Un reciente estudio internacional, que encuestó a 10.000 trabajadores de cinco países, ha revelado que el 88% de la Generación Z cree que el uso de emojis puede mejorar la calidad de la comunicación laboral, según recoge 3DJuegos.
Esta afirmación, que para muchos podría parecer una trivialidad, está respaldada por un dato preocupante: se estima que cada año se pierden más de 40 horas intentando interpretar correos y chats laborales mal redactados o poco claros.
Los emojis facilitan la comunicación
La generación más joven del entorno laboral entiende que los emojis no son simples adornos, sino herramientas valiosas para ofrecer contexto y matizar las intenciones en mensajes escritos. Cuando un mensaje breve como "tenemos que hablar" llega sin aclaraciones, puede desencadenar desde la ansiedad por un posible despido hasta la curiosidad por un chisme. No es casualidad que el 64% de los trabajadores admita perder tiempo a diario interpretando este tipo de comunicaciones ambiguas.
A la vista de estos resultados, los emojis emergen como un recurso que puede triplicar la productividad de los equipos, siempre que se usen con criterio. Esto es especialmente relevante cuando se considera que el 93% de los encuestados afirma que la mayor parte de sus interacciones laborales ocurren a través de medios escritos. Los Gen Z, nativos digitales y acostumbrados a la comunicación visual, llevan la delantera al usar estas herramientas para evitar malentendidos y dotar de humanidad a sus conversaciones virtuales.
El uso de emojis también permite que la información sea más directa y visualmente atractiva. Según el estudio, el 78% de los empleados confiesan que están más predispuestos a leer un mensaje si contiene un emoji. Esta cifra demuestra que la reticencia a usar estos símbolos no está justificada y que, en realidad, pueden actuar como catalizadores de la atención y la implicación en el trabajo diario.















