Es bastante común tener que cambiar una bombilla, colgar un cuadro o hasta hinchar las ruedas de nuestro coche. Realizar este tipo de acciones son lo más normal del mundo y, generalmente, se suelen realizar cada un cierto tiempo debido al desgaste de las cosas. Si bien uno llega a acostumbrarse a estas cotidianidades hasta el punto de no requerir de, por ejemplo, un electricista para según qué arreglos, la Generación Z opta por llamar a un profesional en la mayoría de las ocasiones, tanto para prevenir riesgos como por comodidad.
La Generación Z tiene un grave problema: no sabe cambiar una bombilla y considera que es 'demasiado peligroso'
Un reciente estudio elaborado por motor Halfords, del que se hacen eco a través de 3DJuegos, señala que los jóvenes prefieren llamar a profesionales para realizar acciones tan sencillas como cambiar una bombilla. Hasta el 21% de los encuestados en dicha investigación asegura preferir acudir a experto para solucionar los pequeños inconvenientes que ocurran en el hogar. De hecho, los nacidos entre 1996 y 2010 consideran que este gesto es un auténtico peligro: subirse a una escalera para tener que solventar un asunto es arriesgado y es mejor dejarlo en manos de los entendidos. Otro 22% afirma acudir a sus padres para que realicen esas tareas como favor familiar.
El estudio también recoge que hasta el 44% de la Generación Z encuestada acude a mecánicos y profesionales del sector automovilístico para inflar las ruedas del coche. Todo ello supone un gasto extra para los jóvenes, y en total se han llegado a facturar hasta 1.500 euros (1.300 libras aproximadamente) para, por ejemplo, esos cambios de bombillas y reajustes en el sistema eléctrico de la casa. Esta manera de afrontar las cosas ha llevado a los anglosajones a bautizar esta práctica como GOTDIT, que vendría a significar 'dejar que lo hagan otros'. Recientemente, otro estudio también confirmó que la Generación Z estaba perdiendo facultades comunicativas, lo que podría ser un grave problema a la larga.