El regreso del fútbol a España no ha traído solo goles y emoción: también ha vuelto la pesadilla de los bloqueos masivos de IPs de LaLiga. La temporada 2025/26 arrancó el pasado viernes, y con ella los habituales inconvenientes para los usuarios de internet: desde primeras horas de la tarde, quienes intentaban acceder a ciertas webs legítimas se encontraron con mensajes como el famoso "HTTP 451 – File Unavailable For Legal Reasons", o, peor aún, con un silencioso "blackhole" en el que las páginas sencillamente dejaban de existir para el navegador, colapsando la paciencia de quien esperaba solo disfrutar de un partido.
Se trata de un nuevo capítulo en la ofensiva de LaLiga contra el fútbol pirata, algo que Javier Tebas, máximo responsable de la competición, se ha tomado de manera casi personal en una campaña que está destrozando el tráfico libre de internet mientras impone su voluntad.
El regreso de LaLiga sume internet en el caos: bloqueos masivos de IPs convierten la temporada en un quebradero de cabeza digital
Movistar ha sido la más visible, pero según reportes de usuarios y medios especializados como BandaAncha y Xataka, otras operadoras como MásOrange, Vodafone, Digi e incluso Lowi se han sumado a los bloqueos. En Vodafone, por ejemplo, ahora aparece un mensaje escueto: "Por motivos ajenos a Vodafone esta web no está disponible", mientras que en otros casos el tráfico se desvía a un agujero negro digital: sin aviso, sin error, solo silencio y tiempo de espera agotado.
Un castigo indiscriminado que afecta tanto a plataformas IPTV ilegales como a cientos de sitios web legítimos que comparten la misma IP en servicios CDN como Vercel o Cloudflare. El impacto económico es tangible. Algunos negocios online ya reportan caídas de ingresos dramáticas: de 70.000 euros mensuales a apenas 40.000 por culpa de estos bloqueos.
LaLiga, además, ha intentado reforzar su narrativa con campañas publicitarias y editoriales que vinculan el uso de IPTV ilegal con malware o incluso con financiación del narcotráfico. Sin pruebas concretas: un clásico ejemplo de FUD (Fear, Uncertainty and Doubt) que busca sembrar miedo, incertidumbre y duda para proteger intereses comerciales, pese a que la propia LaLiga fue sancionada recientemente con un millón de euros por el uso indebido de datos biométricos de espectadores.
En el plano legal, tanto RootedCON como Cloudflare han iniciado acciones judiciales que ya han llegado al Tribunal Constitucional, buscando frenar los bloqueos masivos. Por ahora, la resolución no es inmediata, y los usuarios continúan atrapados entre partidos y pantallas que no responden. Desgraciadamente, como ya hemos visto, la primera jornada ha dejado claro que los bloqueos van a ser una constante.















