Cameron Diaz, una de las actrices más queridas y célebres de los noventa y principios de los 2000 gracias a su participación en filmes como 'Algo pasa con Mary', 'Los ángeles de Charlie', 'Shrek' o 'La cosa más dulce', por no mencionar otros largometrajes de renombre tales como 'The Holiday' y 'Noche y día'. En 2014, después de protagonizar comedias un tanto fallidas como 'No hay dos sin tres' y 'Sex Tape', la artista tomó la decisión de alejarse de los focos para centrarse en su familia y el desarrollo de proyectos personales. Tras más de una década, Diaz regresa a Hollywood a través del streaming para encabezar, junto a Jamie Foxx, una nueva comedia de acción para Netflix que responde a los códigos algorítmicos contemporáneos. ¿Merece 'De vuelta a la acción' la pena?
Cameron Diaz y Jamie Foxx protagonizan el nuevo blockbuster de Netflix bañado en códigos algorítmicos: la actriz regresa tras diez años retomando su género predilecto de forma descafeinada
Seth Gordon, artífice del remake de 'Baywatch' con Dwayne Johnson y responsable de la reciente 'La ciudad perdida', se encarga del guion y dirección de 'De vuelta a la acción' estructurando un filme vacío y genérico que contiene todos los ingredientes habituales del género, mezclados en un cóctel que no logra desprender ningún aroma especial más allá del fabuloso retorno de Cameron Diaz, la cual continúa estando en plena forma interpretativa a pesar de haber permanecido un decenio sin meterse en la piel de ningún personaje de ficción. La historia gira alrededor de una pareja de espías de la CIA, los mejores en su campo, que optan por retirarse para formar una familia y llevar una vida más tranquila. Pero la acción acaba llamando a su puerta y se ven obligados a volver a su mundo de conspiraciones y tiroteos tras destaparse su tapadera.
Grosso modo, 'De vuelta a la acción' no posee ningún rasgo característico, más allá de su reparto, que permita diferenciar el proyecto de otros actuales con los que comparte género, lo que reafirma esa carencia de ideas en el sector cinematográfico y televisivo de una era gobernada por los reboots y franquicias y dominada por las adaptaciones de cómic, que suponen el gancho más efectivo para reclamar a la audiencia en salas comerciales. Si echamos la mirada hacia atrás, veremos que cada una de las películas destacadas de Diaz, e incluso de Jamie Foxx, quien tampoco está nada mal en este viaje en el que está condenado a ser el segundo de la función, tiene su propio ADN y unas características únicas que a pesar de repetir género son fácilmente diferenciales. La película de Netflix, por el contrario, es simplemente un cambio de vestuario: misma estructura y base con diferentes rostros protagónicos, con poca personalidad.

No es que 'De vuelta a la acción' sea un desastre como producto cinematográfico, porque tiene buenas secuencias de comedia y unos personajes a los que te enganchas gracias al trabajo y compromiso de sus actores, muy bien en ambos casos, pero su viaje ya lo hemos repetido hasta la saciedad en los últimos años y eso lastra el cómputo global. Empero, la película tiene todo el potencial del mundo para ser un éxito en lo que visualizaciones se refiere; tanto por el regreso de Diaz como por su fórmula infalible. Si los números acompañan, no tardaremos en tener noticias de una secuela. Esperemos, eso sí, que esto sea solamente la punta del iceberg de esta nueva etapa de la actriz de 'La máscara' en Hollywood, porque sigue siendo una de las más destacadas del panorama interpretativo con una atemporalidad que asusta.