Polonia ha decidido dar un paso más en su estrategia de defensa marítima y lo ha hecho apostando por la tecnología más disruptiva del momento: los drones navales autónomos.
En las frías aguas del Mar Báltico, la unidad de élite JW Formoza ha puesto a prueba varios prototipos desarrollados por la compañía estadounidense HavocAI, en una serie de maniobras que han incluido navegación nocturna, misiones de infiltración simuladas y despliegues coordinados, todo ello gracias a la inteligencia artificial. El objetivo es claro: reforzar su capacidad de respuesta y contrarrestar la creciente influencia rusa en una región cada vez más sensible.
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Las pruebas se han realizado cerca de Gdynia, uno de los puertos estratégicos del norte polaco. Allí, los operadores han trabajado con tecnologías inspiradas en los drones ucranianos Sea Baby y Magura V5, auténticos protagonistas de las operaciones contra la Flota rusa en el Mar Negro. Varsovia quiere replicar ese éxito, adaptando las tácticas al particular tablero geopolítico del Báltico, donde las distancias, las rutas comerciales y la presión militar hacen que cada movimiento cuente.
Collaborative autonomy in action. You can't do it with one boat. No remote controlled choreography. Just real world capability.
— HavocAI (@HavocAi_USV) July 25, 2025
It's a quick clip of Rampage Gen 2 at a Navy exercise for which HavocAI was selected. Gen 2 first hit the water just last month, and it's performing… pic.twitter.com/6MAZymQvGy
En el arsenal experimental se encontraban los modelos Rampage Gen 1 y Gen 2, embarcaciones autónomas capaces de transportar hasta 136 kilos de carga útil y equipadas con paneles solares para prolongar sus misiones. Su arquitectura está pensada para operar en enjambres, combinando embarcaciones de distintos tamaños en acciones coordinadas.
El propio Paul Lwin, CEO de HavocAI, lo dejaba claro en declaraciones recientes: “Estamos desarrollando una flota heterogénea que se puede desplegar simultáneamente en Estados Unidos, Europa y el Pacífico”. La compañía, nacida hace apenas año y medio en California, se ha especializado en soluciones navales de bajo coste y producción masiva, con un precio por unidad que no llega a los 250.000 dólares, una fracción del coste de los sistemas navales tradicionales.
El empuje polaco cuenta además con un socio de peso: Lockheed Martin Ventures, que ha sellado una alianza con HavocAI para integrar sistemas de armas avanzados y aumentar la capacidad de fabricación. El movimiento no es casual y responde tanto al interés del Pentágono como a la mayor financiación del Congreso estadounidense en plataformas navales impulsadas por inteligencia artificial.
Polonia sabe que el futuro del combate marítimo pasa por la autonomía y la guerra en red. Este viraje hacia naves no tripuladas y ensayos discretos forma parte de un plan a largo plazo que contempla no solo drones navales, sino también la incorporación de municiones merodeadoras Warmate, ya probadas con éxito en Ucrania. Todo encaja en una estrategia de modernización que se extenderá hasta 2035 y que busca transformar por completo la doctrina militar del país frente a cualquier escenario en el Báltico.















