Hollywood vuelve a tropezar con la misma piedra. Y no hablamos de secuelas innecesarias ni remakes de películas de animación, sino del viejo y espinoso debate sobre los límites entre la inspiración legítima y el plagio descarado. Un dilema tan antiguo como el celuloide, que resucita cada vez que dos ideas similares terminan compartiendo demasiados puntos en común y un calendario de estrenos.
Esta vez, los protagonistas del enredo son Alison Brie y Dave Franco. El matrimonio artístico y sentimental se llevó una ovación en el pasado Festival de Sundance gracias a Together, una cinta de terror corporal con ecos del David Cronenberg más viscoso, donde una pareja comienza a fusionarse físicamente hasta límites grotescos.
Neon no tardó en sacar la chequera por los derechos de este prometedor hit: 17 millones de dólares, y los derechos de distribución asegurados. Todo parecía ir viento en popa hasta que llegó la demanda. Afirman, explican en Variety, que se han inspirado, de forma exagerada, en una idea anterior.
El eterno déjà vu del cine: Alison Brie y Dave Franco, atrapados en una pesadilla legal tras arrasar en Sundance
StudioFest, una pequeña productora independiente, ha decidido plantar cara legalmente alegando que Together no es fruto de una casualidad ni de la ya mítica “electricidad creativa del ambiente”, sino una copia casi fotográfica de su propia película, Better Half, estrenada en 2023.
No hablamos solo de premisas similares: la demanda detalla coincidencias narrativas, conceptuales y hasta filosóficas, incluyendo una cita literal de El banquete de Platón y el uso simbólico de un vinilo de Spiceworld como colofón dramático para el final de la película.

Por si fuera poco, los demandantes afirman que en su cinta ya había una escena de baño donde los protagonistas, unidos por los genitales, intentan esconder su conexión física de un personaje secundario al otro lado de la puerta. Y por si no bastara con eso, describen una evolución paralela de los personajes, que pasan de intentar separarse con herramientas quirúrgicas y sierras eléctricas a aceptar su fusión como un nuevo estado del ser.
Según StudioFest, el guion de Better Half fue enviado en agosto de 2020 al equipo de representación de Brie y Franco en WME, acompañado de una propuesta para que ambos protagonizasen el proyecto. La oferta fue rechazada pero, tres años después, nace Together. Desde su punto de vista, la línea temporal es clara y apunta a una estrategia premeditada para reformular el proyecto bajo otro nombre, pero con los mismos cimientos.

Frente a esto, la defensa alega que el guion recibido no describía una historia de terror, sino una comedia romántica, y niegan cualquier conexión directa entre ambas obras. De momento, ni Franco ni Brie han hecho declaraciones públicas, pero sus representantes han anunciado que responderán “enérgicamente”.
No es la primera vez que Alison Brie se ve envuelta en una situación así. En 2020, tras coescribir y protagonizar Horse Girl, fue acusada por el director Joe Badon de haber tomado prestados —más de lo debido— elementos clave de su modesta película The God Inside My Ear. La acusación quedó en lo anecdótico, pero el precedente está ahí, flotando como una sombra incómoda.
A la espera de que se resuelva el litigio, la polémica ya ha salpicado a Neon, distribuidora que podría ver comprometida su jugosa inversión si el caso prospera. Por ahora, el tablero está dispuesto, las piezas moviéndose, y el público expectante. ¿Estamos ante una coincidencia desafortunada o frente a uno de los plagios más flagrantes del cine reciente? Como en todo buen thriller, tocará esperar al desenlace.