Netflix, en su incesante búsqueda de innovar y arrasar en el terreno de las series, a veces lanza proyectos que, sin un despliegue promocional descomunal, logran captar la atención del público y la crítica hasta convertirse en auténticos fenómenos.
Es el caso de Adolescencia, una excelente y estremecedora miniserie que, con apenas cuatro episodios, ha conseguido conquistar a los suscriptores de la plataforma gracias a su audaz propuesta. Y es que cada capítulo ha sido rodado en un auténtico plano secuencia, sin cortes aparentes, lo que sumerge al espectador en una experiencia cinematográfica inmersiva y casi claustrofóbica, muy en la línea de lo que su historia propone. El final de su segundo episodio es tan espectacular, que muchos se han preguntado cómo se ha rodado.
Netflix tiene la serie del momento y un plan secuencia que desafía lo imposible: así hicieron la mejor escena de Adolescencia
Este logro técnico no es casualidad. La miniserie, dirigida por Philip Barantini, cineasta que ya demostró su destreza en este tipo de rodajes con Hierve (Boiling Point, 2021), cuenta además con Stephen Graham como coguionista y protagonista, reafirmando la colaboración entre ambos en este tipo de producciones intensas -cámara en mano- y meticulosamente coreografiadas para parecer orgánicas y realistas.
Sin entrar en muchos detalles, la historia de Adolescencia gira en torno a los Miller, una familia trabajadora británica cuya rutina se ve abruptamente alterada cuando la policía arresta a Jamie Miller, su hijo de 13 años, acusado del asesinato de una compañera de clase. A partir de ahí, la serie despliega una historia absorbente que, sin recurrir a elipsis ni cambios de plano y nos hace testigos en tiempo real del impacto de este suceso en la familia, los investigadores y el entorno escolar del joven.
How *that* scene in #Adolescence was filmed. https://t.co/jSvgVsTBSY pic.twitter.com/Qd6c3WP5lP
— Netflix UK & Ireland (@NetflixUK) March 17, 2025
En el segundo episodio, que se desarrolla íntegramente en el instituto de Jamie Miller, lleva esta propuesta al límite con una escena que, en apariencia, desafía las leyes del rodaje sin interrupciones. En el clímax del mismo, tras un momento realmente intenso, la ficción de Netflix nos regala una secuencia memorable. Tras la detención de uno de los sospechos, la cámara sigue al inspector hasta su coche, donde se reúne con su hijo para ir a comer juntos.
En ese instante, la imagen se eleva súbitamente, ofreciendo una vista panorámica de la ciudad hasta llegar al lugar del crimen, donde Eddie Miller (Stephen Graham), padre de Jamie, deja unas flores en memoria de la víctima. Todo ello, sin que se perciba un solo corte en la grabación. El efecto ha dejado a muchos espectadores preguntándose cómo es posible realizar un plano secuencia de estas características sin interrupciones visibles.
"La cámara al final del segundo episodio... ¿Cómo demonios lo lograron? Es imposible", exclamaba un usuario en X (antes Twitter), reflejando el asombro generalizado. La respuesta no tardó en llegar, y fue la propia Netflix la que desveló el truco en un breve vídeo tras las cámaras. La clave del prodigio técnico radica en el uso de un dron estratégicamente posicionado sobre la cámara durante la grabación. En el momento exacto, el equipo de rodaje logró una sincronización perfecta para que el dron recogiera la escena en el mismo ángulo y velocidad, garantizando una transición fluida y natural que simula un único movimiento continuo.
Más allá del impacto visual, este recurso refuerza la sensación de inmersión y urgencia que define a Adolescencia, consolidándola como una de las propuestas más innovadoras y notables del catálogo de Netflix, muy volcado en las grandes producciones. Si aún no has sucumbido a su magnetismo, los cuatro episodios de la miniserie están disponibles en la plataforma desde el 13 de marzo de 2025.