Europa tiene un serio problema con el alcohol. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Viejo Continente es donde más bebidas alcohólicas se consumen. Un nuevo estudio recogido desde AS muestra qué bebida se bebe en cada país europeo y lo cierto es que, efectivamente, hay bastante preferencia por la ingesta de vino y cerveza en varios territorios.
Europa tiene un serio problema con el alcohol y la OMS lo demuestra: estas son las bebidas que más consume cada país
La OMS señala que dos de cada tres adultos consumen bebidas alcohólicas de forma más o menos regular y hasta 470 millones de personas consumen alcohol en Europa, unas cifras realmente elevadas que son indicador de que el 10 % está en las primeras etapas de alcoholismo. De hecho, como indican desde el medio mencionado, una de cada 11 muertes en Europa se relaciona con factores atados a la ingesta de alcohol, lo que acaba siendo un total de 800.000 fallecidos anuales.

Como podéis ver en la imagen que precede a estas líneas, es evidente que las bebidas más buscadas son el vino y la cerveza. El primero es el favorito de territorios como España, Francia, Italia o Grecia, formando una especie de cinturón muy característico en el sur de Europa. No obstante, el vino está perdiendo paulatinamente su carrera contra la cerveza, la cual está cada vez más en auge.
En otros países del norte, como Alemania, Dinamarca y Suecia, la mencionada cerveza arrasa gracias a su variedad y que, históricamente, es uno de los brebajes más conocidos de dichas áreas. Pero en la parte de arriba de Europa hay otros licores que triunfan, como el akvavit, favorito por países como Dinamarca, Noruega y Suecia, aunque también hay lugares donde bebidas más fuertes como el vodka con muy solicitadas, como por ejemplo Finlandia.
El clima es un favor muy importante para determinar qué tipo de bebida va a beberse más en cada zona, teniendo el norte preferencia por la cerveza (frío) y el sur por el vino (cálido), y es que una de las razones probablemente sea porque la cerveza puede transportarse y consumirse de forma más sencilla que el vino. En cualquier caso, lo que está claro es que alcohol no falta en Europa y que, de un modo u otro, tenemos un serio problema entre manos.