Yellowstone, la serie protagonizada por Kevin Costner, ha logrado trascender más allá de los convencionalismos del drama familiar y las luchas de poder por la tierra en manos de la familia Dutton, situándose como un referente en cuanto a la representación de la vida rural en Estados Unidos.
Con un nivel de realismo mucho más logrado que el que suele encontrarse en la mayoría de las series de ficción contemporáneas, la obra de Taylor Sheridan ha sido capaz de captar la esencia de los ranchos y sus desafíos, un aspecto que ha mantenido intacto desde el primer episodio hasta su polémica temporada final.
El detalle de Yellowstone con Kevin Costner que cautiva a los rancheros de EE.UU.: "Es auténtico, pero excesivamente hollywoodense"
El creador de la serie, conocido por su enfoque crudo y directo, apostó desde el inicio por retratar una realidad agrícola y ganadera a la que la televisión nunca había prestado tanta atención. La serie, disponible en SkyShowtime en España, no solo se posicionó como una producción de calidad, sino que ofreció una ventana auténtica al estilo de vida rural.
Sin embargo, como suele ocurrir en proyectos tan ambiciosos, no todo salió como estaba planeado. A pesar del encomiable nivel de realismo que Yellowstone logró en muchos aspectos, hubo un momento, en la primera temporada, que causó cierta controversia entre los rancheros y ganaderos, en especial cuando se trató de la escena del parto de un ternero.
En este episodio, John Dutton III (interpretado por Kevin Costner) y Rip Wheeler (Cole Hauser) asisten a un parto complicado, ya que el ternero viene de nalgas, una situación que pone en riesgo tanto a la madre como a la cría. La escena, cargada de tensión y dramatismo, no pasó desapercibida para los verdaderos rancheros, como Tucker Brown, quien, en una conversación con Vanity Fair, confesó su fascinación por la capacidad de la serie para capturar la esencia de un rancho, pero también señaló un error que, a su juicio, desentonó con la realidad.
"Aunque hicieron un trabajo excelente al mostrar la urgencia y el estrés de la situación, y cómo la vida de la vaca y el ternero está en juego, lo que no consiguieron capturar de forma fiel fue cómo se comporta realmente un ternero recién nacido. En la escena, el ternero aparece corriendo casi de inmediato, pero en la realidad, es todo lo contrario: sus piernas son inestables y no puede levantarse de inmediato", afirma el ganadero, que compara su nacimiento con el de una jirafa.
"Tarda unos 30 minutos en ponerse de pie, y la madre lo lame para secarlo. Ese es el verdadero momento de conexión. Además, el parto de nalgas es una situación excepcional; normalmente, el ternero sale primero con dos patas y luego con la nariz, y si sale de otra manera, algo anda mal. Eso es lo que no se mostró correctamente en la serie", concluye, indicando que al final ganó el lado de Hollywood de la producción.
En este caso, es evidente que Sheridan optó por una licencia dramática para dar un cierre más satisfactorio a la escena. Y aunque Yellowstone ha sido aclamada por su realismo en estas lindes, es innegable que, como toda ficción, ha tomado ciertas libertades, sobre todo en aquellos momentos en los que el estilo hollywoodense exige una versión más idealizada de los hechos.















