El universo de las cartas coleccionables vive un nuevo boom gracias a juegos como Magic: The Gathering, el reciente Lorcana o el sempiterno Pokémon. Pero lo cierto es que esta fiebre por los cromos viene de lejos. Desde hace décadas, este mundillo ha sido escenario de ventas millonarias, obsesiones de coleccionistas y piezas que han alcanzado precios tan surrealistas como históricos.
En los últimos años hemos visto cómo cartas como la de El Anillo Único de Magic: The Gathering alcanzaban los 2 millones de euros, o cómo Pikachu Illustrator, la joya más codiciada del TCG de Pokémon, se subastaba por unos escandalosos 3,5 millones. Pero ni siquiera sumando ambas cifras nos acercamos al récord absoluto: la carta más cara jamás vendida pertenece al béisbol y a una leyenda.
Ni Pikachu ni el Anillo Único: la carta más valiosa del mundo no es de Pokémon ni Magic, sino de béisbol y cuesta más que una mansión en Málaga
Hablamos de la Topps Mickey Mantle (1952), una pieza mítica que fue adquirida por la friolera de 12,6 millones de dólares (unos 10,7 millones de euros) en una subasta organizada por la prestigiosa Heritage Auctions en Estados Unidos. Para que el dato cale: hay mansiones en Málaga mucho menos caras. Así de valiosa es esta reliquia del deporte.
No es para menos. En Estados Unidos existe una enorme devoción por los cromos deportivos, y en los últimos años el consumo de este tipo de productos se ha disparado. Las cartas coleccionables siempre han estado especialmente solicitadas, no os mentiremos, pero desde hace cinco o seis años, muchas personas, al pasar más tiempo en casa durante los últimos años por la pandemia y el posterior confinamiento, aprovecharon la oportunidad para rebuscar entre posibles tesoros de su infancia, como viejos cómics o pequeños montones de cromos con estrellas del deporte. Además, si hablamos de deportistas de élite y de leyendas del pasado, Mickey Mantle (1931–1995) no fue un jugador cualquiera.
Nacido en Oklahoma, dedicó toda su carrera a los New York Yankees, donde brilló como jardinero central y se convirtió en icono absoluto de la MLB. Fue elegido Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1956, 1957 y 1962, participó en 20 ediciones del All-Star Game y fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol en 1974. Su carta de 1952 no solo es un objeto de deseo: es un símbolo de una época dorada del deporte estadounidense y, hoy por hoy, el cromos más valioso de la historia.
