A lo largo de siete temporadas 'Black Mirror' ha demostrado algo muy importante: su capacidad de adaptación a los tiempos, modas y formas de consumo de la televisión y streaming. La serie de Charlie Brooker inició su recorrido en 2011 impactando a la audiencia con tres episodios que simplemente fueron la introducción de un seguido de pequeños largometrajes cuyo objetivo era y es mostrar al mundo el lado oscuro de la tecnología, internet, las redes sociales y, ahora, la IA.
La temporada 7 de 'Black Mirror' puede ser la mejor hasta ahora y Charlie Brooker firma la ciencia ficción más perturbadora del streaming con Netflix
La séptima temporada de 'Black Mirror', disponible ya en Netflix, no es solamente una de las más largas de la serie en su totalidad; puede ser fácilmente la mejor de la obra completa de Charlie Brooker, su creador, gracias al brillante tratamiento de sus libretos y cómo cada uno de los episodios consigue tratar un tema de rabiosa actualidad. Desde los agresivos modelos de suscripción al streaming, a los cambios establecidos por la Generación Z en el sector laboral, sin olvidar la fiebre de los remakes que impera en Hollywood y cómo la inmersión de los videojuegos se está comiendo la realidad de algunos.
Grosso modo, la temporada 7 podría verse cómo un mensaje sobre cómo la IA y la realidad virtual va a acabar consumiéndonos a la larga, extinguiendo hasta el propio lenguaje humano para incorporar sistemas parecidos a los de 'The Matrix' (filme muy presente a lo largo de la temporada) donde las personas son conectadas a un servidor para vivir en una realidad ficticia controlada por las máquinas.

Con un elenco compuesto por estrellas como Emma Corrin, Paul Giamatti, Jesse Plemons, Cristin Milioti o Will Poulter de entre otras personalidades de Hollywood de renombre, los nuevos episodios de 'Black Mirror' sumergen al patio de butacas en una temporada sin altibajos donde hay espacio para el thriller, el romance, el desamor y hasta el asesinato mediante un compendio de historias que aglomeran la llegada de los streamers, actualizaciones multijugador y la polémica irrupción de las nuevas generaciones en el trabajo.
Y, por supuesto, hay espacio para la secuela de uno de los capítulos más queridos de la serie en su totalidad: 'USS Callister: Infinity' no solamente continúa perfectamente el relato presentado en la temporada 4, recuperando a su reparto original y ampliándolo con más incorporaciones, sino que expande esa ciencia ficción a un nuevo plano para convertir dicha historia en un proyecto independiente que podría, sin duda, funcionar fuera de las esferas de Netflix.

'USS Callister' logró hacerse viral por su inspiración y a la vez parodia de 'Star Trek' unida a la turbia idea de la clonación digital para fines malvados. Su secuela, 'Infinity', recoge esa idea y la amplia sobremanera con un relato que, más allá de querer profundizar en cómo lo digital nos está absorbiendo, busca una identidad propia para erigirse como un filme capaz de rivalizar con los grandes blockbusters de ciencia ficción que llegan a cartelera, con una impoluta puesta en escena.
Charlie Brooker vuelve a demostrar, con todo, que es un creativo adelantado al resto con una visión muy clara sobre la realidad y cómo esta nos está conduciendo cada vez más a caminos más oscuros sin que nos demos cuenta, donde lo que termina perdiéndose generalmente es la humanidad para abrazar la tecnología y la inmortalidad que puede ofrecer. Netflix aun posee obras atractivas dentro de su marea de contenido y ojalá 'Black Mirror' pueda mantener este nivel durante muchos años más.