Un equipo de investigadores de la organización OCEARCH ha localizado frente a las costas de Florida al tiburón blanco más grande jamás registrado en el Atlántico occidental.
Más de cuatro metros de largo
Bautizado como Contender, este impresionante ejemplar mide 4,3 metros de largo, pesa 725 kilos y se estima que tiene unos 30 años. Aunque no supera a la célebre Deep Blue —el tiburón blanco más grande conocido a nivel mundial, con más de seis metros y cerca de dos toneladas—, Contender se ha convertido en el mayor de su especie marcado con etiqueta satelital en esta región del planeta.
El hallazgo se produjo a unos 70 kilómetros de la frontera marítima entre Florida y Georgia, durante una expedición científica que incluyó una compleja operación de captura y etiquetado. El tiburón fue atraído mediante cebos flotantes, cuidadosamente conducido al costado del barco y examinado por un equipo de veterinarios, sin sacarlo completamente del agua. Durante todo el procedimiento, el animal permaneció parcialmente sumergido para proteger sus branquias y reducir el estrés fisiológico.
El ejemplar fue equipado con una etiqueta SPOT (Smart Position or Temperature Transmitting Tag), que permite a los científicos rastrear sus movimientos en tiempo real. Desde su marcaje, Contender ha iniciado una migración hacia el noreste, siguiendo una ruta habitual entre mayo y junio para los grandes tiburones blancos, que se desplazan desde las aguas cálidas del sur hacia zonas de alimentación ricas en nutrientes frente a Nueva Inglaterra y Canadá. El seguimiento de su trayecto ofrece datos cruciales sobre el comportamiento estacional de estos superdepredadores.
Además de su impacto mediático, este hallazgo tiene una enorme relevancia ecológica. Los tiburones blancos desempeñan un papel fundamental en la salud de los océanos al regular poblaciones de otras especies y mantener el equilibrio en las cadenas tróficas marinas. Sin embargo, enfrentan amenazas cada vez más graves, como la sobrepesca, la pérdida de hábitat y el cambio climático. Recientemente, se ha documentado un comportamiento inusual: orcas que cazan tiburones para extraer sus hígados, lo que ya ha alterado rutas migratorias en regiones como Sudáfrica y Australia.
