El Gobierno de Gibraltar ha decidido detener de manera inmediata la tramitación de nuevas solicitudes de residencia por parte de ciudadanos británicos y del Espacio Económico Europeo. La medida responde a un incremento abrupto de interesados en residir en el Peñón desde junio, coincidiendo con la advertencia sobre el derribo de la Verja y la inclusión de los británicos en el espacio Schengen tras el denominado “acuerdo político definitivo” entre Reino Unido y la Comisión Europea.
La suspensión, publicada este lunes en el Gazzette mediante un aviso legal, no tiene fecha de finalización conocida y afecta únicamente a las solicitudes nuevas; los trámites presentados antes del 6 de octubre permanecerán vigentes sin alteraciones.
Gibraltar suspende temporalmente nuevas solicitudes de residencia ante un aluvión de peticiones
Durante los últimos tres años, Gibraltar recibía en promedio unas 1000 solicitudes de residencia al año. Desde el anuncio del acuerdo con la UE, esta cifra se ha triplicado, un efecto directo de la atracción que ejercen los servicios públicos del Peñón, especialmente la sanidad y la educación, sobre los ciudadanos del Reino Unido. El Ejecutivo ha subrayado que esta presión podría comprometer los recursos y el limitado espacio del territorio, un enclave de apenas 6,7 km² que ya lucha por gestionar su capacidad.
El Departamento de Inmigración y Asuntos Internos, bajo la supervisión del Ministro Principal, Fabián Picardo, será responsable de evaluar excepciones en casos de obligaciones internacionales, situaciones de extrema dificultad o interés económico destacado.
"Esta medida no busca castigar a quienes viven y trabajan de forma legítima en Gibraltar", declaró Picardo, "sino mantener la igualdad y la transparencia del sistema y detectar aquellos casos irregulares". El Ministro también aprovechó para reconocer la labor del personal del departamento, recordando que cualquier agresión o comportamiento impropio hacia ellos será tratado con tolerancia cero.
El anuncio ha generado alarma entre empresas y comerciantes locales. La Cámara de Comercio de Gibraltar ha tenido que responder a múltiples consultas de sus asociados y ha solicitado más información al gobierno sobre la suspensión. En su comunicado, el Ejecutivo garantizó que la medida es temporal y no afectará a negocios ya establecidos. "El objetivo es frenar la avalancha de registros tras el tratado y proteger servicios clave como educación y sanidad, que podrían colapsar", explicaron desde la Cámara.
Por su parte, la Federación de Pequeñas Empresas de Gibraltar denunció la falta de comunicación previa y reclama claridad sobre los criterios que determinarán la duración de la suspensión. "La transparencia y la información anticipada son esenciales para mantener la confianza empresarial y asegurar coherencia con la estrategia económica del territorio", enfatizaron.
Con esta decisión, Gibraltar se enfrenta a un desafío sin precedentes: equilibrar la apertura a nuevos residentes con la capacidad limitada de un enclave pequeño pero estratégico, mientras se busca preservar la estabilidad social y económica del Peñón.















