España se prepara para un cambio masivo en la circulación. La DGT está forzando a los conductores españoles a usar la polémica baliza V-16 bajo penas de multa como un nuevo dispositivo de señalización para los vehículos en caso de accidente o avería en carretera. No son pocos los que se oponen a esta medida, de obligado cumplimiento, afirmando que detrás de todo hay una jugada comercial evidente.
La DGT homologó por primera vez una baliza V-16 conectada, el 22 de diciembre de 2022, y en menos de tres meses Distribuciones Escudero Fijo SL pudo lanzar al mercado su propio dispositivo. Como explican medios españoles se trata de una velocidad sorprendente para un producto que, en teoría, requiere tiempo de desarrollo y certificación. ¿Qué está ocurriendo con las balizas V-16?
La DGT y su enigma con las balizas V-16: 7 modelos, pero 99 homologaciones activas en España
Vayamos por partes. Con sede en Valencia, esta compañía fue la primera en comercializar una baliza V-16 conectada homologada por la DGT y fabricada en China. Especializada en la importación y distribución de productos de consumo en España, Escudero Fijo identificó la oportunidad: producir en el país asiático reduce costes y permite llegar rápido al mercado.
El certificado de homologación, que revela tanto la aprobación oficial como la procedencia del dispositivo, es público. La DGT facilita el acceso a este listado, y una rápida consulta confirma lo que ya sospechábamos: la mayoría de las balizas V-16 conectadas vendidas en España se producen en China.
Desde impresoras fotográficas hasta radios Philips para coche, pulseras de actividad o televisores Tesla Smart TV, todos estos productos conviven en la web de Distribuciones Escudero Fijo junto a la baliza V-16 conectada. La compañía no es una excepción; de las 29 empresas con certificación para distribuir balizas en España, solo siete son fabricantes españoles. Y si se analiza el volumen total, apenas 29 de 239 productos homologados se producen en territorio nacional, poco más del 10%.
En paralelo, algunas compañías aprovechan una práctica muy extendida: registrar el mismo producto bajo distintos nombres para multiplicar su presencia en el mercado. Escudero Fijo, por ejemplo, vende hasta cinco balizas conectadas diferentes, aunque cuatro son variantes mínimas del mismo dispositivo.
Un caso extremo es Limbur Technology. Esta empresa importa desde China balizas V-16 conectadas, y las comercializa bajo múltiples marcas. Actualmente, cuenta con 99 homologaciones activas pese a ofrecer solo siete modelos distintos.
El procedimiento es uniforme: Ningbo Chakesi Electronic, en Zhejiang, fabrica las balizas que luego se venden con nombres como Soslight, Orflect o Don Feliz. Las homologaciones se realizan en laboratorios autorizados por la DGT, como Idiada, y en algunos casos un mismo dispositivo se certifica hasta 25 veces para distribuirlo bajo diferentes marcas. Todas estas balizas, como en el caso de Limbur o Escudero Fijo, se fabrican en China.
La baliza V-16 conectada es perfecta para este modelo de producción: un dispositivo tecnológico de bajo coste, con carcasa resistente, batería de 30 minutos y espacio para una tarjeta SIM. Sencillo de fabricar y fácil de homologar en masa. Según los registros de la DGT, hay 239 productos en el mercado español, pero apenas 70 son realmente distintos.
La mayoría de las veces hablamos del mismo dispositivo repetido y certificado varias veces para venderse bajo distintas marcas y canales. Una muestra de cómo la homologación española convive con la fabricación china y la estrategia comercial de los distribuidores locales.















