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Jesús Calleja hace historia: Así ha sido el viaje espacial en el cohete de Blue Origin

El aventurero leonés ha sido una de las cinco personas que ha ido en el cohete New Shepard de Jeff Bezos.
Jesús Calleja hace historia: Así ha sido el viaje espacial en el cohete de Blue Origin
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Actualizado: 18:01 25/2/2025
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Jesús Calleja ha hecho historia al convertirse en el tercer español en traspasar la estratosfera, sumándose al exclusivo grupo de viajeros espaciales que han alcanzado la línea de Kármán. El alpinista y piloto vivió una experiencia única a bordo del cohete New Shepard, desarrollado por la compañía Blue Origin, fundada por Jeff Bezos.

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Durante once intensos minutos, Calleja cruzó la frontera oficial del espacio y, tras regresar al desierto de Texas, no pudo contener su emoción al describir la vista de la Tierra desde las alturas: “Es la imagen más maravillosa, la más bonita; la atmósfera es una línea delgada”, declaró visiblemente conmovido. El viaje, parte de la misión NS-30, se desarrolló según lo previsto. A las 16:49 hora española, el cohete despegó con seis pasajeros a bordo, incluyendo a Calleja.

No ha ido solo

Entre los tripulantes estaban Lane Bess, en su segundo vuelo espacial, y Elaine Chia Hyde, el Dr. Richard Scott, Tushar Shah y un misterioso pasajero identificado únicamente como Wilson. A los pocos minutos del lanzamiento, los pasajeros superaron los 100 kilómetros de altitud, cruzando la línea de Kármán y obteniendo oficialmente el estatus de astronautas. Un logro que, hasta ese momento, solo 47 personas habían alcanzado con Blue Origin.

Calleja no solo fue pasajero en esta misión, sino también parte activa del proyecto al diseñar el escudo oficial de la misión MS-30. El emblema, que representa un Everest coronado por una paloma con una rama de olivo, refleja su pasión por la montaña y su deseo de transmitir un mensaje de paz. Esta experiencia marca un hito en su carrera y añade un logro más a su historial de aventuras extremas.

En el punto máximo del ascenso, a 107 kilómetros de altura, la cápsula se separó del propulsor

El vuelo transcurrió en varias fases críticas. Tras el despegue, la nave alcanzó los 3.700 kilómetros por hora en apenas tres minutos, superando la velocidad del sonido. En el punto máximo del ascenso, a 107 kilómetros de altura, la cápsula se separó del propulsor, permitiendo a los pasajeros experimentar la ingravidez. Durante varios minutos, pudieron flotar libremente en la cápsula y contemplar la curvatura de la Tierra a través de los grandes ventanales, antes de que la cápsula iniciara su descenso.

Mientras tanto, el propulsor regresaba a la Tierra realizando un aterrizaje controlado y autónomo, en un proceso que ya se ha convertido en un sello distintivo de las misiones de Blue Origin. El regreso fue igual de preciso. La cápsula descendió lentamente gracias a un sistema de paracaídas, asegurando un aterrizaje suave en el desierto texano. Al pisar tierra firme, Calleja fue recibido entre aplausos y abrazos.

Con su característico entusiasmo, compartió su emoción por haber vivido lo que describió como “el sueño definitivo de cualquier aventurero”.

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