La guerra en Ucrania, desencadenada por la invasión rusa, alcanza ya su 42º mes, y pese a las promesas de figuras como Donald Trump de resolverla en cuestión de días, su final sigue lejano. Mientras tanto, el conflicto se ha convertido en un escaparate de la industria armamentística, acelerando el desarrollo y la prueba de nuevas tecnologías militares, entre las que los drones se han erigido como protagonistas indiscutibles.
La creciente utilización de enjambres de drones, sobre todo de pequeño tamaño, ha puesto en evidencia las limitaciones de los métodos defensivos tradicionales, obligando a los ejércitos a explorar soluciones más sofisticadas. En este escenario destaca Leonidas, un sistema antiaéreo electrónico capaz de neutralizar drones en pleno vuelo.
Ucrania contra los enjambres: así funciona Epirus Leonidas, el sistema de defensa que convierte los drones enemigos en blanco fácil
Creado por la empresa estadounidense Epirus, especializada en defensa avanzada, Leonidas funciona mediante ondas electromagnéticas de alta potencia que “desconectan” los drones enemigos antes de que cumplan su misión. Epirus, fundada en 2018 con la intención de liderar el mercado de sistemas contradrones, presentó Leonidas en 2020, bautizándolo en honor al rey espartano que resistió en las Termópilas con apenas unos cientos de hombres frente al ejército persa.
Su relevancia creció rápidamente, sobre todo tras el aumento de las ofensivas de Rusia. En enero de 2023, Epirus firmó un contrato de 66 millones de dólares para producir prototipos destinados al Ejército de Estados Unidos, que también ha suministrado varias unidades a Ucrania. Allí, bajo el mando de las fuerzas de Zelenski, Leonidas se ha convertido en un recurso crucial para derribar enjambres de drones rusos en combate real.
El secreto de Leonidas reside en su tecnología de microondas de alta potencia (HPM), que impacta directamente en los sistemas electrónicos sin causar daños colaterales significativos, lo que la convierte en un arma ideal para escenarios donde se busca proteger a la población civil. Su núcleo tecnológico combina amplificadores de nitruro de galio, inteligencia artificial y pulsos electromagnéticos que inutilizan los drones, interrumpiendo su conexión con el operador y precipitándolos al suelo.
Además de actuar contra drones, Leonidas puede afectar vehículos terrestres y embarcaciones, bloqueando motores o sistemas electrónicos críticos. Su diseño modular y ligero facilita su despliegue en distintos entornos y su integración con sistemas existentes, ofreciendo a Ucrania y a otros ejércitos una ventaja estratégica frente a amenazas modernas, marcando un avance decisivo en la guerra electrónica.















