La pandemia marcó un antes y un después en las vidas de millones de personas. De la noche a la mañana, allá en marzo de 2020, medio mundo fue confinado en sus hogares para evitar el contagio y propagación del COVID-19, una enfermedad que se cobró incontables víctimas alrededor del globo y que llegó para cambiar la economía, el trabajo y hasta la forma en la que socializamos. A pesar de que han pasado cinco años desde ese instante, aun no hemos logrado desengancharnos de un fármaco en concreto.
Hemos superado la pandemia de COVID-19, pero aun estamos enganchados a este popular fármaco que ayuda a cambiar vidas
Tal y como informan desde Xataka, los antidepresivos tuvieron un aumento significativo de ventas durante el periodo de pandemia y después de la misma parece que la población aun no ha logrado desengancharse del fármaco. No es extraño teniendo en cuenta que el COVID-19 trajo importantes consecuencias y cambio para siempre a nuestra sociedad, provocando cambios muy drásticos y dejando secuelas a causa del aislamiento y pérdida de familiares y amigos.
El medio mencionado se ha hecho eco de un estudio realizado por expertos de la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y se ha constatado que ha habido un aumento significativo en la prescripción de antidepresivos. La investigación en cuestión se realizó en base al análisis de un área médica del País Vasco con 130.000 personas, teniendo en cuenta un contexto prepandemia (2018) y postpandemia (2024).
Grosso modo, queda claro con el estudio en cuestión que ha habido un aumento paulatino de ventas de antidepresivos desde la pandemia, y a pesar de haberla superado no se ha reducido su consumo, lo que es aun más alarmante y lo que demuestra que la salud mental de los ciudadanos aun está muy tocada por culpa del COVID-19. Además, lo más alarmante es que gran parte del aumento de preinscripciones del fármaco han sido entre personas menores de 20 años, y en especial entre mujeres en países como Francia y Canadá.
"El mayor impacto en el bienestar emocional de las mujeres jóvenes durante la pandemia podría deberse al rol de los cuidadores, que es más prevalente en la población femenina, y a la feminización de las profesiones de cuidado en el sector salud, que tuvieron una alta carga emocional durante ese período", señalan los miembros del estudio.
Sea como fuere, los efectos secundarios de la pandemia aun están haciendo estragos y hay muchísimas personas que no han logrado superar todo lo malo que trajo la pandemia consigo.
