El 12 de agosto de 2026, España vivirá un fenómeno que no se repite desde 1905: un eclipse solar total visible desde buena parte del país. Este raro evento astronómico colocará a la Península Ibérica en el centro de atención mundial, convirtiéndose en el único territorio continental, junto con Islandia, que podrá contemplar todas las fases del eclipse.
La franja de totalidad, que recorrerá el país de oeste a este, cubrirá cerca de un tercio del territorio nacional, sumiendo durante uno o dos minutos a comunidades como Galicia, Asturias o Baleares en una oscuridad total a plena luz del día.
En algunas zonas durará entre uno y dos minutos
El eclipse ocurrirá al atardecer, con el Sol ya muy bajo sobre el horizonte, lo que añade un componente dramático a la observación. En lugares como Oviedo, León o Palma de Mallorca, la totalidad durará entre 1 y 2 minutos, justo antes de que el Sol se oculte. Según expertos como Xavier Jubier, autor del mapa interactivo de referencia para eclipses, el momento exacto, la altitud del Sol y la duración del fenómeno varían por metros, por lo que elegir cuidadosamente el punto de observación será clave para aprovechar cada segundo del espectáculo celeste.
Las condiciones climáticas también juegan a favor. Agosto, con sus cielos despejados en buena parte del territorio, ofrece más garantías de visibilidad que en otras regiones del planeta. Esto convierte al eclipse en un imán turístico, con lugares como Burgos, Soria o el interior de la Comunidad Valenciana perfilándose como enclaves estratégicos para disfrutar del fenómeno. Incluso zonas limítrofes como el norte de Madrid podrán experimentar una breve totalidad, mientras el resto del país presenciará un eclipse parcial de alta cobertura.

Mejor observar con ciertas precauciones
Pero no todo es emoción: la seguridad visual será fundamental. Mirar al Sol sin protección adecuada, incluso cuando está parcialmente cubierto, puede causar daños irreversibles en la retina. Solo durante la fase de totalidad se podrá observar directamente sin protección, y por apenas unos instantes. El uso de gafas solares homologadas ISO 12312-2 y técnicas de observación indirecta será obligatorio antes y después de ese momento. Diversas instituciones ya preparan campañas de concienciación para evitar accidentes, como ha ocurrido en eclipses recientes en América del Norte.
Más allá de su atractivo visual, el eclipse de 2026 será también una oportunidad educativa, científica y cultural. Asociaciones astronómicas, universidades y museos preparan actividades, transmisiones y encuentros para que el fenómeno no solo se contemple, sino que se entienda.