado para jugar

La LG C2 de 42 pulgadas funciona con un sistema operativo webOS22 de LG que se mueve gracias al chip a9 Gen 5 y que nos ofrece una experiencia muy fluida de uso y reproducción de contenido multimedia, con un sistema que en aspecto es similar al webOS 6.0 que portaban las C1 del 2021 (que, por cierto, el mando es exactamente el mismo), encontrándonos un modo juego altamente personalizable pudiendo escoger entre un buen puñado de opciones como estabilizador de negros, reducción de luz azul, varios perfiles de juego preconfigurados...

Uno de los puntos más interesantes si hablamos de jugar con este televisor de LG, más allá de su uso con consolas PlayStation, Xbox y Nintendo o PC, es la posibilidad de disfrutar de integración nativa con el juego en la nube a través de NVIDIA GeForce Now, un servicio particularmente atractivo con modalidad gratuita que nos permite disfrutar de un buen número de juegos que ya tengamos comprados en Steam, GoG u otras tiendas, así como Google Stadia, pudiendo instalar y acceder a ambos servicios de forma bastante sencilla para jugar. Además, en el futuro, ambas aplicaciones estarán directamente disponibles desde los menús del modo juego.

LG lo ha vuelto a hacer

LG lleva una racha muy buena en lo que a lanzamiento de televisores se refiere y ha vuelto a dar en el clavo con los C2 o, al menos, con el modelo que nosotros hemos probado, que nos ha ofrecido unas calidades de visualización de contenido (ya sea para jugar, ver series, o películas) de primer nivel, con resolución 4K, negros absolutos, un buen HDR al que quizás le vendría bien un poco de brillo extra en situaciones de mucha iluminación y un panel que creemos que está mejor tratado para evitar en la medida de lo posible reflejos.

Otros puntos interesantes son su modo juego que nos permite retocar diferentes aspectos para mejorar la calidad de nuestras partidas, su conectividad HDMI 2.1, su tasa de refresco de 120 Hz, su mínimo tiempo de respuesta, su compatibilidad con las tecnologías NVIDIA G-Sync, AMD FreeSync y VRR así como la integración nativa de las plataformas de juego en la nube NVIDIA GeForce Now y Google Stadia.

Por el contrario, en los aspectos negativos encontramos uno que está relacionado más por la apuesta concreta de este modelo de ser un híbrido entre televisor y monitor, ya que si lo miramos como esto último echamos en falta una entrada DisplayPort, algo que viendo cómo evoluciona la marca es probable que corrijan en el modelo del 2023, mientras que quizás también hubiéramos agradecido que la peana tuviera un acabado más premium acorde a la calidad del panel.

Hemos realizado este análisis gracias a una cesión temporal de un TV LG C2 42" por parte de LG España.

Saúl González
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