Tesla ha presentado sus resultados financieros del primer trimestre de 2025 y las cifras no podían ser más alarmantes: los beneficios han caído un 71 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta poco más de 400 millones de euros. Para encontrar una situación similar hay que remontarse a 2021, cuando la compañía aún no había alcanzado el millón de unidades vendidas y el Cybertruck era poco más que una promesa futurista.
Ha sufrido una caída del 60 % en ventas en mercados clave como Alemania y Francia
Esta abrupta caída es el reflejo no sólo de un entorno económico complejo, sino también del choque entre las ambiciones de Elon Musk y una realidad que ha resultado ser mucho más tozuda. Los analistas apuntan a varios factores determinantes en esta debacle. El más visible: una caída del 60 % en ventas en mercados clave como Alemania y Francia.
Aunque Tesla intenta justificar parte del descenso por la transición a una nueva versión del Model Y, su vehículo más vendido, lo cierto es que ni los descuentos masivos ni las condiciones de financiación han evitado la caída. Esto ha afectado de lleno a los márgenes de beneficio, un área que hasta ahora había sido uno de los puntos fuertes de la compañía frente a la competencia.
El coche eléctrico asequible no llega
En paralelo, el Tesla Cybertruck, que en su día prometía revolucionar el mercado de las pickups eléctricas, ha resultado ser un fiasco. La compañía ha pasado de anunciar una producción anual de 250.000 unidades a conformarse con apenas 55.000, según estimaciones recientes. Las sucesivas llamadas a revisión, los memes virales y el elevado precio han hecho que Musk contemple la posibilidad de exportar unidades a mercados menos exigentes, lo que contrasta con la visión original de convertirlo en un símbolo aspiracional.

Otro gran agujero en la estrategia de Tesla es el coche eléctrico asequible de 25.000 dólares. Una promesa que se arrastra desde hace años sin materializarse, y que ahora parece haber sido sustituida por una versión reducida del Model Y. Si bien este nuevo modelo podría estimular las ventas en un segmento muy competitivo, su precio se acercaría peligrosamente a los 40.000 dólares, complicando su encaje como alternativa “económica”. Mientras tanto, competidores como Kia comienzan a tomar ventaja con propuestas más realistas y con gran autonomía.