En Madre!, el inquietante thriller dirigido por Darren Aronofsky que llegó a las pantallas en 2017, Jennifer Lawrence ofrece una actuación memorable como una mujer entregada al cuidado y la restauración de una antigua casa victoriana. Sin embargo, la aparente tranquilidad del hogar se ve constantemente perturbada por su esposo, interpretado por Javier Bardem, cuyo comportamiento añade capas de tensión y misterio a la trama.
La película va más allá del terror, ofreciendo una alegoría simbólica que aborda un mito moderno de la creación y una crítica ambiental profunda. Su complejidad desconcertó tanto a espectadores como a su propia protagonista, Jennifer Lawrence, quien la encontró enigmática y fascinante. Todavía no ha terminado de entenderla.
Jennifer Lawrence (34) confiesa sin tapujos que no entendió su película de terror más polémica: "Soy honesta"
En una entrevista realizada en 2023, la actriz se mostró sincera sobre su comprensión del proyecto, confesándole a Andy Cohen -autor de la entrevista- que le desbordó. Cohen le preguntó cuánto había entendido del filme de Aronofsky en una escala del 1 al 10. Y fue muy franca.
“Para ser honesta, aunque estaba saliendo con Aronofsky y tenía algunas notas del director, solo capté un cuatro o un cinco de lo que realmente quería contar”, comentó con una sonrisa cómplice, sugiriendo que para desentrañar los secretos de sus películas quizá sea mejor buscar ayuda especializada.
Lawrence y Aronofsky, director de Cisne negro y La ballena, tuvieron un romance durante el rodaje (2016-2017). Aunque ella recibió información extra para su papel, no entendía del todo la historia, que Aronofsky explicó como una alegoría bíblica: Bardem representaba a Dios, la mansión simbolizaba el Edén, y Lawrence encarnaba a la madre naturaleza. Casi nada.
El rodaje, además, fue especialmente exigente para Lawrence. En 2017, confesó que tuvo que sumergirse en un lugar emocional “más oscuro que nunca”, enfrentándose a retos físicos que pusieron a prueba su resistencia. Entre ellos, una costilla dislocada que le provocó dificultades para respirar y que incluso la obligó a recibir oxígeno durante tres escenas. Más de cinco años después, la actriz admite que la lesión persiste como un recordatorio tangible de una experiencia intensa, y de una película cuyo significado completo sigue siendo un misterio, incluso para ella.















