El submarino clase Typhoon, conocido en Rusia como Proyecto 941 Akula, ostenta el título del submarino más grande y pesado jamás construido. Con una eslora de 175 metros y un desplazamiento que alcanza las 48.000 toneladas sumergido, este coloso fue diseñado durante la Guerra Fría para disuadir a Occidente con su imponente presencia y capacidad de destrucción nuclear.
El gigante del Ártico: el submarino clase Typhoon, un coloso submarino que atemorizaba a EE.UU pero cuyos costes operativos eran demasiado altos
El Typhoon presenta un diseño único con múltiples cascos presurizados, lo que le otorga una resistencia excepcional y la capacidad de operar en condiciones extremas. Su propulsión nuclear le permite permanecer sumergido durante largos períodos, haciendo de él una plataforma estratégica de primer orden.
Equipado con 20 misiles balísticos R-39, cada uno capaz de portar hasta 10 ojivas nucleares independientes, el Typhoon tenía la capacidad de lanzar un devastador ataque nuclear desde las profundidades del océano. Esta capacidad le confería un papel crucial en la disuasión nuclear soviética.
El Typhoon fue diseñado para operar bajo el hielo del Ártico, una región estratégica durante la Guerra Fría. Su tamaño y autonomía le permitían realizar patrullas prolongadas en estas aguas inhóspitas, ofreciendo una plataforma móvil de lanzamiento de misiles nucleares en una zona de difícil acceso para las fuerzas enemigas.
A pesar de su impresionante capacidad, el alto costo de mantenimiento y operación del Typhoon llevó a su retiro progresivo. El último de esta clase, el Dmitry Donskoy, fue retirado en 2023 y se convirtió en un museo flotante, preservando la memoria de una era en la que el poderío naval, como aquel del que hace gala Estados Unidos, se medía en términos de tamaño y capacidad destructiva.















